Desde la medianoche del miércoles último, legalmente se suspendió toda actividad proselitista. Las sanciones aplicables por la infracción a la disposición legal entrañan, incluso, la anulación de los comicios.
Sin embargo, los partidos han encontrado de siempre el resquicio por el cual colar la campaña, es decir, extender la tarea proselitista en un mentís a la ley electoral. La mecánica es de suyo simple y ofensiva del sentido común.
Empero, los periodistas y los medios de comunicación nos convertimos en cómplices, vehículos de ese despropósito que permite a operadores de los candidatos mantenerlos en el primer plano ante la opinión pública y, sobre todo, en la tarea de descalificar al vecino de enfrente.
Un mecanismo recurrente es el de la denuncia pública, apoyada en una conferencia de prensa, de una actividad presuntamente violatoria del proceso electoral, aunque la denuncia disfrazada incurre en ese ilícito.
Por ejemplo, ayer el coordinador de los diputados federales del Partido Acción Nacional, Carlos Alberto Pérez Cuevas, ofreció conferencia de prensa para hablar de diversos temas, aunque todos aterrizaron en el plano electoral.
Citó la invitación que hizo Josefina Vázquez Mota a Felipe Calderón para, en caso de ganar los comicios del domingo entrante, incorporarse a su gabinete como procurador General de la República.
Luego, al planteamiento de si el pacto que firmarían horas más tarde los cuatro candidatos a la Presidencia implicaría sólo un “bonito acto de buenos deseos que no aterriza en la realidad concreta local”, en alusión a los problemas preelectorales habidos en Veracruz y Chiapas, e incluso, se le dijo, “hasta en Neza se van los del PAN con los del PRD”, Pérez Cuevas no economizó en la respuesta. A saber:
“Vale la pena plantear lo siguiente: quienes compiten en una elección presidencial o son candidatos a algún otro cargo, son líderes de opinión pública y son líderes que según se conduzcan, pueden hacer que grandes núcleos o masas de ciudadanos se muevan en ese sentido.
“Si alguno de los candidatos, como sucedió en otro momento, fuera violento, llamara o incitara a la confrontación, eso permea en las bases no sólo de los paridos sino ciudadana, ayuda a que los candidatos firmen, expresen y se comprometan a tener un pacto de civilidad (pero) eso no quita que a nivel de la operación, que a nivel de las células locales de partidos y ciudadanos a veces puedan caldearse los ánimos, eso no lo quita pero ayuda mucho que los granes liderazgos (…)”.
Sólo faltó que Pérez Cuevas le pusiera los nombres y apellidos de Andrés Manuel López Obrador. También mencionó el caso de las encuestas, reiteró que son “una fotografía del momento” y pueden variar mucho. ¿Pronunciamiento de campaña? Tienen toda la línea y son declaraciones de un diputado federal que, además, es parte del dream team de Vázquez Mota.
¿Podría sancionarse a Pérez Cuevas y a Vázquez Mota por esas declaraciones? No, porque respondieron a preguntas de reporteros y, entonces, los reporteros incurrimos en hacer ese caldo gordo y propiciar la extensión de una campaña electoral en la vía de la denuncia, de eso que llaman reflexión ciudadana y hasta el ensalzamiento de los candidatos presidenciales cual demócratas que firman un pacto que, conforme con ese su supuesto comportamiento de civilidad y respeto hacia las leyes, debieron haber signado hace rato.
No es una graciosa concesión el que se comprometan a respetar el resultado de los comicios del domingo entrante, es su obligación. ¡Vaya demócratas! En tanto, sus operadores convocarán a conferencias de prensa para denunciar lo mismo presuntos preparativos de fraude que actos de compra y coacción del voto.
Y habrá quienes marcharán en demanda de respeto a la voluntad ciudadana, cuando no respetan la voluntad ciudadana que les demanda dejar en paz las calles y no provocar enfrentamientos. ¡A los demócratas del SME y de #Soy 132! ¿Veda electoral? Estos operadores de quienes descalifican al vecino de enfrente porque no piensa como ellos, siempre encuentran el resquicio para filtrar la campaña en temporada de veda.
Pero hagamos oídos sordos al canto de las sirenas; vayamos a las urnas pasado mañana. Ni soberbias en el triunfo ni disparates en la derrota; por la salud del país. Digo.