Javier Saldaña Almazán |
Semblanza de desesperación
entre fraudes, triquiñuelas, robos en becas y presupuestos, podredumbre
administrativa, desvíos y corrupción. Nada ha cambiado.
Desde su creación, el 22 de
junio de 1960, se vio inmersa en una
serie de pugnas políticas, por lo que el 21 de octubre de ese mismo año estalló
una huelga de estudiantes, que terminó en muertes y se manchó de sangre no tan
solo la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), sino las calles de Chilpancingo.
Incluso en el año de 1984 se pretendió cerrar a la UAG de acuerdo con la
política del entonces secretario de Educación Pública Don Jesús Reyes Heroles
de practicar la eutanasia a áreas degradadas de la educación.
Dolores Arturo Contreras Gómez |
El doctor Rosalío Wences
Reza --quien ocupó la Rectoría de la UAG de 1972 a 1975, de 1978 a 1981 y de
1984 a 1987-- se llevó a cabo el I Congreso General Universitario como un acto de
subsistencia de esta universidad, mismo que aunque contó con poca asistencia
sirvió para plantear la necesidad de dar un nuevo giro a la institución.
Secuentemente en 1989, con Ramón Reyes Carreto a la cabeza de la
UAG, tuvo lugar el II Congreso General Universitario, en el cual se planteó
claramente la necesidad de revalorar la cuestión académica por encima de la
política, así como la urgencia de una reforma a la legislación interna, lo cual no llegó a concretarse.
Marcial Rodriguez Saldaña |
Le tocó dirigir a la
institución a Marcial Rodríguez Saldaña,
de 1990 a 1993, quien después de recibir una institución dividida (que se
la unificó y entregó en bandeja de plata con ribetes de oro, en aquel entonces,
el fallecido mandatario José Francisco Ruiz Massieu) tras un proceso electoral
en el que hubo seis candidatos, anunció una nueva etapa para la Universidad
Autónoma de Guerrero e incluso ponderó
de realizar un plebiscito para cambiar la Ley Orgánica de la institución, lo
cual no ocurrió.
Nelson Valle |
Y así en el curso de la
historia en septiembre del año 2005, los
ex rectores Rosalío Wences Reza, Ramón Reyes Carreto, Gabino Olea Campos (que
durante su mandato, él mismo se firma su título profesional) y Hugo Vázquez Mendoza -este expulsado de la
institución por el Consejo Universitario, presidido por Nelson Valle, por un
desvío de recursos por 25 millones de pesos- se unieron en un frente común y se
pronunciaron en contra de que Valle López que apoyara a Germán Cerón, también
acusado de desvío de fondos de la UAG.
Finalmente, además de los
candidatos ya mencionados también contendieron por el cargo Alberto Salgado
Rodríguez, Maclovio Sautto Vallejo, Delfino Ortiz Guzmán y Rogelio Ortega
Martínez, resultando “ganador” Dolores Arturo Contreras Gómez, en un clima
enrarecido que provocó que Nelson Valle rindiera su último informe desde una
radiodifusora, pues había “bastantes riesgos de violencia”, manifestó. Esa es
la Universidad desde su fundación.
En éste siglo de
contradicciones va a la contienda, Dolores Arturo Contreras Gómez, ganó por más de 9 mil votos de
diferencia, por lo que ante la imposibilidad de la segunda vuelta de nueva
cuenta hubo una serie de impugnaciones, gritos, sombrerazos e insultos en los
medios electrónicos a dicho proceso, mismas que como hace cuatro años fueron
rechazadas, además de que el nuevo
rector acusó al anterior de un desvío de recursos.
Alberto Salgado Rodriguez |
Florentino Cruz Ramirez |
Se puede mencionar que hay
avances en el orden académico en algunas Unidades; pero en el fondo de la
institución permea la corrupción, la miseria de la condición humana,
persiste en un organismo donde debe
prevalecer como hito universal la ética y la moral, como respaldo de los
egresados para ser y entenderlos como buenos
educandos y profesionistas. Pero, se observa que desde la rectoría se
escamotea, hurta y desvía los recursos económicos.
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