Presentó Iniciativa de
Decreto por el que se adicionan un segundo y tercer párrafo al artículo 184 de
la Ley 1212 de Salud del Estado de Guerrero.
Chilpancingo,
Gro., a 09 de Noviembre de 2014.-Luego
de señalar que México se ubica el segundo lugar como país con más obesidad del
mundo, el diputado local Marcos Efrén Parra Gómez, propuso establecer acciones
y estrategias que permitan cambiar los malos hábitos en la alimentación de los
guerrerenses, como factor principal de las enfermedades cardiovasculares.
En
este sentido, Marcos Parra señaló que, como primera medida, es necesario
retirar la sal de la mesa de los comensales en todos los grandes restaurantes y
pequeños negocios de venta de alimentos, pues es la causa principal de las cardiopatías causadas por la
hipertensión, la obesidad, la diabetes, entre otros malos hábitos alimenticios,
y el sedentarismo.
El diputado panista subió a la tribuna
del Congreso local, para someter a la consideración del pleno, para su análisis, discusión y
aprobación, en su caso, la Iniciativa
de Decreto por el que se adicionan un segundo y tercer párrafo al artículo 184
de la Ley 1212 de Salud del Estado de Guerrero.
Dijo que las enfermedades antes
mencionadas, son la principal causa de muerte en personas mayores de 60 años en
México y en el mundo; y son la segunda causa en personas de 15 a 59 años de
edad.
Expuso que la prevalencia de la obesidad
en México, durante los últimos 20 años, ha tenido un crecimiento inusitado, y
el costo total del sobrepeso y la obesidad se han duplicado en los últimos ocho
años.
Actualmente, agregó Parra Gómez, siete
de cada 10 adultos, y alrededor de 3 de cada 10 escolares y adolescentes tienen
un peso excesivo que ponen en riesgo su salud.
Insistió en que el proyecto expuesto, pretende cambiar los hábitos
de los guerrerenses para mejorar su salud y evitar enfermedades
cardiovasculares, para lo cual se requiere implementar en los restaurantes, merenderos y en todo
establecimiento en los que se sirvan alimentos, se puedan retirar los saleros de las mesas y que si una persona
desea poner más sal a sus alimentos, tendría que solicitarlo al encargado del
servicio.
Marcos Parra señaló que “es una mala costumbre de la mayoría
de los guerrerenses, tanto en la casa como en restaurantes, que le agreguen sal
a los alimentos antes de probarlos, de manera casi mecánica o por instinto, y
generalmente innecesaria, ya que en su preparación ya tiene la cantidad
suficiente de sal”.
Mencionó que la Organización Mundial de
la Salud (OMS) recomienda una ingesta de cinco gramos de sal por día, pero en
México se consumen hasta 11 gramos diariamente.
Dijo que se trata de una medida que ya se ha hecho en otros países, como Estados Unidos, Argentina e
Inglaterra, lugares en donde los resultados han sido positivos tanto para las
personas como para el sector salud.
Por ende, para reforzar las medidas
implementadas en combatir la obesidad y sobrepeso es que se deben realizar
políticas públicas y acciones que deriven en leyes que garanticen la salud y el
bienestar físico del guerrerense.
Diversos factores intervienen en los
padecimientos sociales de la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad: la
deficiente información, la falta de educación y conocimiento sobre los efectos
de los alimentos en nuestro organismo, el ritmo de nuestras actividades, el
estrés, el sedentarismo, la débil cultura de activación física, la influencia e
invasión de establecimientos de comida rápida, económica y carente de
nutrientes, entre otros muchos que, hoy en día, representan un problema de
salud pública, frente a la cual requerimos acciones inmediatas y eficaces.
Marcos Parra manifestó que se propone
que se retiren de las mesas los saleros y se otorgue sin costo al comensal un
vaso con agua purificada, con estas acciones se contribuirá a que disminuya
considerablemente enfermedades de orden cardiovascular.
La propuesta, añadió, además es que los
guerrerenses puedan realizar una elección con fundamento de causa el estar bien
informado al momento de elegir un platillo o bebida a comer o ingerir, ya que
se pretende que los menús plasmen las calorías de cada platillo ofertado, y con
ello permitir que el comensal pueda pensar si se inclina por uno u otro
platillo con menor o mayor calorías.