A
OTRO PERRO CON ESE HUESO. Una cosa es que a Armando Ríos Piter los números le
hayan indicado que seguía en picada y era mejor retirarse vendiendo la idea de
ser el puntero antes que la medición de aspirantes le echara vergonzosamente
abajo todo el teatro que armó para que los incautos le creyeran, y otra que sea
sincera la presunta indignación con la que pretende envenenar el pozo a los
demás aspirantes.
La
postura del senador es clara: si la candidatura no es suya, aquél que la
pretenda será un insensible que no comprende el dolor de la tragedia de Iguala.
Lo malo es que escupe para arriba al hablar de complicidades. Así como antes de
Iguala juraba lealtad a la familia Aguirre a cuya cabeza hoy critica, circula
en las redes sociales un video en el que Ríos Piter proclama al ex alcalde
igualteco su amigo y hasta grita: ¡viva José Luis Abarca!”.
CONGRUENCIA
OBLIGATORIA. La manera en que comunica su decisión de no contender por la
gubernatura es radical. En diferentes entrevistas remarcó que el PRD y el PRI
tienen los mismos problemas de complicidades que estuvo acusando y que no va a
competir por ningún partido político, lo cual lo obligará a ser congruente y no
salir después con que la gente se lo pidió.
Dice que ahora le indigna la “lógica pragmática”, veremos si es cierto.
Mientras
tanto el dirigente del PRD, Carlos Navarrete, no le dio mucha importancia y
dijo que lo único que sucede es que se reduce el número de seis a cinco
aspirantes entre los que mencionó a Beatriz Mojica, Sofío Ramírez, Víctor
Aguirre, Luis Walton y Javier Saldaña. Los aspirantes a la candidatura del PRI
como Mario Moreno y Cuauhtémoc Salgado, ya salieron a decir que allá tampoco lo
quieren.
INEQUIDAD
EN EL PRI. Por cierto que a Cuauhtémoc Salgado se le está agotando el tiempo
para separarse de la dirigencia estatal del PRI y generar así las condiciones
de equidad necesarias para la selección del candidato a gobernador de su
partido. Recientemente Héctor Astudillo, Mario Moreno y Manuel Añorve no
acudieron a un evento de su instituto político por prever que se convertiría en
acto proselitista a favor del dirigente estatal.
Lo
más triste es que la nota de ese desaire haya salido chiquita y en páginas
interiores de un diario local, eso habla de un PRI que no proyecta la fortaleza
necesaria como para que los medios de comunicación le den importancia a lo que
sucede con sus aspirantes. Hace unos años un hecho así hubiera alcanzado un
espacio en todas las portadas.
UNIDAD
DE IZQUIERDA. Retomando el asunto de la candidatura del PRD, Sofío Ramírez y
antes que él, Víctor Aguirre, se han pronunciado abiertos a que Luis Walton sea
quien abandere no sólo al PRD, sino a una gran alianza con la que la izquierda
pueda llegar unidad a la elección de gobernador.
Si
se toma en cuenta que se trata de dos de los cinco aspirantes mencionados por
Carlos Navarrete podría decirse que Walton –incluyéndose él- tiene el 60 por
ciento de ventaja en el PRD y el 100 por ciento en su partido Movimiento
Ciudadano. Claro, en el PRD va a depender de una encuesta que se realiza esta
misma semana y de la correlación de fuerzas en el consejo electivo, aparte de
los acuerdos que puedan darse entre los aspirantes.
Vértebras
En
términos de imagen el discurso redencionista de Armando Ríos Piter no es
creíble por el pragmatismo que le ha caracterizado y porque efectivamente es
parte de lo que hoy critica. De ahí que su “fuego amigo” sean salvas al aire.
En
términos de posicionamiento, de enero a diciembre del año pasado bajó de más de
40 puntos a 22 en las encuestas. Estaba en franco declive mientras otros
aspirantes como Luis Walton, Sofío Ramírez y Beatriz Mojica crecieron
considerablemente. Se habla de que con Walton la diferencia ya era de apenas cuatro
puntos, es decir, que había un empate técnico.
En
términos de fuerza no contaba con el apoyo de las principales fuerzas en el
PRD, no lo apoyaba ni la Izquierda Progresista, ni Grupo Guerrero. Su corriente
Movimiento Jaguar fue desplazada ampliamente en la última elección en el PRD.
Sus reiteradas traiciones a los liderazgos y grupos que le daban apoyo impedían
cualquier alianza con otras fuerzas de izquierda y no garantizaba la cohesión a
su propio partido.
Conclusión:
la renuncia de Armando Ríos Piter a su aspiración lejos de afectar a la
izquierda la fortalece.
jalepezochoa@gmail.com