domingo, 18 de diciembre de 2016

MIRADA DEL DOMINGO La desolación y la esperanza Por: Isaías Alanís


ISAIAS ALANIS


¿Y tú no los oías Ignacio? –Dijo-
no me ayudaste ni si quiera con esta esperanza

“No oyes ladrar los perros”
Juan Rulfo

Intentar un recuento de este año, es imposible si no hacemos un inventario en lo que se ha convertido este país desde el inicio de la guerra de Calderón que impulsó un 12 de diciembre del 2006 cuando enfundado con el uniforme verde olivo dio inicio a la etapa más sangrienta de la historia moderna de México y que persiste potenciada y diversificada. De aquel fatídico 12 de diciembre a la fecha, la suma más sensata es de 186 mil muertos en una década de horror que persiste y pervive. Amén de los desaparecidos, fosas clandestinas reconocidas, las no encontradas, miles de secuestrados y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ha puesto en jaque a todo el aparato de justicia mexicana por dar por una “verdad histórica” mentirosa y alejada de la realidad.

Esta guerra ha dejado cientos de miles de hogares desolados y mutilados.  Y a un país en ruinas, quebrantada su gobernabilidad y hundido en impunidad, corrupción y complicidad dentro de las esferas del poder. Ejemplos sobran, lo más peliagudo es que por más que se hacen esfuerzos, la violencia, inseguridad no la detuvo ni la guerra de Calderón ni el fracaso de las estrategias de EPN a la que al igual que a otras áreas le han recortado presupuesto. Esta guerra se ha multiplicado y diferenciado. Ya no solo se pelea por territorios, con la participación en el crimen organizado de ex militares de elite que aplican estrategias de guerra, (Zetas); se ha instaurado la era del terror; secuestros, extorsión, asesinatos, trata de blancas, esclavismo sexual, trafico de órganos, etc., y los propios carteles han tenido que operar sistemáticamente con esa otra falange de la violencia que ha desangrado al país. Finalmente sus paraísos financieros son incólumes.

Y por otro lado, el gobierno federal al frenar la profesionalización de la policía, utilizar carteles en Michoacán como auto defensa para acabar con otro cartel, no han dado resultados, salvo el de la impunidad y persecución de las verdaderas autodefensas.
El médico Mireles es una prueba. Ahora, se pretende al vapor cederle el mando al ejercito y la marina con la ley de Seguridad Interior. Otro error. Ambas fuerzas tienen otra vocación y su esencia no es defender el delito sino a la nación. No son cuerpos para la prevención, son de aniquilamiento. De aprobarse la ley, México no tendrá una dictadura perfecta, como eufemísticamente lo señaló Vargas Llosa, sino técnicamente auténtica, aunque el General Cienfuegos haya declarado sus dudas, sobre si es mejor que a sus soldados se les cese por omisión, y no por pasar por encima de los derechos humanos.

Y como el país va dando tumbos, con el nuevo Presidente de los EEUU, las cosas se van a poner más feas. La política exterior mexicana está desmembrada hacia el norte, el este y el oeste. Se perdió la brújula desde aquella sentencia chinesca; “comes y te vas”.
Por lo que la invasión de EEUU contra México ya es ruidosa y con bombo y platillo ante el silencio de la cancillería que no ha fijado una posición clara al respecto.

En este escenario la agresión a la medallista olímpica, Ana Gabriela Guevara en la Autopista México-Toluca es punto de reflexión. Una senadora, que no viajaba con costosas escoltas fue golpeada, como miles de mujeres y hombres que son atacados en calles y ranchos de los pueblos de México sin que no se diga nada, en ocasiones, ni se sabe. México ocupa un deshonroso lugar en los delitos como asesinatos, solo se persigue de oficio el 15%. El 85% queda en total impunidad. Lo que demuestra lo fallido de la aplicación de la justicia. El lo que va del actual gobierno, la cifra de homicidios dolosos se elevó a 69 mil 900, en los mismos años con Calderón ascendió a casi 60 mil.

Es muy grave que las políticas económicas este año son de pánico, se incrementará la gasolina un 15 por ciento, la devaluación irá en aumento mientras la carrera por la presidencia para el 2018 se le invierten millones de pesos. Ciertos gobernadores que pretenden ser candidatos, como Rafael Moreno Valle y Graco Luis Ramírez . ¿Qué no saben “ler” lo que está pasando en México cuando hay pobreza extrema y diez ex gobernadores señalados por graves delitos y corrupción desmedida, como Tomás Yarrington, Humberto Moreira, Rodrigo Medina, Roberto Borge, Javier Duarte Jáquez, Guillermo Padrés, Javier Duarte de Ochoa, Ángel Aguirre, entre otros? Aún así invierten dinero del erario en fastuosos espectaculares carreteros. Que desfachatez producto de la impunidad de los “suspirantes”, cuyo cómplice es el Instituto Nacional Electoral que no frena esta farsa costosa y contra la ley.

La sumatoria de las calamidades que se han cernido sobre la nación son enormes. Y a unos días de que se celebre la Navidad en el mundo cristiano, es urgente tender una mirada en el espejo mexicano que refleja lo manido de una nación despedazada y generosa. Un país que sobrevive de milagro, una nación tan grande como sus problemas. Un país con una clase política y empresarial que han perdido los estribos. Una nación devastada desde sus más simbólicos orígenes. Un país a punto de estallido. Una nación hundida en la tiniebla de sus propios errores. Un país quebrantado a fuerza de enfermar y doblegar a sus jóvenes, drogarlos y negarles educación, trabajo y calidad de vida.

Una nación sin líderes. Un país donde no habrá cena de navidad para millones de desempleados, los abandonados, los dueños de calles y estopas con “activo”, botes de cerveza con “piedra”, soñadores del éxtasis, del alcohol barato y del opio que han perdido la esperanza; organilleros, cantores de cantina de barrio, malabaristas de crucero, señoras del tacón dorado, travestis, albañiles sin cuchara, guitarreros sin guitarrón, alfareros sin barro, campesinos sin tierra, obreros sin maquinas, mujeres sin oportunidadaes, ganaderos sin ovejas, prensistas sin salario, señores del alba envueltos en el frío de su desamparo; jubilados con 2 mil pesos al mes, diabéticos sin Seguro Social, menopaúsicas sin hormonas, ancianos sin próstata, jóvenes sin escuela, niñas sin pecho materno, jóvenes sin riñón, madres sin sus hijos, desaparecidos sin sus padres, tumbas sin nombre, muertos sin sepultura, degollados, sacrificados y mujeres baleadas, jornaleros agrícolas esclavos, trapecistas del desvelo que se alimentan con basura de las calles, y casi dueños de una nación que pese a todas estas desolaciones, aun canta, presume su verdor en medio del desierto y su colorida cola de pavo real tan grande como sus propias deficiencias y anhelos.
Un país tan grande como el sol de sus mitos. Una nación tan inmensa como las luna de sus esperanzas. Una nación más grande que su propia cultura. Un país como el río de su mujerío. Una nación donde la palabra comprometida sea el principio de una nueva esperanza. ¿No oyes ladrar los perros, Ignacio?

DE REOJO
Con esta Mirada cerramos el ciclo de este año 2016. Nos miraremos leyendo el próximo si es que aún queda en el granero de la patria, un montón de palabras como estrellas de trigo para esparcirlas al cielo del alba del 2017 y convertirlas en frutos.