Josefina, la
candidata del PAN a la presidencia de la República pese a la vuelta de timón y
cambio de rumbo, sigue arrastrando como un fardo al panismo sin movilidad
política, y hoy en Guerrero, hará su pasarela invitada por el Grupo Acapulco,
asociación civil que muy poco o nada representa a los acapulqueños, y que se ha
convertido en una especie de “Ínsula Baratería semanal”, por lo que enfrente la
candidata panista en esta “comedia” montada en su honor será verdaderamente
irrelevante para su aventura rumbo a Los Pinos.
Su partido se ha
quedado con un liderazgo compartido al tener que volver Gustavo Madero a su
curul en el senado y participar en la Comisión Permanente y desde ahí darle el
debate al Partido Revolucionario Institucional y continuar al frente del CEN panista. Como los profes con
doble plaza.
Así sin dirección ni
liderazgo y sin una propuesta de construcción de un proceso de
alternancia-transición-instauración democrática, intentara venderles estampitas
y cuentas de vidrio de una candidata con falda pero con pantalones a los
acasocios, que sin duda como pueblerinos se tomarán la foto con ella. Al fin y
al cabo es la estrella mostrenca de Los Pinos.
El panismo nacional
sigue pese a los esfuerzos torcidos de Josefina, en rutas de coyuntura, sin
objetivos de largo plazo y dependientes del presidente en turno, pues hasta la
fecha no ha hecho el esfuerzo –el partido y su dirigencia- real de dotar al PAN
de una ideología política para el ejercicio del poder, a lo que contribuyó el
hecho que Fox –hoy que a pactado con
ella- prefirió pactar con el PRI y Calderón decidió transitar sin cambio
políticos ni ideológicos, y sí llenarnos de muertos, o que son pocos 60 mil y
los que se acumulen hasta el 30 de Noviembre próximo.
Qué script traerá
Josefina Vásquez Mota, para Guerrero, el estado menos panista del país, el
estado más perredista, o mejor dicho lopezobradorista, después del Distrito
Federal, viene a ganar los votos de la familia panista acapulqueña, que son muy
pocos y ni entre ellos se quieren, o viene a vender imagen, o va a utilizar su
estancia en Acapulco, para poner orden de nuevo en su equipo de campaña, un
equipo que pese a todos los cambios que haga, dicen los que saben de “tejer con
dos agujas” la troca sigue sin caminar porque a nadie le importa quién sea el
jefe de campaña, y cuando lo que menos tiene son operadores, buscadores y
pescadores del voto.
Mientras Peña Nieto y
López Obrador están dedicados de tiempo completo a buscar votos, Josefina hoy
de cuerpo presente en Acapulco, pierde el tiempo reuniéndose con su equipo para
poner orden a cada rato y carece como decíamos arriba de buscadores de voto.
Dado que al final las elecciones se ganan con votos, no con sesiones de
gimnasio o con baños de pueblo comiendo q uesadillas,
comiendo en el Grupo Aca priísta añorvista para mejores datos, y careciendo
hasta la fecha de un agenda política que le permita conectarse con el
electorado, estancada en el marasmo de sus pesadillas y nula efectividad de su
grupo político que parece estar de adorno, y que lejos están de poderle salvar
la campaña, que como expresará el ex presidente Fox, hoy su más grande y
humilde per-seguidor, sólo un milagro, …sólo un milagro Josefina.
Pero Josefina tiene a
su favor el hecho de que el PAN mantenga la presidencia de la República un
sexenio más. Para ello requiere, inevitablemente tres cosas: tomar el control
del PAN –si Calderón se lo permite-, definir un proyecto propio de gobierno y
consolidar indiscutiblemente un liderazgo personal indiscutible, en pocas
palabras: que se ponga en serio y de verdad los pantalones, cuando faltan
sesenta días para que concluya la
campaña, o la victoria presidencial se irá alejando cada vez más. Y una cosa
más, que no le haga caso a las encuestas, porque no debemos permitir que las
casas encuestadoras pretendan imponer la agenda política de los candidatos
presidenciales, como es de hecho las televisoras ya se lo impusieron a Peña
Nieto. El big brother está más cerca que nunca… y los militares ya están en la
calle. Email:gernestorivera@gmail.com