El sismo registrado la
tarde de este martes demostró lo vulnerables que somos los seres humanos. A
todos nos tomó de sorpresa, pues los sismos son impredecibles. O sea, no avisan
cuando van a ocurrir ni el impacto que tendrán en la infraestructura urbana.
Lamentablemente más de
cien personas perdieron la vida. Hubo quienes perecieron por infartos y otros
que quedaron debajo de los escombros. Fue un sismo de 7.1 grados en la escala
Richter con epicentro en Axochiapan, Morelos.
El
sismo se sintió con intensidad en los estados de
Morelos, Puebla, Guerrero, Estado de México y la Ciudad de México, en donde se
registraron afectaciones en edificios, viviendas y carreteras. Y ocurrió justamente a 32 años del terremoto
que devastó a la capital del país.
El 19 de septiembre de 1985 el terremoto alcanzó una magnitud de 8.1
grados con epicentro en el Océano Pacífico, cercano a la desembocadura del Río
Balsas, en la costa del estado de Michoacán, pero que se sintió más fuerte en
la Ciudad de México, dejando un saldo de más de 10 mil muertos y cientos de
desaparecidos. Fue un caos generalizado.
El movimiento telúrico de
hace 32 años se registró a las 7:17 de la mañana. Esta vez, se registró a las
13:14 horas, casi seis horas después.
Confieso que el sismo me
sorprendió en mi domicilio. Lo primero que escuché fue un fuerte tronido en el
suelo y posteriormente todo empezó a moverse. Al salir hacia la calle observé a
unos vecinos preocupados, pero guardando la calma. No se alarmaron, pues.
Lo cierto es que el
servicio telefónico, falló. Telcel no fue la Red en esta
ocasión. En algunas colonias de Chilpancingo se fue la luz eléctrica.
Dos horas antes del sismo,
se llevó a cabo un simulacro en dependencias gubernamentales, instituciones
educativas y compañías de la iniciativa privada.
La Secretaría de
Protección Civil del gobierno del estado informó que alrededor de 800 mil
personas participaron en el simulacro.
Para entonces todo estaba
en aparente calma. Lo único que tenían presentes los participantes en el
simulacro fue el sismo registrado el pasado 7 de septiembre en el sur de
Tonalá, Chiapas; un sismo que afectó viviendas y carreteras en los estados de
Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Y, lo peor de todo, fueron las pérdidas humanas.
El
estado de Guerrero ha sentido los sismos registrados en las últimas semanas, ya
que se ubica en una zona sísmica. Y esos no es todo. Los
huracanes y tormentas tropicales también han hecho de las suyas en suelo
guerrerense.
Afortunadamente el pueblo de Guerrero es solidario y se
ha sumado para apoyar a las entidades hermanas que son afectadas por desastres
naturales.
El estado de Morelos y la
Ciudad de México fueron los más afectados con el sismo de este martes, no
solamente en viviendas y carreteras, sino en la pérdida de vidas humanas.
Lamentable.
Luego del fuerte sismo, el
gobernador Héctor Astudillo Flores
canceló los eventos que tenía programados en la región de Costa Grande y se dio
a la tarea de visitar los municipios de Huitzuco de los Figueroa, Tepecoacuilco
y Atenango del Río para supervisar los daños ocasionados.
El mandatario estatal
también supervisó la brigada de salud y refugios temporales –que cuentan con
todo lo necesario para atender a familias afectadas por el sismo–, e instruyó
levantar un censo de casas, escuelas y templos dañados.
Además, informó que para este
miércoles se suspenden labores en dependencias gubernamentales para cuantificar
los daños.
El Congreso local y la Universidad
Autónoma de Guerrero (UAGro) también anunciaron que suspenderán labores y
clases, respectivamente.
Es
tiempo de solidaridad y de fomento a la cultura de la prevención.
ENTRE
OTRAS COSAS… El pasado 13 de septiembre de 2017, el
Congreso del Estado instaló el Primer
Periodo de Sesiones Ordinarias correspondiente al Tercer Año de Ejercicio
Constitucional y realizó el cambio de los integrantes de la Mesa Directiva
que fungirá hasta que concluyan los trabajos de la 61 Legislatura, que
presidirá el diputado Eduardo Ignacio
Neil Cueva Ruiz, del Partido Verde Ecologista de México.
Y desde esa fecha, el
perredista Perfecto Rosas Martínez es
integrante de la 61 Legislatura, ya que asumió el cargo en sustitución de Sebastián de la Rosa Peláez, quien
solicitó licencia para buscar la candidatura a senador de la República.
Este martes se convocó a
una sesión en el Congreso local, pero el sismo lo impidió.
Los
señores legisladores sesionarán “hasta nuevo aviso” para tratar diversos temas de
interés social. Hasta entonces, pues.
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