LO QUE SON LAS COSAS.
MIENTRAS EN otros municipios sus habitantes quieren, exigen y demandan obras,
ya porque son necesarias o se requiere la rehabilitación de las ya existentes,
en Chilpancingo, los comerciantes que todo piden sin dar nada a cambio, paradójicamente
están en contra de ellas. El motivo, que porque van a perder ventas, cuando el
propio gobierno municipal los apoya con recursos para resarcir esas posibles
pérdidas.
Ése es el motivo,
ciertamente, por el que los comerciantes asentados sobre la Avenida Álvarez,
que desemboca en el Centro de Chilpancingo, se oponen a su rehabilitación. De
no llevarse a cabo, precisamente por la actitud de los comerciantes que solo
ven sus intereses, y no el de la ciudad y el de los chilpancinguenses en
general, esos recursos, reitero, se perderían, en razón de que fueron
etiquetados única y exclusivamente para esa obra.
Es cierto que en otras
partes de la ciudad capital se requieren este tipo de recursos, y más en las
colonias populares y de la periferia, como sin duda se requieren en otros
municipios del estado, pero cuando se etiquetan para cierto tipo de obras, no
pueden ejecutarse para otras ni en otra parte, de tal forma que si no se llevan
a cabo por uno u otro motivo, estos mismos recursos se pierden al dejarse de
ejercer.
Resulta pues
contradictorio que mientras en otras partes del estado, y de la ciudad de
Chilpancingo se requieren obras, los comerciantes de la Avenida Álvarez se
opongan al proyecto de remodelación de la citada avenida, nada más porque van a
bajar sus ventas, a pesar de que las autoridades municipales, como lo hicieron
con los ubicados en la Avenida Alemán, también del Centro de la ciudad, los
apoyarán con recursos, precisamente para resarcir esa pérdida de ingresos.
Es mezquino, hay que decirlo,
la actitud de los comerciantes, aunque claro, así es su espíritu. Pese a los
apoyos recibidos del gobierno capitalino que encabeza el alcalde Marco Antonio
Leyva Mena, y los anteriores presidentes municipales, así como lo apoyos que
han recibido del gobernador Héctor Astudillo Flores, no ponen nada de su parte
en favor de la ciudad que hoy por hoy requiere de ellos, no de su sacrificio,
sino de su colaboración para embellecer esa importante avenida, como ya lo es
la Miguel Alemán.
Hay que decirlo. Si los
comerciantes del Andador Zapata se hubieran opuesto en su tiempo a su
remodelación y rehabilitación, nunca sería lo que actualmente es: una
importante vía donde están asentados una gran cantidad de negocios. Y eso mismo
puede decirse de los que están asentados en la Avenida Alemán, en donde tras su
remodelación, hoy es la más bonita, propia de una gran ciudad como lo debe ser
Chilpancingo, la capital del estado.
Es indudable que
Chilpancingo debe ser una gran ciudad, como lo son todas las capitales de los
estados del país. Chilpancingo, dicen muchos, es una de las ciudades capitales
más feas, y siempre le exigimos a las autoridades que hagan algo para
mejorarla, y cuándo éstas lo hacen, o intentan hacerlo, como es el caso, los
comerciantes y los empresarios se oponen a ello que porque las obras les causan
incomodidades y pierden clientes.
¿Cómo pues Chilpancingo va
a dejar de ser de las peores ciudades si sus comerciantes, voraces, se oponen a
las obras de remodelación y rehabilitación? ¿Cómo vamos a avanzar en ello, en
tener una ciudad “digna” si hay quiénes ven primero sus intereses personales y
no los de la ciudad? ¿Cómo vamos a ser una gran ciudad si sus comerciantes
piensan de forma “cuadrillera”? Jijos!!!
Lástima que tengan una
visión tan corta, pero además, mezquina. Por cierto, los recursos para ambas
obras de remodelación fueron gestionados por la diputada federal Beatriz Vélez
Núñez.
EN OTRO ASUNTO, CÓMO ES
POSIBLE que la delegación estatal de la Secretaría de Desarrollo Agrario,
Territorial y Urbano (Sedatu), a cargo de José Manuel Armenta Tello, diga que
esa dependencia no tiene dinero para continuar los trabajos de reconstrucción
por los daños que dejaron en Guerrero las tormentas “Ingrid” y “Manuel”? ¿Cómo
es que las supuestas empresas denunciadas por esa misma dependencia, por el
delito de fraude, sigan sin cumplir los contratos de construcción de vivienda?
¿Para qué carajos sirve entonces el delegado? ¿Sólo para cobrar?
¿Por qué la dependencia
que encabeza Armenta Tello, no hace uso de la fianza que toda empresa
constructora deposita cuando firma un contrato, precisamente como respaldo a
incumplimientos o para subsanar irregularidades? ¿Qué diablos es lo que
esconde, o para quién trabaja el delegado, que dicho sea de paso quiere ser diputado
federal? ¿Para qué sirve un funcionario así?
¿Sabrá el presidente de la
República, Enrique Peña Nieto, que en Guerrero, las dependencias como la
Sedatu, encargadas de la reconstrucción, solo le han hecho al “tío Lolo”,
dejando en entredicho su palabra, de cumplirle a los guerrerenses? ¿Sabrá que
lo están engañando, así como a los guerrerenses, con el cuento de que la
reconstrucción ya concluyó en el estado? ¿Sabrá que solo se robaron los
recursos destinados a la reconstrucción, y al llamado Plan Nuevo Guerrero?
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