Después del rechazo
universitario en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana, nada ha
sido igual, tanto para Enrique Peña Nieto y el priismo en México.
Los deslices realizados por
EPN, tanto en el plano de la política como en su vida personal; sucedió como
los avistamientos en el cosmo, se alinearon los pecados y vino la hecatombe.
Marchas por más de siete estados federativos y el propio Distrito Federal, mostraron
el músculo estudiantes universitarios, hombres y mujeres protestaron por el manejo indiscriminado
del recurso para enaltecer una pompa de jabón, que al calor de los ánimos
explotó en las propias narices de sus creadores.
El efecto Peña, ha hecho
mella en los candidatos del PRI en Guerrero; y, como resultado en la costa
grande, los priistas aún no salen de su asombro, pues el silencio de los
votantes, puede más sobre las mentiras ejercidas sobre éstos.