Taxco de Alarcón. A 26 de mayo de 2012. “¿Qué pasa después de la muerte? Ni idea” se preguntó y al mismo tiempo se respondió Regina Orozco al iniciar su espectáculo Regina Catrina, quien invocó a la muerte a través de anécdotas, bailes, cantos, versos, cuentos, películas y sobre todo su picaresco y buen humor que disfrutó el público de Jornadas Alarconianas.
El Corral Plateresco se transformó en un velorio, pero lejos de ser sombrío y fúnebre se dio un carácter alegre con luces y flores de colores y la compañía de un trío de excelentes músicos que dieron un ambiente de fiesta y otras de tristeza a cada interpretación de Regina como La Llorona, que imprimió un sentimiento triste y doloroso.
Entre anécdota, cuento y chistes sobre la muerte, Regina Catrina recurría a su repertorio musical sobre la muerte como la historia del amante desesperado en el cementerio en Bodas Negras; la visita de la temerosa Parca en el Corrido de los dos Muchachos; las promesas de amor después de vivos en Nuestro Juramento; al pobre Cleto que ya que cerró sus ojitos y tiene un muy mexicano velorio que es pura pachanga, y también saber que todos acabaremos como un Montón de Tierra y nos enterrarán en un una Vasija de Barro y tal vez después de muertos podremos volar muy bonito a las dos de la mañana con La Bruja.
El espectáculo de cabaret, ofrecido por Regina Catrina pudo ser disfrutado por un público que estuvo extasiado de principio a fin y celebró cada pieza llevada con magistral jocosidad hasta que la propia Regina Catrina se muere repentinamente y deja a todos muertos de risa.
Al ambiente de los cuarenta fue recreado con Gardenia club
Con luces tenues y teniendo como escenario principal el zócalo de Plaza Borda dio inicio Gardenia Club representando los años cuarenta a través del vestuario de los personajes y un salón de baile, en el cual el público formó parte de la escenificación a través de los cortes musicales como danzón y jazz.
En escena una cantante y un músico con una guitarra, así como los personajes que hablan de los sueños rotos, los cumplidos, añoranzas de lo que fue, lo que no sucedió, de los ayeres y de los nuncas que despertaron con más fuerza el recuerdo de aquellos años.
El público quedó satisfecho, pero podía verse sobre todo, en los rostros de las personas mayores una sonrisa especial, seguramente puesta en escena, despertó el recuerdo de aquellas noches de baile.
¡Ven y disfruta de las Jornadas Alarconianas, en Taxco de Alarcón, Ciudad Luz!