lunes, 7 de mayo de 2012

Tercera Vía El Debate: Quadri, la sorpresa. La edecán, la imagen. Ernesto Rivera Rodríguez



Lo lúdico no pudo faltar en el  primer debate  entre los candidatos presidenciales, que si bien no ocultaron mucho su sorpresa ante la voluptuosidad de la ex “play mate”, quedó ahí para el imaginario popular y el éxtasis de las redes sociales que la convirtieron en el primer trending topic desde el mismo inicio del debate y del posdebate, compitiendo con los acartonados contendientes que más que convencer, de contactar con el electorado, se dedicaron a lanzarse “golpes bajos” al mejor estilo del “Canelo”, quien retuvo su título por puntos, en tanto el puntero Enrique Peña Nieto, no salió bien librado de la jornada al  ser persistentemente atacado por sus dos principales contendientes, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota.
Dos horas de insomnio gracias a un formato acartonado, en donde los candidatos tuvieron que hacer gala de su esgrima e inteligencia, preparación y entrega, para no tocar piso, en tanto que las ideas claras, y serias sobre el futuro del país, quedó para otras ocasiones, para el “otro debate” como lo expresara Enrique Peña Nieto, al rebasar el límite de tiempo.
La idea central fue el universo de las grandes temas de la agenda nacional, en donde el único que toco temas de trascendencia y sin la preocupación de meterse en el lodazal de los señalamientos en contra, utilizó el tiempo a su favor, para vestirse y proponer con seriedad, y de esa manera el  candidato del Partido Alianza Nacional, Panal, Gabriel Quadri de la Torre, mostro eficacia, y “querencia” por su compromiso ante la ciudadanía y el electorado nacional.
Quadri, como lo señaló Carlos Reyes Paris, candidato del Panal, a la  presidencia municipal de Acapulco, se convirtió, no en el candidato a vencer, sino en el personaje sorpresa, quien desde la candidatura ciudadana, se reveló con muchísima más congruencia que los tres políticos profesionales, que si bien ni lo voltearon a ver, fue el fantasma que poco se ve en los medios, cuya “combi” se convirtió en “una todo terreno” en el campo de las disputas del intelecto, al aprovechar con tacto, y mucho colmillo, no meterse en el pantanal de las configuraciones y recriminaciones del trió: Peña Nieto - López Obrador - Vázquez Mota.
En tanto los espacios de las rede sociales hacían suyo en el híper espacio, sin la miopía de los batallones de masas asiduos a los partidos políticos, que no tardaron en encumbrar hasta la “ignominia” a su candidato predilecto, caso en Acapulco, del regidor porteño, Ramiro Solorio Almazán, que sin pudor alguno, magnificó la paupérrima y acartonada presentación y sustento intelectual y político de Enrique Peña Nieto, a quien en más de una ocasión “se le acabo el tiempo”, y que en esta ocasión no pudo contar con el apoyo abruptivo de “Paulina, la de la prole”, y sí se regodearon ante la “mínima presencia de la edecán, pero que con ello basto” para hacernos creer que las siguientes dos horas iba a ser semejantes, pero no fue así, porque si “una mariposa no hace verano”, la ex “play mate” si lo logro y por mucho,  mucho menos cuando Andrés Manuel López Obrador, quiso ilustrar a los televidentes con pruebas la relación entre Enrique Peña Nieto y Arturo Montiel, una supuesta fotografía, “que nadie vio” de los supuestos “tejemanejes entre ambos mexiquenses”, o cuando Josefina, sacó a la luz “la falta de claridad de la muerte de la niña Paulette y el alto número de femenicidios en el Estado de México.
Por momentos pareció que el encuentro de los presidenciables en el debate, se llevaba a cabo en los “lavaderos”, pero  no en los “lavaderos de billetes” que serán protegidos por Vázquez Mota, sino en los de la falta de calidad y altura de estadistas, que distan mucho de serlo, quedándonos todos, pero todos con un agrio sabor de  boca, ante la mediates en que se libro este primer encuentro entre los candidatos presidenciales, que optaron por el pugilismo verbal y no por el uso de un discurso con contenido, sino de oquedad, muy lejos del histórico debate de aquel 1994 entre Ernesto Zedillo, Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de Ceballos, donde el  candidato panista se encumbro 20 puntos sobre sus contrincantes, pero hoy, pocos muy pocos se acordaran mañana de las propuestas de Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, y muchos se preguntaran, quién es Gabriel Quadri,  pero muchos, muchos más, preguntaran: ¿tienes el teléfono de la edecán?, o no mi querido Watson. Email: gernestorivera@gmail.com