Teoría de conspiración: la CIA (Agencia Central de
Inteligencia) llevó a cabo experimentos secretos de control mental sobre
ciudadanos estadounidenses de la década de 1950 hasta 1973.
Sí, esto fue real, tan cierto que en 1995 el
presidente Clinton emitió un ofrecimiento formal de disculpas en nombre del gobierno
de los Estados Unidos.
Básicamente, la CIA se valió de drogas, dispositivos
electrónicos, hipnosis, privación sensorial, abuso verbal y sexual, y tortura
para llevar a cabo prácticas experimentales de ingeniería del comportamiento.
El programa repartió cientos de estos proyectos en más de 80 diferentes
instituciones, entre las que se incluían universidades, hospitales, prisiones y
empresas farmacéuticas.
La mayor parte de todo esto se descubrió en 1977,
cuando la Ley de Libertad de Información expuso 20 mil documentos previamente
clasificados que desencadenaron una serie de audiencias en el Senado. Dado que
el director de la CIA, Richard Helms, destruyó la mayoría de los archivos
relevantes del MK Ultra en 1973, gran parte de lo que realmente sucedió durante
esos experimentos aun es un completo misterio y, obviamente, ni una sola persona
fue llevada ante la justicia.
A modo de curiosidad, hay una creciente evidencia de
que Theodore Kaczynski, conocido como Unabomber, fue un individuo que participó
en el proyecto MK Ultra mientras estaba en la Universidad de Harvard en la
década de 1950 y 1960.
Además, cualquier referencia del MK Ultra con la
“Ultraviolencia” citada en la película La Naranja Mecánica, dirigida por
Stanley Kubrick (adaptada del libro de Anthony Burgess), así como los esquemas
de tortura de Alex, tal vez no sean una mera coincidencia.
Anthony Burgess trabajó para la inteligencia
británica y, según uno de sus biógrafos, él hombre fue testigo de los
experimentos del MK Ultra, ilustrando su obra con algunas pinceladas del
proyecto.