miércoles, 12 de marzo de 2014

AGUIRRE Y TABAREZ, SALDAN DEUDA ANCESTRAL CON LAS MUJERES COSTEÑAS. Por: Zoila Elena Solís Hernández.

Un beneficio en principio de cuentas para todos los atoyaquenses, pero  también para toda la región de Costa Grande resulta la colocación de la primera piedra de lo que será la  clínica de la Mujer en Atoyac de Álvarez. La apertura en próximas fechas de esta clínica en el municipio, es una muestra palpable de que el progreso de Atoyac,  se escribe y se encamina hacia el  desarrollo social desde bases sustanciales:   la equidad, la justicia, y la igualdad.
El mundo machista,  de dominación patriarcal, y de sometimiento de cacicazgos locales con muestras claras de dominación, centralizaron  el  poder y mezquindad en el manejo de los recursos públicos, la politica desarrollada en Atoyac, era entonces el resultado de  la falta de voluntad y discordia política de los gobernantes, y las élites de los partidos políticos, que desdeñaban dar prioridad a los asuntos de la mujer en materia de salud, y que han sido el pan nuestro de cada día y causantes de  la desventaja de cientos de hogares que solo han visto como las mujeres de su entorno, ante la falta de una detención a tiempo, han partido y  dejado en la tristeza y orfandad a muchos infantes, familiares y varones esposos, que muchos  se han portado solidarios con ellas, otros simplemente, el miedo al dolor que los evidencia   como vulnerables ante la mirada de sus homogéneos,  en su mundo machista,  los incitó siempre  a “Irse con otra, que no esté podrida, antes que ser señalados en su ego de macho”.
Me dio mucho gusto y alegría, como mujer y como ciudadana, ser partícipe de las emociones que ahí se vivieron. Pude  observar el evento, desde mi postura profesional de periodista,  de este hecho trascendental que marca  la era de una nueva etapa hacia el desarrollo en  Atoyac de Álvarez.  Ahí vi muchas mujeres convocadas por su  propia felicidad interna, la única válida, antepuesta   a su ideología, su color, su partido y su religión, al ver que pudo más la grata noticia de la consumación de un sueño, de miles de esfuerzos, por los que habían luchado y que parecía nunca iba a llegar: La clínica de la Mujer en Atoyac. También escuche que fueron reconocidos sus esfuerzos y que hoy eran parte de un avance que al fin se logra acariciar en bien de la sociedad guerrerense.
 Vi muchas mujeres ex regidoras, ex servidoras  púbicas, de todos los sectores y estratos sociales, mujeres enfermeras, doctoras, abogadas, maestras, licenciadas, amas de casa, jefas de familia, mujeres campesinas. Muchas mujeres y  también, muchos hombres  que fueron testigos de la colocación de la unión de voluntades políticas por un bien común, por un solo interés…. El desarrollo social  de un pueblo. Este cambio de  actitud en la forma de hacer política y resolver lo político, se verá reflejada en el resultado de ¡¡¡¡no  más muertes maternas a lo tonto, no, más por la falta de prevención oportuna, no más,  por falta de voluntad y sensibilidad política!!!!
Las piedras, que se colocaron verticalmente, fueron tal vez en el recuerdo de que la esperanza,   ahora era ya parte de un sueño consumado en gran dimensión y así,  fue el contexto del sentimiento tan humano que reinaba en el ambiente. Así, estos momentos son ya un fuerte cimiento que es parte de la realidad de la unión de  buenas  energías y de visión de desarrollo de dos hombres,   que honran la memoria de sus madres, con muestras de ser verdaderos seres humanos y de aprecio y amor a la mujer, y a sus esposas,   desde la envestidura de poder con la que dirigen a Guerrero y a la tierra cafetalera y que sus deseos de servicios solo son muestras de la capacidad genuina  y don nato de servicio, empuje, y arriesgo, rifándose todo por el todo, en la gestión pública y social para que los recursos alcancen y que les ha permitido tener el crédito de verdaderos  personajes legitimados, queridos y estimados por un pueblo que agradece y reconoce su vocación de políticos. Me refiero al Gobernador de mi Estado de Guerrero Ángel Aguirre Rivero y a nuestro presidente en Atoyac Ediberto Tabarez Cisneros.
Ambos consumaron voluntades, para dar paso al amor propio, desinteresado  y de reconocimiento a la columna vertebral de la sociedad….La Mujer. Ahí en esa muestra de inversión en la salud de ellas y ellos también, porque el cáncer de mama aparece en mujeres y varones y al faltar tan solo, uno de ellos, en los hogares, convierte a la sociedad más frágil.
La construcción de una unión de relaciones de poder,  dan manifiesto que pasaran a la historia,  Aguirre y Tabares Cisneros, por la realización de un buen trabajo, haciendo lo que les corresponde y cumpliendo las demandas de los que les llevaron a dirigir sus cargos.
Cuando la clínica se ponga en funcionamiento, habrá que seguir en la campaña de prevención, de que las mujeres acudamos  a realizarnos  los  estudios, informando sin descansar,  hasta que esta que la costumbre se haga cultura. Pero este avance de la Clínica de la mujer en Atoyac, es un acierto  con perspectiva de género, que ayudara a erradicar la violencia en las mujeres, habrá más conciencia de mujeres queridas y apreciadas por ellas mismas, niñas y niños que ante la falta del cuidado de una madre, ya no crecerán  sin su cariño y ternura. Habrá entonces mujeres valientes que sabrán, que la lucha será por ellas mismas.  Hombres y mujeres que ante la falta de un ser querido, han sido  presas fáciles de sus emociones y que se reflejan en sociedades dejadas  que no luchan y menos vigilan su desarrollo.
Hoy veo un Atoyac avanzando.