Lorena Martínez Rodríguez tiene la posibilidad de ganar fama pública como sui generis fiscal del consumidor si con mano de hierro cumple la oferta de combatir a los especuladores de productos de consumo popular. Dice tener evidencias de que es artificial el aumento al precio del kilo de limón y que irá a la PGR a denunciar a los coyotes del cítrico. Veamos.
Fresco el escandaloso encarecimiento del huevo de gallina, dizque consecuencia de la gripe aviar que atacó especialmente a la granjas del bajío, los consumidores nacionales enfrentan una alza superior a 400 por ciento en el kilo de limón, que se ha convertido en artículo de lujo.
En otras ocasiones los incrementos al precio de productos de consumo básico como la carne, el arroz y el frijol han sido precedidos de supuestos problemas de carácter sanitario, o consecuencia del mal tiempo, sequías o exceso de lluvias. El caso es que al poco tiempo los precios bajan, mas no de golpe a los que se encontraban antes de la carestía.
Abundan, eso sí, evidencias de especulación en productos básicos. Sin embargo, la autoridad solo aplica multas que, con holgura pueden pagar los especuladores, pero no ejercita acción penal contra estos personajes que medran con la necesidad humana; sus nombres quedan en reserva.
Pura impunidad. Eso de amenazar –como lo hicieron hace unos días las secretarías de Agricultura y de Economía, en el caso del limón--con abrir las cuotas de importación de la carne, el huevo, granos y cereales que en su momento han entrado en la espiral de encarecimiento, es un paliativo que se aplica cuando los especuladores, estos que compran cosechas a pie de carretera, árbol o sembradío, ya se alzaron con multimillonarias ganancias.
Las 800 sanciones aplicadas, hasta ayer, por la Procuraduría Federal del Consumidor, cuya titular, la aguascalentense Lorena Martínez Rodríguez, citó en un monto de 150 millones de pesos, en este periodo alcista del cítrico, demuestran que las ganancias son escandalosamente superiores mediante la especulación.
Aunque lo más interesante, es que doña Lorena declaró que hay indicios de posible acaparamiento del producto. Y sin duda lo hay con multimillonarias ganancias. Si tienen capacidad para pagar 150 millones de pesos en multas, ¿cuántos cientos más se embolsaron en el lapso de esta burbuja alcista?
Ése es el punto que debe atacarse, con prioridad.
La pregunta es si, con ese fundamento de indicios de acaparamiento la Procuraduría General de la República emprenderá investigaciones que detonen con órdenes de aprehensión contra los especuladores, porque de otra forma será el mismo rollo demagógico y de impacto mediático, este procedimiento político que sólo da atole con el dedo y vuelve a dejar en el desamparo al consumidor.
¿Ochenta pesos por un kilo de limón? ¿Cincuenta pesos el kilo de jitomate (en su momento)? ¿Bisteces a 175 pesos el kilo? Bueno, lo de las gasolinas la autoridad lo pretextó con el fin de llegar a precios internacionales. Hoy el litro de gasolina es más caro en México que en Estados Unidos.
La procuradora Federal del Consumidor, Lorena Martínez, advierte que presentará denuncia penal ante la PGR contra quién o quiénes resulten responsables del encarecimiento artificial del limón, es decir, contra acaparadores. No es difícil dar con ellos; ahí andan en las zonas productoras del cítrico. ¿Le creemos? ¿Meterá a chirona a los encarecedores?
Por de pronto, Diconsa le entrará al quite y, ¿sabe usted de dónde traerá 450 toneladas de limón para vender al kilogramo a 26 pesos en 6 mil de las 26 mil tiendas que tiene en el país? Ni más ni menos que de Michoacán, donde según los que acusan existencia de una plaga, la producción se habría desplomado. Lorena Martínez tiene fama de implacable. Conste.
MIÉRCOLES.- Por cierto, este martes 25 de marzo, por mayoría de 397 votos a favor, 45 en contra y dos abstenciones, en lo general, y de 301 a favor, 99 en contra y dos abstenciones en lo particular, este martes el pleno de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de decreto que expide la Ley Federal de Competencia Económica y reforma el artículo 254 Bis del Código Penal Federal. Se trata de combatir a los monopolios que, como dijo el diputado priista Adolfo Bonilla Gómez, ha generado precios que elevan costos de operación de las empresas y afectan a la economía de las familias mexicanas que pagan hasta 40 por ciento de sobreprecios. ¿Y sabe quién se opuso, oootra vez y rabiosamente a un consenso legislativo? Sí, Ricardo Monreal Ávila. Digo.