Esta es una verdadera
historia de amor entre una serbia (Marina Abramovic) y un alemán (Ulay). Una
pareja de artistas que se conocieron allá por el 76´ en Ámsterdam.
Fue un amor a primera
vista y juntos se potenciaron creativamente dedicándose en cuerpo y alma a
hacer performances poniendo el foco en la conceptualización de lo humano.
Luego de vivir varios años
juntos vieron que la relación llegaba a su fin y de común acuerdo hicieron la
última performance titulada “Los amantes”. La idea era que Marina y Ulay
empezaban a caminar por separado los dos extremos de la Gran Muralla China para
luego encontrarse, abrazarse y despedirse para siempre. Una idea, tenemos que
reconocer realmente INCREÍBLE para terminar con una relación.
Luego se separaron por 23
años, hasta que un día Marina realiza en el Moma su performance “El artista
está presente” que básicamente consiste en mirar durante 1 minuto y en silencio
a todos los que se sentaban frente a ella… hasta que de pronto el que se sienta
es el mismo Ulay. Sí, 23 años después, sin saberlo, el gran amor de su vida la
mira fijamente durante 60 segundos.
¿El resultado? Mírenlo con
sus propios ojos…