ROGELIO MARTÍNEZ |
Rogelio Martínez Faz/ National Geographic Channel, NatGeo, dentro en su programación tiene una serie llamada “Border wars” -guerras fronterizas-. Una especie de ‘reality show’ que muestra uno de los aspectos que denigran a la especie humana. En él se muestra la persecución contra la fayuca humana y de drogas cruzando la frontera estadounidense de manera ilegal.
Después de la captura del capo de capos, el más perseguido, querido y admirado: “El Chapo” Guzmán, el ‘reality show’ se puso de moda transmitiendo estos documentales “educativos” (domingo 2 de marzo de 11am a 6pm C, por cable). Ahí se ve y se mide la mísera suerte por la que pasa el ser humano en su búsqueda por una “vida mejor” que se convierte en una de sobrevivencia, con actores voluntariamente forzados a participar, provenientes en su mayoría de Latinoamérica, en particular mexicanos.
En este show se aprecia cómo el Departamento de Aduanas (Customs and Border Protection), la migra (Immigration and Customs Enforcement, ICE), la DEA (Drug Enforcement Administration), y la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) que componen el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, van tras sus presas correteándolos entre matorrales por tierra y aire usando tecnología avanzada, para después someterlos como animales de fauna silvestre o de rapiña, llamados “ilegal aliens”. Cuando hay mujeres y niños el espectáculo es dantesco. Da lástima y vergüenza propia. Pero también se expone a otra realidad, esta tiende a conceptuar por igual a todos los de apariencia “alien”.
Son documentales de entretenimiento informativo presentados como si se tratara de un fenómeno natural de la fauna silvestre. En este caso estelarizados por los inmigrantes indocumentados y traficantes de drogas, parte del elenco de NatGeo. Que lo hace público para que el mundo constate como los “aliens” violamos la ley, y las autoridades cumplen su función para preservar el equilibrio ecológico.
Culpar a los agentes fronterizos o a los de antinarcóticos seria evadir la responsabilidad propia, pues ellos están haciendo su trabajo, además muchos de ellos tienen el mismo origen de sus presas. Un reality que muestra la indigencia del ser humano, con actores reales que no van a recibir un Oscar como los que maromean en el espacio hollywoodense en filmes tediosos. Es con los que decidimos correr el riesgo en parte por la carencia de oportunidades y falta de carácter para superase. Harapientos y sedientos actores de un drama real para ejemplificar la miseria que denuncia las carencias de nuestros lugares de origen.
Una migración que lleva en el lomo no solo una mochila para sobrevivir o droga como mula. También se carga la frustración y el fracaso, de la falta de justicia e igualdad social, de una sociedad carente de motivación, falta de opciones para superarse que no sea la de caer en las redes del crimen, por lo que se escoge la “salida” fácil: ir al extranjero. Es como huir de sí mismos, cambiando la poca suerte que se tenía por la desgracia quizás de vivir marginados en un “primer” mundo donde puede ser cazado como animal silvestre, que se encuentra fuera de su hábitat o como “drug smuggler”.
Si usted es uno de esos que no se siente identificado como “ilegal alien” porque no ha tratado de cruzar la frontera de manera ilegal, no se fíe, ese criterio es generalizado si pertenecer a la especie humana con el ADN de “alien”.
Esto se puede comprobar si usted viaja por carretera del lado estadounidense cerca de la frontera. Y si se fija hacia el horizonte a los lados del “expressway”, posiblemente podrá ver cómo los agentes con uniforme verde peinan la zona entre matorrales en busca de “aliens” a los que tenemos características de “ilegales”. Si se detiene para cargar gasolina en estos lugares y coincide con agentes del aparato de Seguridad Nacional, notará sus miradas desafiantes para provocar una reacción que lo delate no ser parte del ecosistema.
Pero en caso de que usted sea uno de los suertudos que logró cambiar su hábitat de origen por uno “digno” en EU para ser “hispano”, y para lograrlo tuvo que pagar hasta 10 mil dólares a los coyotes -parte de la fauna salvaje-, es probable que una vez establecido como es común en nuestras comunidades en la Unión Americana, las narconovelas sean parte de su entretenimiento familiar, que en su mayoría glorifica a los narcos, con lo que los productores y corporaciones televisivas hacen su “agosto” poniéndole un rostro bonito a la maldad con artistas atractivos, para que se sienta orgulloso de su raza y sean el eje central de su entretenimiento. Dentro de poco podrá ver la vida y obra de “El Chapo”. Mientras en los canales donde se transmiten los shows de NatGeo seamos ejemplo y lástima de los demás y vergüenza propia.