viernes, 3 de junio de 2016

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias No hay MAL que dure un trienio, ni pueblo que lo aguante

EFRAÍN FLORES IGLESIAS

Para el PRI es un lastre, un mal gobernante; y para los chilpancingueños, un bueno para nada. Por supuesto, me refiero a Marco Antonio Leyva (MAL), motejado como Alcalde Chambitas.

Éste personaje le quedó grande la Presidencia municipal de Chilpancingo; es más, nunca se imaginó llegar a despachar en el Ayuntamiento. Ganó la elección del 7 de junio del año pasado por el efecto Astudillo, porque si la contienda hubiese sido solamente de alcaldes y diputados (locales y federales) y no de gobernador, el PRD sería el ganador en la capital del estado.

Ya los capitalinos extrañan a Mario Moreno Arcos, de quien se dijo en su momento que había sido un mal alcalde, pero resulta que El Chambitas ha demostrado en poco tiempo ser un inepto.

No hay día en que no haya protestas ciudadanas en su contra. Ni los empresarios lo ven bien. La inseguridad pública, la causa.

Pero eso sí, el alcaldete de marras ha saturado la nómina de puros cuates y ha sido denunciado por regidores de su partido de jinetear recursos correspondientes a obra pública.

El priismo local ha encendido focos rojos, ya que temen perder Chilpancingo en 2018. Y, conste, el tricolor también corre el riesgo de perder importantes espacios que lograron en la elección de 2015.
A MAL no le importa eso. Su prioridad es darles chamba a los familiares de Héctor Avilés García (coordinador general del Gabinete), Fabián Yáñez García (secretario particular) y uno que otro pelele que lo defiende en las redes sociales. Tampoco le interesa que Chilpancingo tenga servicios públicos de calidad, pues es evidente su ambición por el dinero. Eso de tener guardo el dinero de obra pública en los bancos, lo exhibe demasiado.

No obstante, El Chambitas se rodea de funcionarios odiosos, que no los calienta ni el sol. ¡Y cómo no! Todos lo emulan para quedar bien con él y no perder la chamba. Así se entiende su comportamiento. Y uno de ellos es Gustavo Adolfo Morlet Berdejo, quien cobra como secretario general del Ayuntamiento. Éste longevo funcionario ha sido denunciado por personal adscrito a la dependencia a su cargo, de déspota y estar entretenido (de vez en diario) con su teléfono móvil para postear en Facebook una que otra tontería.

Los que votaron por MAL el año pasado deben reconocer que la regaron, porque eso de votar por mitómanos e insensibles tiene consecuencias negativas. Y estaban conscientes de que votaron por el MAL y no por el bien. Sobre advertencia no hay engaño.

Lo bueno de todo, es que no hay MAL que dure un trienio, ni pueblo que lo aguante. ¿O no, mis estimados lectores?

Y el PRI que ni se queje, porque la cúpula fue la designó a MAL como su candidato en Chilpancingo. Que se aguanten de tener a un alcalde mamerto e inepto.

ENTRE OTRAS COSAS… Y ya que hablamos de alcaldes ineficientes, en Mártir de Cuilapan (Apango), Felícitas Muñiz Gómez, sigue echándose a sus gobernados en su contra.

Al Congreso local ya fue turnada una solicitud para iniciar un juicio político en su contra. La corrupción que ha cometido la susodicha militante de Movimiento Ciudadano (sí, el partido de Luis Walton Aburto) está a la vista. Hay evidencias de ello. Sus denunciantes las han mostrado.

Ah, pero de eso el diputado Ricardo Mejía Berdeja no opina nada. Muy calladito el señor. Por eso siempre he dicho que los de MC nomás ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. ¡Zas!

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