Llama la atención que a
ocho meses cumplidos de la actual administración estatal sus colaboradores
persistan en informar a medias al gobernador Héctor Astudillo.
Lo digo porque en una
entrevista que se le hizo el pasado domingo inauguró los trabajos de
rehabilitación de la avenida Ejército Nacional en Acapulco, el mandatario dijo
que el ajuste presupuestal anunciado por el secretario de Hacienda Luis
Videgaray Caso para prevenir el impacto negativo de la separación de Reino
Unido de la Unión Europea no afecta a Guerrero.
“Hasta el momento no”, dijo Astudillo quien
señaló que el recorte es al gasto corriente federal.
Efectivamente, el 91 por
ciento del ajuste anunciado por el secretario de Hacienda es al gasto
corriente, pero el resto se aplicará en salud, educación y el campo.
Únicamente en educación,
hay una disminución de 43 millones 308 mil pesos al programa de Escuelas de
Tiempo Completo para Guerrero, según dijo Videgaray, y textualmente lo
publicaron varios medios nacionales de comunicación.
Esto significa que se
recorta el 6.8 por ciento de su presupuesto para atender a mil 345 escuelas que
dan clases a más de 136 mil alumnos, de preescolar, primaria, secundaria,
educación indígena y educación especial que operan en esa modalidad; 621 de las
cuales proporcionan alimentos a 72 mil 363 estudiantes guerrerenses.
No creo que se haya
tratado de una omisión del gobernador el no hablar de la afectación a miles de
niños y adolescentes, ya que se ha caracterizado por hacer frente de manera
honesta a todo tipo de situaciones difíciles, como lo hizo el sábado al
anunciar en conferencia de prensa que no se podría nadar en las playas de
Acapulco ni, ese día, ni el domingo, por las marejadas ocasionadas por el
fenómeno mar de fondo.
Ese es un anuncio nada
fácil para quien gobierna un estado cuya economía depende mayoritariamente del
turismo que viene los fines de semana a disfrutar las playas de Acapulco, ya
que puede impactar en los flujos de visitantes -lo que afortunadamente no
sucedió- y que sin embargo Héctor Astudillo tuvo la determinación de hacerlo
para salvaguardar la vida de los turistas y evitar un problema peor para este
destino turístico.
De ahí que es evidente que
no fue debidamente informado por su equipo de colaboradores sobre lo anunciado
por el secretario de Hacienda y su impacto en el estado.
Y es que a ocho meses de
haber tomado posesión el gobernador aún no realiza ajustes a su gabinete ni les
cobra la factura a aquellos que se empeñan en tratar de hacerlo quedar mal como
el hombre mejor informado que debe ser en el estado.
Al enemigo tenerlo cerca,
recomienda Nicolás Maquiavelo. ¿Hasta cuándo? Preguntamos los no iniciados.
jalepezochoa@gmail.com