EFRAÍN FLORES IGLESIAS |
Todo indica que no aprenden de sus errores y quieren seguir tropezando
con la misma piedra. Ya les gustó hacer el papel de rogones. Primero le
pidieron a Andrés Manuel López Obrador
valorar una alianza en la elección de 2018, y ahora le imploran al ex
gobernador Ángel Aguirre Rivero
regresar a las filas del PRD.
Se sienten huérfanos. Les invade la
desesperanza.
Necesitan un patriarca, un pastor o un guía para que les diga qué hacer
para regresar al poder y no seguir fuera del presupuesto.
Se acostumbraron a las migajas que Ángel
Aguirre les daba cuando era el mandamás en Guerrero; se acostumbraron a
hincársele y decirle jefazo, y olvidaron su pasado combativo como partido de
oposición.
En efecto, me refiero a algunos dirigentes de tribus del perredismo en la entidad, aquellos que añoran tener
cargos en la estructura del gobierno del estado o regresar al Congreso local
como diputados.
Buscan a López Obrador solamente cuando lo
necesitan y no porque realmente
les interese su proyecto alternativo de nación. Quieren que el dueño de Morena
los regrese al poder, porque ya se dieron cuenta que cada vez que el político
tabasqueño se lanza para la Presidencia de la República, los ganones son ellos.
En 2006, por ejemplo, obtuvieron dos Senadurías y carro completo en los 9 distritos electorales federales. David Jiménez Rumbo y Lázaro Mazón Alonso no llegaron al
Senado de la República por su carisma y estructura electoral, sino por el
arrastre de López Obrador. Y en 2012 pasó lo mismo. Armando Ríos Piter y Sofío
Ramírez Hernández se convirtieron en senadores y el PRD volvió a ganar las 9
diputaciones federales.
Y como ‘El Peje’ les dio un portonazo, un grupo de diputados locales y
cabecillas de corrientes optaron en buscar a Ángel Aguirre, con quien
desayunaron el jueves pasado en el restaurante “La Cassarole”, que se ubica en
la Ciudad de México, en donde le pidieron regresar al PRD. Hasta una foto se
tomaron en señal de camaradería.
Hubo quienes negaron tal versión, pero el diputado local y dirigente de
Democracia Social, Raymundo García
Gutiérrez, reveló lo que realmente ocurrió en dicho encuentro.
“Ángel Aguirre es una figura que tiene el pulso político, tiene muchos
amigos, muchas amistades que le estiman, lo aprecian, los perredistas queremos
que se mantenga así, y que se sume más”, declaró a un diario estatal e insistió: “Le estamos pidiendo que se reincorpore, le estamos pidiendo
que se mantenga en sus amistades, amigos, para que podamos ir nosotros
impulsando un proyecto esencial”.
Si Raymundo García quiere de regreso al
defenestrado gobernador por el Caso Iguala, es porque quiere sobrevivir
políticamente en 2018.
Además, fue parte de su gobierno, fungiendo como contralor Interno de la
Secretaría de Salud, dependencia en donde se han detectado diversas
irregularidades financieras.
Y eso no es todo, el también ex alcalde de Acatepec impulsó a Erik Ulises Ramírez Crespo como
candidato a la presidencia municipal de Cocula en 2015 y quien actualmente se
encuentra recluido en el penal federal 12 de Ocampo, Guanajuato, por
delincuencia organizada bajo la hipótesis de que cometió delitos contra la salud
en su modalidad de fomento. También es un
aliado clave de Lázaro Mazón, el padrino político del ex alcalde de Iguala,
José Luis Abarca Velázquez.
Otro que se ufanó de haberse reunido con el mentado Jefazo, es Víctor Aguirre
Alcaide, dirigente de Unidad de Izquierda Guerrerense (UIG) y actual
funcionario municipal de Acapulco, quien en su cuenta de Facebook subió una
fotografía y el siguiente comentario: “En Días pasados me dio mucho gusto
saludar al Exgobernador y además mi amigo Ángel Aguirre Rivero, en Una Conversación
amena e interesante, queda claro "las Voluntades están (sic)”.
No está mal que se reúnan con el ex mandatario estatal, ni que éste
regrese a la arena política para buscar un cargo o impulsar a su vástago Ángel Aguirre Herrera, quien también ya
empezó a reunirse con sus fans y voceros.
Lo criticable es el nalgasprontismo
de algunos personajes del PRD, quienes por un lado le ruegan a López Obrador a
que los abandere en 2018, y por el otro, le imploran a su jefazo regresar a
donde nunca debió irse. Lamentable su comportamiento. Por eso Morena los manda
a cada rato por un tubo.
No entienden que Aguirre les va a seguir
complicando el escenario.
No hay que olvidar que desde Los
Pinos a Aguirre lo ven con lupa y que pueden desempolvar el expediente que
hay en su contra por diversas causas. ¡Ojo!
ENTRE OTRAS COSAS… En el Ayuntamiento de Tixtla no todo es
derecho ni confiable como lo prometió en campaña el alcalde perredista Hossein Nabor Guillén.
Víctor Hugo Romero Valencia, quien cobra como secretario general, hace
lo que se le da la gana; se siente el jefe de la administración municipal y su
soberbia lo hace cometer excesos.
Mientras algunos ex trabajadores han ganado laudos en contra del
Ayuntamiento y que no les han querido pagar bajo el argumento de que no hay
recursos, el gobierno “justiciero” de don Hossein sí tiene para pagarle a su
amigo Víctor Hugo Romero, quien además es su suplente en la Alcaldía. ¡Zas!
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