KARMELYNDA VALVERDE |
Chincuales
presidenciales
Enrique
Peña Nieto se dio el volteón número 31 por mi pozolero, chilenero y mezcalero
estado. La neta que ha chincualeado bien y bonito por estos aguerridos lares.
Sin temor a equivocarme, ´podría jurar
ante un altar que es el nuestro, el estado más visitado por el actual Preciso
del territorio de Mexicalpán de la Tunas.
O
sease que por visitas y chincuales presidenciales no paramos. Desde que los
huracanes Manuel e Ingrid se agandallaran con estos sureños lares, don Quique
se puso manda de echarnos la visitadita cada vez que se sacuden las palmeras.
Pero
como que o no habla bien claro, o los funcionarios pozoleros son más caones que
bonitos, y le aplican el ‘’no peleshion’’, porque por ejemplo hay varias casas
del sangoloteado temblor de aquél del 20 de marzo qué o quedaron a medias, o ni
siquiera las comenzaron a levantar. Lo mismito pasa con los damnificados de
Manuelito e Ingridcita, a quienes nomás les dieron atolito con el dedo.
Pero
lo que me cuachalanga hartamente de don Quiquirrín es que es aferrado y no
pierde la fe. Por exceso de balazos, de muertos o de ‘’aigres’’ y harta
agua, él va a venir a echarnos la
visitada.
Menos
mal que no lo trajeron a que festejara con nosotros los 86 añitos de que el
bello Nido dejó ser pueblo bicicletero (más bien burrero, pues neta había más
burros que bicis), porque si bien se hubiera entretenido con las danzas del
Toro, de Los Tlaminques, La Conquista y anexas; y en una de esas hasta se hubiera animado a
bailar una chilena con una de las guapas chicas que enfundadas en largas
enaguas rojas y blusa de chaquira, presidían la Danza del Toro y de esquina en
esquina se echaban su chilenita con don Terrón, si le hubiera tramafat
protocolario al checar el dato del plantón de más de hora y media, que los
encargados de este acto oficial aplicaron a los asistentes a la develación de
la estatua del notable guerrerense don Fidel Guillén Zamora.
La
cita según la invitación, decía 19:00 o sease las siete de la tarde-noche,
incluso después de 40 minutos de espera, la Regidora Liz Montero, pidió
disculpas y un poco de paciencia, anunciando que ya ‘’en unos minutos más,
daremos inicio con este acto’’ pero nones como
dijo Tom Jones. Seguían los tamborazos al otro lado de la plaza cívica,
mientras los que esperaban desesperaban. Alguien dijo, que era una falta de
atención a los convocados. El otro opinó que ‘’es que se trata del Pendón, de
nuestras danzas’’. Otra más remachó ‘’pues hubieran escogido otro día para la
develación de la estatua, y ahí que les
hubiera amanecido con su pendón. Unos se iban, otros llegaban. Solamente los
familiares cercanos del diputado constituyente,
permanecieron estoicos aunque comenzaban a incomodarse, pero nadie se
movió de sus sillas excepto una de sus parientitas, que se chispó
ipsofactamente luego de hora y media de espera.
Lo
bueno, es que finalmente y luego de polémicos ‘’Tú las tráis’’ habemus
‘’menumento’’ de don Fidel Guillén Zamora. ¡Y no es por dárselos a desear pero
quedó a todas margaritas. Buen diseño, con una atractiva jardinera, con una
inclinación favorecedora, que permite que desde la Casa Verde, se observe
perfectamente la obra completa.
Pero
volviendo al asunto introductorio de esta entrega, Peña Nieto, volvió a
chincualear por nuestras pozoleras tierras. Ya le gustó tanta pozolera chincualeada y neta,
neta, al menos a esta Palomita le cuadra que nos visite tan seguido, porque al
apersonarse trae beneficios a la gente
que más lo requiere y necesita…ya nomás tengo la fe y la esperanza de que un
día, antes de chisparse de Los Pinoles, le habrá ‘’jallado’’ el modo al Mando
Único, para poder aplicarle la Wilson radioactiva a la delincuencia organizada.
¡He dicho!