POR SUPUESTO QUE EN EL
CASO DE GUERRERO hay que auditar la nómina de la Secretaría de Educación del
estado (SEG), como lo ha anunciado el secretario de Educación Pública (SEP),
Aurelio Nuño. Por supuesto que su revisión es necesaria con el fin de conocer su
situación actual, y en consecuencia corregir deficiencias, errores e
irregularidades, como por ejemplo, el por qué el dirigente de la Coordinadora
estatal de trabajadores de la educación en la entidad (Ceteg), Ramos Reyes,
sigue cobrando como maestro a pesar de que no está adscrito en ninguna escuela
del estado.
Y por qué también el que
se dice vocero de los padres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala,
Melitón…, quien tiene casi dos años de haber abandonado el cargo de supervisor
en la zona de Acapulco, también sigue cobrando puntualmente un salario, como
tantos otros maestros aglutinados en la Ceteg, quienes con el pretexto de estar
en contra de la llamada Reforma educativa, han abandonado a los alumnos, las
aulas y las escuelas para andar de marcha en marcha, bloqueando carreteras y
tomando o incendiando edificios públicos?
Y por qué también la
Secretaría de Educación Guerrero les sigue pagando a 400 maestros que están
comisionados en la Ceteg, en franca violación a la norma que señala que los comisionados
del sector educativo deben ser pagados por su sindicato o su organización sindical?
Por supuesto que es
necesaria una auditoría a la nómina de la SEG para conocer su realidad, pero
además para que nos digan cómo es posible que haya quienes ganan mensualmente
hasta 250 mil pesos, mientras que otros no pasan de los 10 mil pesos? Por
supuesto que es necesaria y urgente para corregir errores, deficiencias e
irregularidades, y en su caso fincar responsabilidades, incluso para quienes
desde el poder han entregado plazas sin techo presupuestal, y en el peor de los
casos las han vendido sin ningún escrúpulo.
Por supuesto que urge una
auditoría a la nómina de la Secretaría de Educación Guerrero, pero también una
auditoría a la plantilla de trabajadores de esa secretaría, pues no basta saber
cómo se gasta el presupuesto destinado a esa dependencia, sino también en quién
se ejerce. Por supuesto, también se requiere una auditoría administrativa con
el fin de poner a cada cual en su lugar.
Por supuesto que en la SEG
hay que poner orden, corrigiendo errores, deficiencias e irregularidades, y por
supuesto que hay que auditar al propio secretario de Educación en el estado,
José Luis González de la Vega, es decir, el periodo en que se ha desempeñado
como tal. La auditoría que anuncia el titular de la Secretaría de Educación
Pública, también debe alcanzar a quien encabeza el sector educativo en
Guerrero, toda vez que hay antecedentes de irregularidades cuando ocupó el
mismo cargo durante el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo.
Es cierto. Hay que auditar
la nómina de la SEG, pero para corregir todas las deficiencias e
irregularidades en esa secretaría es necesaria una revisión integral, en la que
se incluyan las decisiones de González de la Vega en lo que va de este
gobierno, y si fuera posible, fiscalizar su actuación y desempeño cuando en el
gobierno de Torreblanca Galindo, ocupó el mismo cargo por primera vez. ¿Quién
no recuerda que al final se denunció un desfalco a la Secretaría de Educación
Guerrero de más de dos mil millones de pesos?
Por cierto, quién o
quiénes son los responsables de que los maestros, la mayoría de ellos, y que
por cierto son los que menos ganan, tengan descuentos sobre descuentos como
consecuencia de que han sido engatusados por diversas empresas con préstamos,
seguros de vida, o compras? Con razón muchos no la ven llegar.
Y EN OTRO ASUNTO, ES
INDISCUTIBLE QUE Chilapa, como todo el estado de Guerrero es mucho más que
violencia e inseguridad. Chilapa es gente de bien, de trabajo, y de ganas de
salir adelante. Chilapa es cultura, tradiciones, gastronomía, artesanías. Es
ganas de salir adelante.
Así lo dice el alcalde de
ese municipio, Jesús Parra, quien no niega que en Chilapa hay inseguridad pero
también afirma que con el apoyo del gobierno del estado que encabeza Héctor
Astudillo Flores, se están atendiendo y resolviendo los grandes problemas ahí
existentes y que por alguna razón no se les prestó atención en su momento.
Por supuesto, Jesús Parra,
o “Parrita”, como le dicen lo chilapenses, quienes lo ven más como amigo que
como presidente municipal de Chilapa, también reconoce el apoyo del gobierno
federal, quienes a través de sus diversas secretarías coadyuvan en el
desarrollo de ese municipio, bajo la dirección del primer edil.
Claro. Siempre habrá quien
no esté de acuerdo con el trabajo que encabeza Jesús Parra al frente del
gobierno municipal de Chilapa. Sin embargo, son los menos, pues es la mayoría
de los chilapenses están convencidos de que tienen un alcalde comprometido con ellos.
Los resultados ahí están, a la vista de todos, y no por nada el gobernador del
estado, durante la última visita que realizó a ese municipio, calificó a Jesús
Parra como un buen hombre y un buen alcalde.
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