EFRAIN FLORES IGLESIAS |
Manlio Fabio Beltrones Rivera hizo bien en dimitir como dirigente nacional
del PRI. Tal vez sus adversarios celebran su decisión.
El mensaje que los electores dieron el pasado 5 de junio fue muy claro:
reprobación a gobernadores corruptos (Javier
Duarte de Ochoa, Veracruz/César
Duarte Jáquez, Chihuahua/Roberto
Borge Angulo, Quintana Roo/Egidio
Torre Cantú, Tamaulipas) y al gobierno impopular de Enrique Peña Nieto.
Se fue Manlio Fabio al no ganar las 9 gubernaturas que se puso como
meta. Fracasó. Es evidente que un priista incrustado en el poder contribuyó en
su fracaso. El propósito era muy, pero muy claro, sacarlo de la carrera
presidencial.
El sonorense no es el único culpable, insisto. La derrota no es
huérfana, tiene muchos padres, muchos responsables. A Manlio Fabio solamente le
tocó un mal momento en su carrera política, lo cual no quiere decir que esté
muerto políticamente, ya que es uno de los hombres más experimentados del
sistema político mexicano, un gran operador político, un excelente
parlamentario.
Por el momento, sus adversarios lograron sacarlo de la jugada para la
grande (Presidencia de la República), pero olvidan que lo van a necesitar para
hacerle frente al PAN y al populismo representado por Andrés Manuel López Obrador. Y el PRI no está bien que digamos.
Atraviesa por un mal momento y su caballada
está flaca. Los gallos del inquilino de Los
Pinos no crecen, son tecnócratas y alejados del pueblo. No hay quien pueda
salvarlos en 2018.
A Manlio Fabio también le fallaron sus colaboradores más cercanos,
quienes no dieron el ancho. Uno de ellos es Manuel Añorve Baños, secretario de Operación Política del Comité
Ejecutivo Nacional del PRI, quien pretende contender por la gubernatura del
estado de Guerrero en el año 2021.
Don Beltrone, como le dicen algunos, está analizando qué
papel jugar y con quién jugársela en 2018. Y Miguel Ángel Osorio Chong no es de su agrado. Bueno, eso dicen los
que saben. ¡Zas!
ENTRE OTRAS COSAS… Mientras a Manuel Añorve le fue mal el
pasado 7 de junio, al ex alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, regresa triunfal a Guerrero.
Tres semanas antes de la elección, el CEN del PRI lo designó delegado en
el estado de Tlaxcala para fortalecer la campaña del candidato a gobernador,
Marco Antonio Mena Rodríguez, quien resultó ganador de la contienda.
En mayo, a Marco Mena lo daban como perdedor ante el PAN. Y se comenta
que a Mario Moreno lo invitaron a operar en ese estado para darse un “quemón” y
frenarlo de esa manera para ser dirigente estatal del PRI en Guerrero. Pero al final
los quemados fueron otros.
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