Para el PRI es fundamental
recuperar el municipio de Acapulco en la elección del próximo año. Sus
dirigentes están desesperados, pues quieren desbarrancar desde este momento a
la administración del perredista Evodio
Velázquez Aguirre.
El más interesado en
regresar al Ayuntamiento porteño es Manuel
Añorve Baños. Y lo quiere lograr a través de la diputada federal Julieta Fernández Márquez. Desde luego
que cuida a su consorte y envía al campo de batalla a Fermín Alvarado Arroyo –su otrora adversario político–, quien cobra
como delegado con funciones de dirigente municipal del PRI, y a los diputados
locales Pilar Vadillo Ruiz y Samuel Reséndiz Peñaloza.
También hay que señalar
que Julieta Fernández no es la única
priista que aspira llegar a la Presidencia Municipal. El diputado federal Ricardo Taja Ramírez y el secretario de
Turismo estatal, Ernesto Rodríguez
Escalona, también se mueven en esa ruta.
Fermín Alvarado, es otro
que quiere ser candidato, pero tiene muy pocas posibilidades, ya que no está en
el ánimo de Manuel Añorve, su actual jefe político. Su función en este momento
es confrontar al alcalde Evodio Velázquez. Y lo ha hecho muy a su estilo:
gritar, gritar y gritar.
Si el alcalde porteño o
cualquier otro adversario de A
ñorve estornuda o declara algo, ahí está Fermín
para darle “cátedra” política.
En los últimos días se ha
enfrascado en una guerra de cifras con el PRD por el resultado de la elección
de comisarios en las localidades del municipio de Acapulco.
El también ex magistrado y
ex diputado federal grita a los cuatro vientos que su partido logró el 80 por
ciento de las Comisarías y ya canta victoria para el 2018.
La dirigencia municipal
del PRD, por su parte, lo ha desmentido y le ha pedido serenarse.
Qué bueno que sea
optimista y que cada seis años promueva a su esposa como regidora y a uno que
otro recomendado.
Por cierto, este domingo empezaron
a circular en las redes sociales unas imágenes en las que aparece el diputado priista
Irving Granda Castro repartiendo
casilleros de huevos a un grupo de mujeres, quienes portan un volante que
promociona a una planilla roja sin distinguirse de que localidad sea.
La
familia Granda se ha dedicado a vender pollos durante varios años en el puerto
y se le ubica por su cercanía con el grupo añorvista.
Lo lamentable de la
elección de comisarios fue el asesinato de un representante del PRI en la
localidad Kilómetro 21. Fuentes extraoficiales refieren que el ahora occiso
discutió con su agresor. Ojalá las autoridades ministeriales aclaren el caso.
Queda
claro que Manuel Añorve quiere regresar por más poder,
a pesar de los serios señalamientos en su contra por corrupción y endeudamiento al Ayuntamiento durante su segunda
gestión como alcalde (2009-2012).
Veremos
si el poderoso político guerrerense que despacha en la Secretaría de
Gobernación lo deja.
Recordemos que las cosas
tampoco están fáciles para el PRI en 2018. Peña Nieto será un lastre para ellos
–los priistas–.
FISCAL
OLEA… AL CONGRESO
Este lunes, ¡por fin!
comparecerá el fiscal Javier Olea Peláez
en el Congreso local.
Veremos
si los diputados, del partido que sean, se atreven a pedirle su renuncia por
inepto y deslenguado.
Durante más de año y medio
se ha hecho el Tío Lolo para detener
al prófugo ex alcalde priista de Tlapa de Comonfort, Willy Reyes Ramos, y otros peligrosos delincuentes.
Los guerrerenses merecen
un fiscal responsable y que entregue buenos resultados. Y en la entidad hay
profesionistas capaces para ocupar el cargo, sobre todo, profesionistas
discretos.
Comentarios:
E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
Facebook: Efraín Flores Iglesias;
Twitter: @efiglesias