La comparecencia que este lunes tendrá ante el Congreso de Guerrero el fiscal Xavier Olea Peláez no será aterciopelada.
Ya lo avisó el coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, quien afirmó que será la última comparecencia que Olea Peláez tenga como fiscal por el alto índice de impunidad en el estado y que pedirá juicio político en su contra.
El Índice de Paz México 2017 dado a conocer recientemente señala que el 99 por ciento de los homicidios en el estado quedan impunes, un dato verdaderamente preocupante.
Con la presidente del Congreso, la diputada priista Flor Añorve Ocampo, Olea tuvo también una controversia en torno al frustrado desafuero del hoy diputado con licencia Saúl Beltrán Orozco, ligado al grupo delictivo Los Tequileros.
Es un hecho que el fiscal será cuestionado, a lo mejor hasta por los legisladores de su partido el PRI, pero también que tendrá la oportunidad de dar sus propias cifras y defender su trabajo en el marco de las facultades legales que le otorga el cargo.
Y es que hablando de impunidad no es solamente la Fiscalía, la instancia investigadora y que debe armar los casos, la única responsable.
Hay que ver el bosque completo. La impunidad comienza desde que cualquier persona puede portar un arma y matar a una persona sin ser detenido ni de chiste por las policías municipales, como sucede en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo o cualquier otro municipio donde la prevención del delito es nula pese a los miles de operativos y revisiones reportados.
Se da también, efectivamente, cuando hay investigaciones deficientes, órdenes de aprehensión incumplidas o deficiencias en los casos que se llevan ante el juez.
Pero también cuando los jueces con cualquier pretexto dejan en libertad a criminales, no sólo a los que presenta la Fiscalía estatal, sino también en casos que corresponden a la Procuraduría General de la República.
Recientemente un peligroso líder criminal de la Costa Grande de Guerrero fue detenido en posesión de armas y un juez lo dejó libre.
En la impunidad, también colaboramos los ciudadanos cuando no denunciamos, y como en el caso de El Tequilero en Tierra Caliente, hay una base social que protege a los delincuentes ya sea por conveniencia económica o por miedo.
Por supuesto que las corporaciones policiacas de todos los niveles, son los principales causantes de la impunidad por la desconfianza ciudadana que se han ganado y que inhibe que la gente denuncie por miedo a que los criminales se enteren y la maten.
Participa en ella también el propio Poder Legislativo al congelar iniciativas como las que el propio Ricardo Mejía ha presentado en materia de halconeo y extorsión, a las que sospechosamente la Comisión de Justicia no ha dado trámite.
Pero la impunidad será seguramente, sólo uno de los válidos cuestionamientos que se harán desde la tribuna, obviamente, desde las atribuciones que tiene el fiscal y que los legisladores conocen.
Es previsible que no llegue a tal extremo de que Xavier Olea sea despedido del cargo o se le inicie juicio político porque aun cuando sus propios correligionarios lo cuestionaran, no apoyarán un golpe de esa magnitud al gobierno estatal de su partido.
Sin embargo, la comparecencia no dejar ser una oportunidad de conocer las visiones y las versiones de cada fuerza política respecto al trabajo de la Fiscalía.