EFRAIN FLORES IGLESIAS |
Mientras en Acapulco ya
inició la pugna por la Alcaldía
entre el PRD, el PRI y Movimiento Ciudadano (MC), en Chilpancingo hay “fuego
amigo” hacia el alcalde priista Marco
Antonio Leyva Mena. Bueno, eso es lo que ha denunciado ante los medios.
El PRD ha sido mesurado en
la capital del estado. Y lo ha hecho por una sencilla razón: el alcalde Leyva Mena no necesita que le
hagan una campaña de descrédito, ya que él mismo ha generado una percepción
negativa por su deficiente desempeño.
El pasado 20 de junio en
una de sus conferencias mañaneras envió un claro mensaje a sus compañeros de
partido que lo atacan:
“Es mi responsabilidad ser
alcalde, pero los ciudadanos también eligieron (en 2015) a diputados,
regidores, síndicos, para actuar juntos; una distribución de las
responsabilidades para que luego no culpen sólo al alcalde”.
Y eso no fue todo.
Advirtió que sí el próximo año el PRI pierde en Chilpancingo “no será el único
responsable”.
Leyva Mena no dio nombres,
pero reveló lo que ya es vox populi, que la capital del estado puede pasar en
manos de la oposición, particularmente el PRD.
Aunque no han manifestado
públicamente su intención de buscar la candidatura a la Presidencia Municipal,
los diputados locales priistas Beatriz
Alarcón Adame, Ricardo Moreno Arcos y
Víctor Manuel Martínez Toledo, así
como la diputada federal Beatriz Vélez
Núñez, se mueven en ese sentido.
Aunque, claro, el
secretario particular del gobernador Héctor Astudillo Flores, César Armenta Adame, ha mandado señales
que quiere suceder a Marco Antonio Leyva Mena en el cargo. Últimamente se ha
reunido con líderes de colonias y se da baños
de pueblo en las festividades patronales.
Al que no se debe
descartar como aspirante, es a Jorge
Salgado Parra, ex diputado federal y actual director general del Instituto
Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG). Tiene
estructura y ha realizado un buen papel como funcionario estatal.
Es más, en el pasado
proceso electoral se disciplinó para contender por la Alcaldía, cuando era uno
de los favoritos para ganar la elección. Sus bonos no han bajado. Sería un buen
candidato.
Es necesario señalar que
el PRI no la tendrá fácil en 2018. Así lo indican los siguientes factores:
1.-La imagen del presidente Enrique Peña Nieto está por los suelos. En lugar de
sumar a su partido, resta; 2.-Algunos funcionarios del gobierno estatal han
realizado un pésimo papel en áreas estratégicas, y 3.-Marco Antonio Leyva Mena
ha sido el peor alcalde de Chilpancingo y es el que más protestas ciudadanas ha
recibido en el Palacio Municipal.
El
PRI requiere un candidato competitivo y no experimentos políticos. Claro, si es
que le interesa retener la capital del estado.
La oposición, por
supuesto, aprovechará muy bien los desatinos de Leyva Mena.
Los chilpancingueños lo
que reclaman urgentemente es un gobernante honesto, sensible y comprometido a
resolver el desorden que ha generado el “Alcalde Chambitas”.
ENTRE
OTRAS COSAS… El presidente Enrique Peña Nieto demostró su enanismo político este lunes en
Acapulco.
No era necesario sentar en
segunda fila a un alcalde emanado de un partido distinto al suyo, y más si era
el anfitrión del municipio que visitó para inaugurar una obra.
¿Dónde
quedó la institucionalidad?
Ni siquiera el panista
Felipe Calderón hizo eso, a pesar de su complicado carácter.
Lástima que Peña Nieto se
comporte como un aprendiz de la política. Por eso México está como está: de la
tiznada.
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