Los dos son jóvenes, los dos tienen oficio y capital político relevante. Los dos son de extracción humilde, tanto en lo referente a pertenecer a familias con pocos recursos económicos, como por su manera sencilla y amable de ser.
Eduardo
Montaño Salinas, familiarmente llamado ‘’Lalo’’, fue el alcalde más joven que
ha tenido nuestro municipio. Con solo 28 añitos se alzó arrolladoramente con el
triunfo, cobijado por la aceptación general, pero la juventud y la falta de
madurez política lo hicieron dar traspiés….si, Lalo Montaño tuvo desaciertos en la administración
municipal ometepequense que presidió del 2005 al 2008, pero nadie lo puede
señalar de escandalosa corrupción. De
ofensivo enriquecimiento. ¡Nadie!
La
falta de madurez, lo llevó también a dejar su Partido cuando no lo postularon
para diputado, pero es de sabios cambiar de opinión y como el hijo pródigo,
regreso al pricolor, partido al que desde muy chavito ha pertenecido, tanto por
convicción propia como por razones sentimentales: su difunto padre y todas su
familia han sido tradicionalmente priístas.
Y
como Dios no se equivoca y sus tiempos son perfectos, en el 2012 Lalo Montaño
se convirtió en diputado local por el verde, blanco y colorado. Muy joven aún,
pero ya emocionalmente muy centrado. Maduro políticamente y prueba de ello es
que su desempeño como diputado local ha sido muy bueno, no solo hablando en
cuestiones legislativas sino como un incansable gestor. Su presencia en el
Distrito XVI ha sido constante. No se olvidó –como tradicionalmente lo han
hecho los diputados tanto locales como federales- Además de la apretada agenda
legislativa, su agenda gestora está también muy cargada. Pero Lalo se ha dado
tiempo de escuchar las demandas de la ciudadanía y darles seguimiento puntual. Es un diputado cercano a la gente, al alcance
de la ciudadanía no un diputado fantasma.
Así
las cosas, acarició el sueño de convertirse
en Diputado Federal pero ¡oh decepción! Los mandamases de su partido y
mequenques que les acompañan, obedeciendo a sepa Judas qué oscuros intereses,
lo sacaron gachamente de la jugada. De entonces a la fecha los rumores se han
multiplicado ‘’que Lalo Montaño va a la municipal’’ se escucha por aquí, por
allá y por acullá. Lalo ni desmiente, ni afirma nada, sólo sonríe. El quiere
ser Diputado Federal, pero tal parece que el bando pricolor lo va a mandar de
candidato a alcalde. Incluso ya lo dan como absoluto ganador como candidato
pricolor, en una feisbuquera encuesta.
Por
el bando perrediano y a pesar de las tiznaderas izquierdosas, Omar Estrada está
en el ánimo de la paisanada ometepequense. Nos cuadre o no, sigue a la cabeza
de las preferencias. Aunque sus malquerientes hagan trascender falacias
disfrazadas de posadas post navideñas, visita tardía de Reyes Magos y otros
chunches. Aunque estos que se dicen
formar parte de las siniestras unidas, ¡perdón, perdón! De las Izquierdas
Unidas, le endilguen toda clase de adjetivos discriminatorios y juren ante un
altar qué ‘’no gana porque es pobre y de
una comunidad, no de la cabecera. Tienen
que estar remitiéndose a la SEDER y a los apoyos que esta Secretaría dio en
varias comunidades. Hacen todo con tal
de encontrarle ruido al chicharrón, porque les late como burro sin mecate y ya
checaron el dato que les lleva la delantera. Pero a pesar de las denostaciones,
los señalamientos, los acumulos…Omar sigue teniendo aceptación. ¡y mucha!.
Y
esto de ninguna manera significa que los otros aspirantes no tengan buenos
proyectos. Marco Antonio Cruz, por ejemplo, es un excelente y exitoso
empresario, y maneja un atractivo proyecto que incluye entre otras cosas,
importantes inversiones que activarían grandemente la economía ometepequense.
Cara nueva, nada quemado.
El Lic. Tino Rodríguez, es también un exitoso profesionista y empresario.
Y qué decir de Oswar Cristóbal, hombre
honesto, trabajador, deseoso de servir a Ometepec desde la trinchera de la
administración municipal. Y por supuesto está un Rafael Ponce Lanche, que
además de cara nueva en los politicoides asuntos, es un hombre recto, sin cola corrupta que le pisen, con un
proyecto socialista que privilegia la igualdad entre los individuos, la
organización de la paisanada como premisa para el progreso individual y general
en nuestro Municipio.
Peeero,
hoy por hoy todo parece indicar que son Lalo y Omar, los aspirantes que puntean
en las preferencias de la cuatitud ometepequense. Y como ya dije al principio
de esta entrega, son dos jóvenes, echados pa’lante; ambos emanados de la
cultura del esfuerzo. Lalo y Omar. Omar y Lalo. Uno ya fue alcalde y
actualmente es diputado local. Desea con todo su corazón, seguir sembrando
progreso no solamente para nuestro
municipio, sino para todo nuestro pozolero estado, ahora desde la diputación
federal, pero tal parece no se cumplirá el deseo de su corazón. El otro anhela con alma, corazón y vida,
conseguir la oportunidad –vía el voto- de demostrar que se puede gobernar y
administrar nuestro municipio, de manera sensible, privilegiando el bienestar
común.
Y
como en política no hay nada escrito, y aunque Rafa Ponce y MAC han ido conquistando
simpatías y adhesiones a sus respectivos proyectos, sin embargo, mucha gente
que ya se tiene al dedillo las tiznaderas partidistas acostumbradas, piensa que
de enfrentarse en la municipal Lalo Montaño y Omar Estrada, esta sería la
contienda soñada. Falta ver si papá Dios da permiso y bendición, y si así es,
nada ni nadie, por muchos que sean los malquerientes de uno y de otro, lo podrá
evitar. ¡He dicho!