Marco Polo Aguilar |
>> Aguirre y Caballero Aburto: dos vidas un camino
>> El ocaso de los políticos: su primer círculo
/Al parecer el gobernador con licencia Ángel Heladio Aguirre Rivero jamás pensó tener la misma suerte que el ex gobernador Luis Raúl Caballero Aburto, obligado a separarse de su cargo en 1961 por el asesinato de estudiantes que en ese entonces demandaban la autonomía de la Universidad de Guerrero.
Si de algo estaba seguro Aguirre Rivero es que nunca terminaría defenestrado como Caballero Aburto, e incluso, proclamaba a los cuatro vientos que lo iban a recordar como “el ángel de Guerrero”.
Ambos gobernadores del estado nacidos en Ometepec, tuvieron semejantes consecuencias. La caída “del ángel de Guerrero” fue por la desaparición forzada de 43 normalistas –hasta que no se compruebe su crimen- y la de Caballero Aburto por el asesinato de estudiantes.
Los dos tuvieron que enfrentar al crimen organizado. Caballero Aburto, en aquella época hizo famoso el Pozo Melendez en Taxco, lugar en donde se arrojaban las víctimas de los enfrentamientos con los gavilleros, mientras que Aguirre hizo conocidos los basureros de Cocula, en donde según la PGR, el crimen organizado y policías municipales quemaron los cuerpos de los estudiantes.
Aguirre Rivero y Caballero Aburto son dos vidas y un camino. En sendos gobiernos se asomó la falta de planeación y la carencia de una visión de conjunto sobre la problemática estatal y sus soluciones. Nunca alcanzaron a sopesar la magnitud del drama que vivían sus gobernados y siempre vivieron cautivos en su primer círculo de lisonjeros que eran los que tomaban las decisiones.
Hace exactamente un año esto era lo que escribíamos del gobierno de Aguirre:
Ya desde la época prehispánica, se tenía como una práctica “normal” que ninguna persona ajena al primer círculo del emperador se acercara a importunarle cuando este aparecía en público.También, que por su supuesta condición “divina”, quien se atreviera a hablarle o a mirarle el rostro, pudiera ser condenado a muerte, o en el mejor de los casos, a que le sacaran los ojos o le cortaran la lengua por semejante atrevimiento.
Así, el gobernante, casi una deidad, disfrutaba de un mundo ideal, sin perturbaciones externas que no fueran las lisonjas de sus servidores cercanos o las ocurrencias de los bufones de la corte o los presuntos “mandatos divinos” dejados a su oído por sus chamanes y sacerdotes.
En pleno siglo XXI, poco ha cambiado y estas prácticas deleznables, siguen poniendo un círculo de fuego en torno a funcionarios y toda clase de servidores públicos.
De esta manera, la vida de estos afortunados señorones poco tiene que ver con hacer frente al tráfico callejero, pues transitan por rutas “limpias”, trazadas por su seguridad con días de antelación.
Nada saben de las filas interminables que deben hacer los ciudadanos para realizar el menor trámite y mucho menos, pasan días, semanas o meses haciendo antesala para ser recibidos por unos minutos, por los hombres y mujeres que con su voto, llevaron al poder.
Basta sólo con escucharles opinar sobre la realidad, para darse cuenta que estos privilegiados viven en un mundo irreal que crean a su alrededor los miembros del llamado círculo rojo, es decir, de sus personas de confianza.
El fenómeno no se circunscribe a las esferas de mayor influencia en el país. Lo mismo ocurre con un funcionario federal, que con un legislador, un alcalde, con el presidente de la República, un gobernador o hasta un simple delegado político.
La costumbre impone que estos filtros, impidan que las quejas, las críticas o los señalamientos que califican su gestión, lleguen tal cual a los oídos de sus jefes y sean atenuados, endulzados o de plano, cambiados por otros más amables.
En Guerrero, la administración (bueno, las administraciones) de Heladio Aguirre Rivero se han caracterizado por ese rasgo que le mantiene secuestrado y puesto a cubierto de cualquier amago de crítica o señalamiento ciudadano.
La situación ha alcanzado tal nivel, que Aguirre ha superado con creces aquella frase de Carlos Salinas de Gortari de “ni los veo, ni los oigo” pues, en forma discrecional, la oportunidad de diálogo se ha cancelado, no sólo con los simples ciudadanos, sino incluso, con personalidades de todos los ámbitos.
Mientras el estado se debate en el vacío de poder, la descomposición social y la anarquía, a causa de la inseguridad, el mandatario estatal sigue viendo un paraíso a su alrededor, a fuerza de escuchar sólo a quienes le endulzan el oído y lo convencen de que pasará a la historia como un gran estadista.
El proceder del gobernador y su camarilla, hace palidecer aquella historia infantil del genial danés Hans Christian Andersen, “El traje nuevo del emperador”, en el que un vivales, hace creer al dignatario que le está confeccionando un traje tan excepcional, que sólo lo pueden ver aquellos que como él, gozan de la gracia divina.
Así, al cuestionar a sus colaboradores en torno a la majestuosidad del traje, éstos, para no evidenciar su carencia de esas dotes celestiales, le responden que es inigualable, cuando en realidad, no existe tal traje y el emperador está desnudo.
Lo más grave del asunto, es que, sin percatarse de su propia desnudez en lo político, de su falta de visión para hacer frente a una coyuntura adversa y de su incapacidad para ofrecer soluciones viables a los problemas que aquejan a los guerrerenses, Aguirre sigue engolosinado con la visión irreal de ese traje que lo hace el más agradable a los ojos del presidente Enrique Peña Nieto, el más eficiente a su parecer, para sus propios gobernados y lo que es peor, para mirar hacia un futuro inexistente, porque los días de su gobierno, se pierden en forma irremediable.
Resulta increíble que ese primer círculo de lisonjeros le tenga secuestrado y le corte el paso a propuestas de todo tipo para mejorar la situación del Estado.
Esta anécdota cae a modo en estos momentos electorales. Buscamos a Beatriz Mojica Morga para hacerle una entrevista y su coordinadora de prensa, Gabriela Rojo nos responde: ¿para que la quieres? o cuándo este conmigo te la paso. No queremos pensar que ya le están confeccionando un traje a la medida y ella ya ande sin ropa…¿Qué opinas amable lector?
Movimientos telúricos…Lodo y estiércol brotan en las designaciones a candidatos para diputados locales o federales y alcaldes en diferentes partes del país…los “chapulines” y los clanes familiares debilitan la insipiente democracia…el PRD hace estas postulaciones: en Lázaro Cárdenas, Michoacán, quiere como diputada plurinominal a Nayeli Pedroza, esposa del ex alcalde Arquímedes Oseguera vinculado a Los Templarios…en Los Cabos, postula como alcalde a Narciso Agúndez, ex gobernador eternamente cuestionado…en la delegación Iztacalco, en la ciudad de México, la delegada saliente Elizabeth Mateos, heredará su cargo a su esposo Carlos Estrada y ella será diputada local…en Venustiano Carranza, el diputado federal y ex delegado, Julio César Moreno empuja a su hermano Israel como jefe delegacional….mientras el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega pide a los estudiantes ser comprensivos y tolerantes…y luego no quieren más Abarcas…¡qué bonita familia!