1.- El medio, sustituirá
al mensaje. Es decir, no maltraten al mensajero, pues es el de la lana.
2.- El ADN de los
Cetegistas y de los MPG, será considerado idénticos, solo por dos grados
etílicos, no se sabrá de quién es la mano que mece la cuna; porque también
sufragan en las urnas.
3.- Habrá más rumorólogos
que estrategas de la realidad del proceso. “Príncipes” de las tinieblas, que no
deben pasar al escenario periodístico.
4.- Encuestas de entrada y
de salida, solo serán caminos de encrucijadas y laberintos. La simpatía se
reflejará, en los lugares a donde llegue el postulante.
5.- A río revuelto;
twitter y Facebook, que son canales de comunicación, podrán ser considerados
medios de ganadores y perdedores, sin antes llegar a las urnas.
6.- La propaganda en la
redes hace política buena, como sucia. Todo depende de quienes sepan cómo
manejarla con técnicas y conocimientos.
7.- El ejército de
rumorólogos vertirán “información” en sitios donde anidan otros rumorólogos,
que sirven para dos acciones: recolectar ideas y rehacer estrategias.
8.-. Las redes sociales,
son “desagües” de variadas noticias; habrá de entender el símbolo, que es el
lenguaje real de lo que se pretende sembrar entre la sociedad.
9.- El lenguaje corporal del aspirante debe ser
apegado a una estrategia ambiciosa y triunfadora; pues ello, habrá de dotar al
equipo de confiabilidad para ganar.
10.- Tener mucho cuidado
con quienes consiguen posicionar “trending topics” a gusto de sus clientes.
Esas batallas no son épicas, son fáciles de derribar y exponer ante el público.
Pero necesarias en un proceso de posicionamiento.
*Consultor
en Mas Media y redes sociales.