EFRAÍN FLORES IGLESIAS |
La corrupción tiene nombre
y apellido en Mártir de Cuilapan (Apango). Se trata de Felícitas Muñiz Gómez, militante del Partido Movimiento Ciudadano
(MC), quien por segunda ocasión gobierna dicho municipio, el cual se ubica en
la región Centro de la entidad.
Hay quienes aseguran que
los habitantes de Mártir de Cuilapan son unos masoquitas o que les gusta la mala vida al permitir que Felícitas
Muñiz –pese a sus antecedentes de corrupción– los gobierne de nueva cuenta. La
realidad es que la susodicha se aprovechó de la marginación en que viven los
habitantes de las comunidades que se ubican en la línea del Alto Balsas para
comprar el voto en la elección de 2015.
En su primera gestión
(2009-2012) no solventó 22 millones de pesos que ejerció en diversas obras
sociales, por lo que la Auditoría General del Estado (AGE) inició un proceso
administrativo en su contra para comprobar dichos recursos.
El 15 de octubre del año
pasado, el titular de la AGE, Alfonso
Damián Peralta, informó que la alcaldesa martircuilapense y otros ex
alcaldes del período 2012-2015 están en un proceso de solventación de recursos
públicos.
Hasta el momento ha corrido
con suerte. Tiene “buenos” protectores y se jacta de ello. ¿Y saben quién es su
principal padrino? Claro, le atinaron. Su padrino es el dueño de la franquicia
MC en Guerrero y ex candidato a la gubernatura, Luis Walton Aburto.
Lo bueno de todo es la solicitud
de revocación de mandato que presentaron en el Congreso local, el síndico Benito Sánchez Ayala y los regidores Humberto Palacios Celino (Panal), María del Rosario López García (PRD) y Edelmira del Moral Miranda (PRI). El jueves 2 del presente mes y
año ratificaron la solicitud para que la alcaldesa le sea revocado el cargo.
Los ediles aseguran que
desde la llegada de Felícitas Muñiz a la presidencia municipal de Mártir de
Cuilapan “ha cometido actos y omisiones graves en perjuicio del patrimonio del Ayuntamiento en colusión con el Tesorero
y el director de Obras Públicas”.
De igual manera, la
edilesa emecista colocó a 20 familiares en puestos claves y cobrando jugosos
salarios en ese municipio considerado como uno de los más pobres del país, a
tal grado de que en Apango, el presidente Enrique
Peña Nieto inauguró el 17 de julio de 2013 la Cruzada Nacional contra el
Hambre.
En la LIX Legislatura
local fue protegida para no ser llamada a cuentas. Y fue el entonces
coordinador de la fracción parlamentaria de MC y actual subsecretario de
Normatividad Jurídica de la Secretaría de Contraloría y Transparencia estatal, Efraín Ramos Ramírez, quien la
encubrió.
Y, ¡aguas! Doña Felícitas
se siente intocable. Tan confiada está que su amigo Mario Ramos del Carmen es el titular de Secretaría de Contraloría y
Transparencia estatal, otro de los peleles de Luis Walton.
Lo curioso de todo, es el
silencio de Ricardo Mejía Berdeja,
coordinador parlamentario de MC en la LXI Legislatura local. Sí, el mismo que
acusa a medio mundo de irregularidades, pero que enmudece cada vez que se
menciona a su distinguida compañera de partido, Felícitas Muñiz.
Las denuncias en contra de
la edilesa no terminan ahí. Hay quienes la han señalado de proteger a la
delincuencia en su municipio y de que su policía preventiva se dedica a
intimidar a sus críticos. Lamentable.
Ojalá los integrantes de
la LXI Legislatura local no solapen a doña Felícitas y le revoquen el mandato
para que ya no siga haciendo de las suyas.
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