domingo, 5 de junio de 2016

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

ES INDISCUTIBLE QUE EL ALCALDE de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, a casi nueve meses de su gobierno, como muchos otros alcaldes del estado, debe hacer cambios en su gabinete para corregir deficiencias o en su caso, para fortalecer acciones a favor de sus gobernados. Y es que más allá de compromisos o intereses particulares, está el interés general con el municipio y el compromiso, en este caso, con los chilpancinguenses.

En efecto, nueve meses son más que suficientes para evaluar el trabajo de quienes, por compromisos personales, amistad o intereses políticos fueron designados en cargos públicos. En nueve meses, quien se encuentra en algún cargo público ya entregó, cuando menos, los primeros resultados, y en consecuencia puede ser ratificado en el mismo o simplemente removido.

En este sentido, es indiscutible que el presidente municipal de Chilpancingo debe hacer los primeros cambios en su gabinete, con el fin de hacer un gobierno eficiente, de resultados, pero también, cercano a los chilpancinguenses. Y es que hasta ahora, por más que Marco Antonio Leyva Mena trabaje los sábados, los domingos y los días festivos, simplemente quienes integran el gobierno que encabeza no le ayudan a gobernar bien, y en consecuencia a resolver los problemas del municipio.

No se trata, ciertamente que todos, secretarios, subsecretarios, directores, subdirectores y jefes de departamento, entre otros, anden detrás de él para aplaudirle y echarle porras, sino de que atiendan y resuelvan, incluso en fin de semana y días festivos los asuntos propios de su competencia, e incluso otros que por su naturaleza requieren de inmediata atención a fin de que no le exploten al presidente municipal, ya con la toma del Palacio Municipal, con los bloqueos de calles, o le reclamen personalmente al edil cuestiones que bien pudieron atenderse a tiempo pero que por incapacidad o negligencia no se atendieron.

Por eso es que Marco Leyva Mena, como muchos otros presidentes municipales del estado, entre ellos el de Acapulco, el de Iguala, y el de Pungarabato, debe hacer cambios en su gobierno. Y es que los chilpancinguenses esperan mucho de él, de su gobierno, para atender y dar solución y seguimiento a los grandes problemas que tiene Chilpancingo. Claro, hay algunos que se salvan, pero la gran mayoría, no.

Ciertamente son inconcebibles las tomas del Palacio municipal por la falta de atención a los propios trabajadores, porque no se atendió a un grupo de colonos o porque a los discapacitados se les trae dando vueltas. Y prácticamente es lo mismo cuando se bloquean las calles en exigencia de agua potable. Todos estos casos, hay que decirlo, bien pudieron atenderse a tiempo si existiera en el Ayuntamiento capitalino servidores públicos eficientes y comprometidos con el gobierno de Marco Antonio Leyva y con los chilpancinguenses.

Habrá quien no coincida conmigo. El presidente municipal de Chilpancingo es un hombre respetable, bien intencionado y comprometido con los chilpancinguenses. Sin embargo, si continúa con el mismo equipo que tiene, que todo indica que no entiende los nuevos tiempos y tampoco entiende el compromiso y la visión de gobierno de Marco Antonio Leyva, difícilmente va a trascender el proyecto que encabeza, el cual, sin duda, está concatenado con el del gobierno del estado que encabeza Héctor Astudillo Flores.

Y debe, por supuesto, orientar la política de comunicación social, que va mucho más allá de realizar boletines y recortar notas periodísticas. Y es que, hasta ahora, su gobierno no comunica.

Y EN OTRO ASUNTO,  este 7 de Junio se festeja en todo el país el Día de la Libertad de Expresión. Habrá, como en todo, quien diga que no hay motivos qué festejar, dado que la profesión u oficio se ha convertido en uno de los más peligrosos en nuestro país, principalmente en Guerrero y Puebla. Sin embargo, yo creo que sí hay mucho qué festejar, pues pese a los agravios, aún en México podemos decir y escribir de todo, sin más límites que el respeto y el derecho de terceros.

Es cierto que el gremio periodístico ha sido agraviado más de una vez, y en consecuencia hay que continuar exigiendo justicia y castigo para los responsables. Sin embargo, también hay que señalar que los periodistas no son ningún sector de excepción de la sociedad.

Vaya pues, desde este espacio, nuestra felicitación y reconocimiento a quienes aún en estos tiempos difíciles ejercen con responsabilidad, honestidad y valentía el periodismo. Y a quienes se nos han adelantado en el camino, nuestro recuerdo y admiración por siempre. Mi amistad para mis amigos periodistas, mi respeto para mis compañeros, y mi solidaridad para quienes no conozco pero que, en algún lugar del estado y del país, ejercen este noble oficio.

Es cierto. Más allá de las diferencias que se puedan tener, quienes ejercemos el periodismo, incluso desde el nivel de aprendiz, somos una gran familia que tiene, entre otras muchas cosas, el deber de informar. Felicidades a todas y todos los periodistas!!!


Comentarios: julio651220@hotmail.com