lunes, 27 de noviembre de 2017

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Congreso local: integrantes y renovación


El pasado 8 de septiembre inició formalmente el proceso electoral federal 2017-2018, calificado como “el más grande en la historia” del país por el número de cargos en disputa y porque el mismo día de la jornada electoral (domingo 1 de julio de 2018) se realizarán elecciones locales en 30 de los 32 estados de la República.

Los electores guerrerenses, por ejemplo, recibiremos en la casilla correspondiente 5 boletas electorales para votar por el próximo presidente de la República, senadores de la República, diputados federales, diputados locales y presidentes municipales.

En esta ocasión hablaremos de la elección de diputados locales.

De acuerdo al artículo 43 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Guerrero, el Poder Legislativo se deposita en un órgano denominado Congreso del Estado integrado por representantes populares denominados diputados, se renovará en su totalidad cada tres años y funcionará a través de la Legislatura correspondiente.

La actual Legislatura (LXI) entró en funciones el 13 de septiembre de 2015 y concluirá el 12 de septiembre de 2018.

Es muy probable que algunos legisladores aprovechen las reformas electorales realizadas en los últimos años, particularmente lo que tiene que ver con la reelección. Sí, ¡la reelección!, que tanto combatió Francisco I. Madero.

“Los diputados al Congreso del Estado podrán ser electos de manera consecutiva hasta por cuatro periodos. La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado”. (Artículo 45, párrafo cuarto de la Constitución local).

El Congreso del Estado se integra por 28 diputados de mayoría relativa y 18 diputados de representación proporcional (mejor conocidos como pluris).

Cada diputado propietario cuenta con un suplente, del mismo género, que también es elegido mediante sufragio universal, libre, directo y secreto.

Llama la atención que la LXI Legislatura siga con una curul acéfala.

Recordemos que el pasado 3 de mayo, el priista Saúl Beltrán Orozco solicitó licencia al cargo por tiempo indefinido. Y, lo peor de todo, Modesto Carranza Catalán (su suplente) fue asesinado el 10 de marzo en Ciudad Altamirano, municipio de Pungarabato, en la región de Tierra Caliente.

Beltrán Orozco enfrenta un proceso penal en su contra por el delito de homicidio calificado contra un trabajador del Ayuntamiento de San Miguel Totolapan. Además, ha sido señalado por el fiscal Javier Olea Peláez, de ser “El Tequilero número uno”.

“Los Tequileros”, es un grupo criminal que opera impunemente en comunidades serranas de San Miguel Totolapan y Gral. Heliodoro Castillo (Tlacotepec).

Otro legislador que solicitó licencia a principios del mes de septiembre, es el perredista Sebastián de la Rosa Peláez, quien pretende la candidatura a senador por el PRD.

Y para eso, el Congreso llamó inmediatamente a Perfecto Rosas Martínez –suplente de De la Rosa– a ocupar la curul. Fue el 13 de septiembre cuando el joven originario del municipio de Petatlán rindió protesta de ley como diputado local.

LOS SUSPIRANTES.- Es obvio que la mayoría de los integrantes de la LXI aspiran a una presidencia municipal y soliciten licencia en las semanas venideras. Pero bien vale señalar que no todos tendrán el éxito que pretenden.
En las sesiones se ve claramente quiénes le ponen empeño al trabajo parlamentario.

Muy pocos suben a tribuna para presentar iniciativas de ley y debatir temas de interés social.

Uno que otro sube a tribuna solamente para leer efemérides y/o exhibir su deficiencia en la lectura.

Los que se han caracterizado en el debate desde el inicio de la Legislatura son Rosa Coral Mendoza Falcón (PRD), Héctor Vicario Castrejón (PRI), Flor Añorve Ocampo (PRI), Ricardo Mejía Berdeja (MC), Cuauhtémoc Salgado Romero (PRI), Iván Pachuca Domínguez (PAN), Samuel Reséndiz Peñaloza (PRI) y Silvano Blanco de Aquino (MC).

Los más grises han sido la atoyaquense María de los Ángeles Salomón Galeana (PRI), J. Jesús Martínez Martínez (PT), la chilapeña Flavia García García (PRI), Rossana Agraz Ulloa (PVEM), el añorvista César Landín Pineda (PRI), Antelmo Alvarado García (PRI), Isabel Rodríguez Córdoba (PRI) y los hermanos Carlos y Crescencio Reyes Torres (PRD).

Es lamentable que la mayoría de los 45 integrantes de la LXI Legislatura  solamente asista a las sesiones a calentar sus curules y a “comadrear”.
A Guerrero le urgen representantes populares responsables y comprometidos en mejorar las leyes, códigos y otros ordenamientos jurídicos.

Ojalá los electores también aprendan a elegir buenos representantes populares y no seguir votando por personajes que solamente aparecen en tiempos electorales para regalarles despensas, cobijas, láminas y otro tipo de apoyos.
A ver cuántos legisladores locales se animan en reelegirse en sus respectivos distritos.

Lo cierto es que se avecina una fuerte competencia electoral. El 2018 será una prueba de fuego para el PRI –partido gobernante–, y no sólo en Guerrero, sino en todo el país.

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