martes, 28 de noviembre de 2017

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Videgaray-Meade: ¿el cerebro y el títere?


La renuncia de José Antonio Meade Kuribreña a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y su destape como aspirante del PRI a la Presidencia de la República, han generado diversas reacciones.

Hay quienes cuestionan el dedazo del presidente Enrique Peña Nieto a favor de su ex colaborador, pero olvidan que el verdadero padrino del proyecto presidencial de Meade, es Luis Videgaray Caso.

Peña Nieto sólo es un instrumento de las ambiciones del secretario de Relaciones Exteriores.

La amistad entre Videgaray y Meade, no surgió en este fallido gobierno federal. Son amigos desde que estudiaron en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en los años 90. Posteriormente estudiaron en prestigiadas escuelas norteamericanas, en donde se graduaron como doctores en Economía. Videgaray lo realizó en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y Meade en la Universidad de Yale.

Ambos tienen un excelente curriculum académico, lo cual no se discute.

También tienen experiencia en la administración pública y la aprobación de los mercados financieros.

Pero debe quedar claro que el líder es Videgaray. Meade no es político, es un tecnócrata bien hecho. Videgaray es tecnócrata y sabe moverse en política, a tal grado de que es el funcionario más influyente en el gobierno de Peña Nieto.

Hasta antes de la polémica visita de Donald Trump a México, era el candidato natural del peñanietismo para la Presidencia. No cayó de la gracia de los varones del dinero, pero su imagen se deterioró antes de tiempo, pero tenía su plan B: José Antonio Meade.

El canciller logró doblar a dos políticos colmilludos antes del 2018. Me refiero al ex dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Los sacó de la jugada.

Los priistas presumen una unidad ficticia. Quieren quedar bien con Peña Nieto y al ungido por su dedo. Pero desde Los Pinos hay preocupación, ya que los números no les cuadran. Y temen lo peor para 2018.

Los priistas que tienen un empleo o detentan un cargo en este momento, ya sea de auxiliares administrativos en una dependencia o titulares en direcciones generales, no les preocupa que un externo sea su candidato a la Presidencia de la República, ya que para ellos lo más importante es no vivir fuera del presupuesto. No así, los militantes de base, quienes son utilizados en cada proceso electoral para pegar calcomanías, colgar mantas, agitar la matraca en los mítines y promover el voto a favor de los candidatos que les imponen desde la cúpula.

La militancia es la que pierde.

Meade tiene prendas que lo distinguen y si llegara a Los Pinos, el que mandaría no sería él, sino Luis Videgaray. Y los banqueros serían los más beneficiados.

Se entiende que no habrá una rebelión en el PRI, pues hay sumisión y cero debate como en Morena.

Por cierto, a Peña, Videgaray y Meade se les debe agradecer por los gasolinazos. Sí, esas medidas que han afectado los bolsillos de millones de mexicanos y que seguirán en 2018, año en que el precio de la gasolina Magna podría alcanzar los 20 pesos por litro y el de la Premium subiría hasta tres pesos más. ¡Zas!

¿Quién es José Antonio Meade?

José Antonio Meade Kuribreña nació el 27 de febrero de 1969 en el entonces Distrito Federal. Tiene ascendencia irlandesa y española, y está vinculado al sector banquero.

Es hijo de María Kuribreña Orvañanos y Dionisio Alfredo Meade García León Avellaneda.

Meade no sólo es economista, también estudió Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El título de Doctor en Economía por la Universidad de Yale lo obtuvo en 1997.

No milita en ningún instituto político, pero ha colaborado en gobiernos panistas y priistas.

El primer empleo que desempeñó Meade fue el de analista de planeación en la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas (CNSF). Tenía apenas 22 años.

En 1997 asumió el cargo de director general del CONSAR (Comisión del Sistema de Ahorro para el Retiro. Un año después fue designado secretario adjunto del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), y en los dos primeros años del gobierno de Vicente Fox fungió como director general de Banca y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

A finales de 2002 fue nombrado director general de Banrural y en 2006 fue designado coordinador de asesores de Agustín Carstens, en ese entonces secretario de Hacienda del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

Y fue con Calderón cuando ocupa por vez primera una Secretaría de Estado: la de Energía. Posteriormente llega a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Tener experiencia en temas financieros y codearse con empresarios poderosos, son sus cartas de presentación.

Con Peña Nieto fue titular de las Secretarías de Relaciones Exteriores, Desarrollo Social y Hacienda y Crédito Público.

Dionisio Meade, su padre, está vinculado con Carlos Salinas de Gortari. Por si fuera poco, fue el creador del IPAB (lo que antes de 1998 se llamó Fobaproa). ¡Zas!

El Fobaproa es considerado el robo más descarado del siglo XX y una deuda que durante varios años seguirá pagando el pueblo de México.

Con razón los banqueros son los más felices con el destape de Meade como abanderado del PRI.

ENTRE OTRAS COSAS… Durante la sesión de este martes, el coordinador de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano en el Congreso local, Ricardo Mejía Berdeja, condenó el homicidio de Armando Arturo López Solano, aspirante a la Alcaldía de Quechultenango, ocurrido el pasado jueves en la cabecera de dicho municipio.

"Armando Arturo era un hombre trabajador, un hombre tranquilo y un fuerte aspirante a la presidencia municipal", dijo en tribuna

Y ante los nulos resultados de la Fiscalía General del Estado para investigar y resolver crímenes en la entidad, exigió por enésima ocasión la renuncia de Javier Olea Peláez.


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