Eso, ya se vio, es solo el
pretexto, pues el fondo es la guerra que desde ahora empezó el PRD, a través de
sus cuadros, en contra de lo que huela
al PRI. Domingo Salgado, el que de la noche a la mañana se hizo dirigente de
algunos trabajadores extraordinarios del Ayuntamiento de Chilpancingo, es
consejero estatal del sol azteca, desde donde le dictan línea para
desestabilizar al gobierno capitalino.
Por supuesto, con miras a
las elecciones del 2018, que para algunos está a la vuelta de la esquina. En
consecuencia, el incremento salarial, como el pago de un bono, además de la
cabeza de la secretaria de Finanzas, que sin duda a muchos cae mal, son solo un
pretexto para para mantener un conflicto de cara a la próxima elección que,
suponen, no solo será motivo para cobrar afrentas, sino porque Chilpancingo
representa, después de Acapulco, el más importante municipio al ser la sede de
la capital del estado.
Ciertamente no es casual
que el grupo que encabeza Domingo Salgado, con militancia dentro de las filas
perredistas, haya radicalizado su exigencia luego de que el presidente del PRD
estatal, Celestino Cesáreo, le haya declarado la guerra a los gobiernos encabezados
por el PRI. Anteriormente, con algún sobre de por medio, Domingo Salgado se
mantenía tranquilo con alguna manifestación para taparle el ojo al macho.
Hay que decirlo. Los
trabajadores, y no solo los que trabajan en el gobierno, de los tres niveles,
deben ganar mejores salarios, al igual que los maestros. Sin embargo, esos
salarios deben tener un respaldo presupuestal y no solo ser un capricho. Ningún
Gobierno, ni siquiera el de la república, tiene el dinero suficiente para
incrementar los salarios cuando a algún dirigente se le ocurre. Más aún,
exigirlos por sobre el porcentaje del crecimiento económico, no solo es un
disparate, sino perverso, pues sabe muy bien que por más voluntad que se tenga,
difícilmente va a cumplirse.
En efecto, esta es la tónica
de los que, como Domingo Salgado, exigen más de lo que un gobierno puede
otorgarles. En el fondo, el objetivo es mantener el conflicto hasta el 2018,
sabedores de solo de esa manera van a mantener cautivo a un electorado que aún
confía en ellos, aunque ya como gobierno, son ineptos, corruptos y
sinvergüenzas.
En fin. Si a las huestes
de Domingo Salgado no les gusta lo que les paga el gobierno municipal de
Chilpancingo, empezando por el propio Domingo, lo ideal, si fueran consecuentes
es que renunciaran al empleo. Es muy simple. Si no te gusta lo que ganas en un
empleo, o no estás a gusto en él, lo lógico es que renuncies para que puedas
irte a dónde esté mejor. Por fortuna, o por desgracia, en Chilpancingo hay
cientos de personas que requieren de un trabajo.
Por último. A partir de
hoy, el gobierno municipal que encabeza Marco Antonio Leyva Mena, bien puede
levantar, a través de su instancia jurídica, las constancias respectivas por
abandono de empleo. Si quienes hoy están en paro, como parte de una estrategia
del PRD, pierden su empleo por seguir a un loco, bien pueden echarle la culpa a
Domingo Salgado que, éste sí, será el único que saldrá beneficiado.
Y EN OTRO ASUNTO, como que
ya es necesario que se aplique la ley a quienes se dicen policías comunitarios
de El Ocotito y Petaquillas. Y es que además de los abusos que cometen en
contra de ambas poblaciones, a quienes prácticamente mantienen bajo un estado
de terror, lo que menos son es eso, es
decir, policías comunitarios.
Los hechos de este sábado
lo demuestran. Y lo demuestran, también, el tipo de armamento que tienen. Y es
que de las escopetas y de los rifles calibre 22 pasaron a los AK-47 (cuernos de
chivo) y los R-15.
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julio651220@hotmail.com
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