El
próximo lunes 26 del mes en curso, se cumplirán dos años de los sangrientos
hechos de Iguala. Durante esa noche y la madrugada del día 27, policías
municipales y delincuentes del crimen organizado -Guerreros Unidos- reprimieron
brutalmente y asesinaron a seis personas; también desaparecieron a 43
normalistas de Ayotzinapa.
Por
esos hechos, más de un centenar de inculpados han sido enviados a prisión,
entre ellos el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles
Pineda; y en el plano político, cayó del poder el ex gobernador Ángel Aguirre
Rivero.
Cuando
la PGR dio a conocer la “verdad histórica” de los hechos y la presunta
incineración de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el basurero de Cocula, los
estudiantes de ese plantel -con el respaldo de la CNTE, vía Ceteg y grupos
anarquistas-, reaccionaron mediante actos radicales vandálicos que llegaron a
la violencia, enfrentamientos contra antimotines e incendios de edificios
públicos.
La
“verdad histórica” de la PGR, sobre el caso Iguala y los 43 normalistas
desaparecidos, pocos la creen, pero logró reunificar a las organizaciones más
radicales del país, para propinar una embestida contra del gobierno federal
encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, en un siniestro plan para
derrocarlo, lo cual -a la fecha- no han logrado.
A
esa campaña de lodo se sumó el partido Morena, propiedad de Andrés Manuel López
Obrador, quien nunca se deslindó de las acciones más violentas que emprendieron
en Guerrero grupos anarquistas, locales y foráneos.
López
Obrador, festina ese tipo de acciones con violencia a tal grado que durante las
movilizaciones radicales los líderes repiten: “El Estado Mexicano es culpable
de la desaparición de los 43”.
¿Quién
o quiénes enviaron a los normalistas de Ayotzinapa, a Iguala? Tal pregunta,
nadie ha respondido. A Los 43 estudiantes de Ayotzinapa, sus victimarios, los
confundieron como miembros de un cártel rival. ¡Qué triste y lamentable!
La
radicalización del movimiento de los 43, de nada ha valido. Simplemente los
desaparecidos, no aparecen por ningún lado y ciertos líderes lucran con el
dolor ajeno. Ningún directivo de Ayotzinapa ha sido investigado y menos castigado.
La
justa demanda de justicia de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se
ha contaminado por la intromisión de agrupaciones como la mafiosa CNTE y su
engendro Ceteg, y el partido Morena cuyo jefe –AMLO- además de continuar en
campaña presidencial, le sigue arrojando lodo a su odiado enemigo, Peña Nieto.
El
PRD es el partido que resultó bastante dañado desde hace casi dos años, a raíz
de los sangrientos hechos de Iguala, porque ese partido gobernaba Guerrero. El
PRD, va en caída libre.
Lamentable
decirlo, pero es cierto: el caso Iguala permitió que el PRI recuperara el poder
estatal, mientras que el MC le quitó votos al PRD, suficientes para que Héctor
Astudillo Flores llegase a la gubernatura de Guerrero. El 27 de octubre,
cumplirá un año como mandatario estatal.
Héctor,
ha sido cuidadoso cuando aborda el tema del caso Iguala y los 43 estudiantes
desaparecidos, pero además no ha reprimido a grupos radicales y anarquistas, a
pesar de que éstos cotidianamente bloquean la Autopista del Sol y toman casetas
de peaje y cobran cuotas a los automovilistas, como hacen normalistas.
En
la víspera de cumplirse dos años de la masacre de Iguala -6 muertos y 43 desaparecidos-,
la PGR o la Secretaría de Gobernación deberán proporcionar un informe sobre las
investigaciones de esos lamentables hechos -a los padres de familia que
reclaman la aparición de sus hijos-. Un
segmento de la población estatal y nacional está expectante por conocer
“la verdad de esos hechos”.
LA
BASURA, GRAVE PROBLEMA.
La
capital de Guerrero, Chilpancingo, se asfixia en basura. Más de trescientas
toneladas de desechos se generan diariamente, pero no existe un nuevo relleno
sanitario; se sigue tirando a cielo abierto en el mismo basurero al sureste de
la capital.
Karen
Castrejón Trujillo, Secretaria estatal del Medio Ambiente y Recursos Naturales,
le dio un ultimátum al gris alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena:
O da una solución al problema que genera
la basura, o la comuna será multada y él tendrá que comparecer ante el
Congreso.
Castrejón
Trujillo, criticó la negligencia del munícipe Leyva Mena, por la saturación del
basurero a cielo abierto, que ya es un problema de salud pública, en tanto
decenas de camionetas del servicio particular continúan recolectando desechos
en la ciudad, que luego son arrojados al río Huacapa, o a la vera de caminos
rurales.
Leyva
Mena, recientemente dijo que el gobernador Héctor Astudillo Flores, había
mandado construir una celda sanitaria emergente, lo cual fue desmentido por el
propio mandatario estatal quien señaló que esa es responsabilidad del alcalde
capitalino. Mientras tanto, cientos de bolsas rellenas con basura, son
depositadas diariamente en la vía pública.
En
terrenos de la comuna municipal -corralones- permanecen arrumbados decenas de
camiones recolectores de basura, por simples desperfectos, pero no son
reparados y el alcalde se niega adquirir nuevas unidades, y menos construir un relleno
sanitario.
En
corrillos políticos, corre fuerte rumor que el alcalde Leyva Mena, será
destituido del cargo luego que cumpla su primer año de ejercicio
constitucional; o, en otro de los casos: obligado a dimitir en el puesto,
porque no ha dado positivos resultados y su administración es de las más mediocres… Punto.