viernes, 10 de febrero de 2012

CARTA A ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR DEL POETA EFRAÍN VILLEGAS


FEBRERO-8-2012
LIC. ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR.
CANDIDATO  A LA PRESIDENCIA
DE LA REPUBLICA MEXICANA.
P R E S E N T E:

Usted, que ha recorrido, no sé cuantas veces cada municipio de este nuestro abandonado y miserable país; se habrá dado cuenta realmente de lo que cada lugar necesita para que su gente se ponga de pie y deje de estar de rodillas; he leído con atención sus propuestas y creo que en usted está la ultima oportunidad que nos brinda la vida democrática para corregir y recuperar el rumbo hacia la dignidad que muchos creen perdida. Creo ante todo, y aunque se tome a burla por parte de los medios, que la única opción, es La  Republica Amorosa que usted plantea, ya que no es  una utopía, sino la posibilidad real de verse cumplida, como  lo que he dicho siempre: “hay cosas imposibles que sin embargo suceden”, pero ante todo, primordialmente, se debe buscar que este tejido social tan dañado por todos, pero principalmente por la guerra estúpida del ojo por ojo y diente por diente; la tenemos que  terminar con la reconciliación sincera de todos los mexicanos, desechemos de una vez y para siempre la absurda  polarización  entre buenos y malos, ricos y pobres, indios y blancos; una Republica Amorosa debe tener como base, reconstruir la dignidad y  libertad para ponernos del lado de México que es nuestra única casa.
Antes de pasar a lo importante, porque lo relevante lo he dicho, quiero comentarle que me da mucha tristeza ver como, sobre esos templetes y entre su comitiva, ni por casualidad va un astrónomo, sí, de esos que acercan las estrellas a la frente de la gente y nos enseñan que por lejanas que parezcan las podemos ver a la cara y mirarle a los ojos para contarle   nuestros sueños. Perdón que insista, pero no lo veo, tal vez ande por ahí, tal vez. Tampoco veo un músico, pues su piano se vería desde lejos, ese instrumento es difícil esconder hasta a un ciego, no se ve un chelo, que tampoco es pequeño.  No veo un violín, o una guitarra, ni siquiera uno, con una flauta o una armónica; es tan importante oír una bella sonata a la hora de decidir cosas importantes para el bien del País, no se ve ni por casualidad un poeta, esos tan innecesarios, pero tan imprescindibles, diríase que son un mal necesario, son tan fáciles de distinguir, siempre tan desaliñados en todos los aspectos, esos que le podrían descifrar esos susurros que seguramente por cientos se le acercan para edulcorar  su oído, me refiero a esos zalameros, cortesanos, oportunistas que le ofrecen a usted el toro y el moro, para eso son los verdaderos poetas, para poner a cada uno en su sitio, ellos solo  hablan con la verdad y  los que se le arriman a usted solo usan la mentira, pequeña diferencia ¿verdad?  Tampoco veo una bailarina, ni de artesa o de tarima, para que le recuerden que los pies en el piso suenas de manera diferente  y que el baile, nos hace sentir mas los pies en la tierra; disculpe que lo diga así, entre los que lo acompañan en su sequito solo veo sabandijas,  ni siquiera veo uno, uno solo de esos, que usted dice: primero los pobres, no veo siquiera un herrero con azadón de palo, un pescador con su atarraya, un campesino con su machete tunco, un obrero con su martillo, un carpintero con su clavo en los labios igual que un zapatero remendón, ni por equivocación veo uno arriba del templete, posiblemente estén allá abajo, perdidos en la bola como siempre, suba uno, o dos, siquiera, hágame caso, se va a sentir usted mejor, arriba, solo los planchaditos, los perfumados, los que van a la foto y los que van por el chayote, los que quieren favores, los que quieren que los tenga a su diestra cuando llegue al reino, esta ahí, el que ya quiere una concesión, veo muchos aspirantes a cargos públicos, que sueñan con  llenarse los bolsillos en algún puesto que seguramente creen les dará usted, tampoco veo a ningún representante del hambre de la montaña de Gurrero, ni a ningún Tarahumara, ahora que esta tan de moda la filantropía por parte del Estado y de la Iniciativa Privada. En fin eso es cosa que solo usted sabe por qué y para qué tanta mala semilla le acompaña.
Ahora si le voy a explicar el motivo de esta carta, debió ser al principio, pero soy alrevesado,  quería que usted supiera primero que es lo que pienso cada que veo sus presentaciones en las plazas publicas del país, y segundo, por que razones estaré dispuesto a dar mi voto, que no es poca cosa, para mi, vale todo el futuro de los míos, por lo tanto, quiero que tenga el mas alto sentido ese momento, en que se decidirá el presente y todas las consecuencia que este acarree, le diré: Solo votare esta vez, por el partido aquel que garantice que no será usted un presidente moderado, pues como dijo Sicilia, de esos ¡ya estoy hasta la madre!, iré mas lejos, hare mías las palabras que dijo Darío Fo, cuando se lanzo de candidato para alcalde de la ciudad de Milán, dijo esto, que ahora yo le digo a usted: ¡No votare jamás, por un candidato moderado, porque cuando llegan al poder, son débiles con los fuertes y fuertes con los débiles!. Un moderado es ese que siempre  le da la palabra a los  poderosos que la han tenido y la niegue a los que no tienen voz. Un moderado es ese que hace caso omiso para aplicar la justicia a sus amigos y aplica todo el rigor de la ley para los desconocidos y además pobres; un moderado que se haga de la vista gorda ante las corporaciones internacionales y todo el peso de la policía contra los que se manifiesten en su contra,  esos moderados que echan a la calle a los que viven en el centro de las grandes ciudades para después vender a particulares para hacer grandes moles de cemento o centros comerciales, esos moderados que dejan que la gente cada vez este mas triste, porque dan prioridad a los estacionamientos en lugar de a los parques públicos. Esos moderados que privatizan el agua, la basura, las calles, la educación, la salud y las cárceles, Además esos moderados nunca hacen nada, porque no se quieren enemistar con los poderosos. Para esos, no daré mi voto jamás, y se lo digo en esta carta y le dejo todos mis datos, no me puedo equivocar más, y como dice una poesía mía, cuando me arrepentí de haber depositado mi voto en favor de Zeferino,  uno de esos  versos decía así: “….y vinieron los otros/ pero eran los mismos…”. Eso no lo repetiré, al menos que por el que vote resulte un moderado.
Señor candidato, tendrá usted mi voto y todo mi apoyo incondicional y respaldaré con toda mi fuerza y mi talento, todo lo que sea para levantar este país, que ha demostrado ponerse de pie en peores situaciones de su historia, y como decía por ahí alguien muy sabio: un invencible, no es el que siempre gana, sino el que nunca se deja vencer.
Efrain Villegas
Poeta
Tel 741 412 13 79 Ometepec, Gro.