El “autismo” de los legisladores de la LX Legislatura de la Unión, no tiene
remedio, el daño está hecho y el costo político que hoy se está pagando por
ello es profundamente oneroso, no sólo
en términos financieros y de mercadotecnia, sino en lo más delicado, en el
grave retroceso del espinoso avance por la democracia de este país.
Pero no todo está perdido en “Salamanca” como expresara el filósofo
salamantino, existen muchos causes por donde caminar, porque si toda actividad humana es por
excelencia política, luego entonces que nos puede hacer el IFE, y su ínclito
presidente, que rudamente se ha convertido en el “Torquemada” del siglo XVI, en
una caricatura del mismo en el siglo XXI, cuando no solamente el telégrafo a
pasado a ser una pieza de museo y en donde en cada aula, en cada pasillo
universitario, en cada mesa de café, en cada encuentro casual con políticos o
sin ellos, el zoom politikon, que somos todos actuamos y nos desarrollamos
según la especie por nuestra mejor opción política, sin que nadie absolutamente
nadie venga a pretender imponernos una multa.
Nos ira a quemar la Fepade con su nueva encargada, que no pasa de ser una
“monaguilla” en los terrenos de Felipe Calderón Hinojosa, cuando aún la
controversia por ese movimiento aún está levantando animadversiones entre los
partidos políticos, claro menos el PAN, que trabaja con “cuerda” desde los
Pinos, y cuya candidata, ya pretende un mayor empoderamiento, cuando lo que
requiere es terminar con la guerra de
dimes y diretes, ya que las instituciones no pueden ser rehenes de la rabia
verbal en que parece estar metidos los candidatos particularmente la mencionada
panista y el guapo de la tele, que en plena veda política se notan exasperados,
tartamudos, cuando tienen todo por decir, por darnos a conocer, o para que
sirven 74 millones de posibles electores y electoras, a todo lo largo y ancho
del país.
Más allá de la veda, más allá de esta estúpida intercampaña, la política
está por hacerse, que como lo expresara el extinto José Francisco Ruiz Massieu,
“lo que se requiere, lo que se necesita es hacer política, política y más
política”.
Adolfo Hitler, no podía armarse por que se lo prohibía el “Tratado de Versalles”,
pero se armo, dándole la vuelta a ese Tratado que el tildaba de humillante para
el pueblo alemán, y que no es humillante para el ciudadano común y corriente,
eso que de ninguna manera entiende él pero claro que sí opina en todos lados y
a todas horas de política, por qué se tiene que aceptar ese candado que los
legisladores autistas de la LX Legislatura aprobaron para mantener a la
democracia mexicana en manos de la burocracia política, en manos de vasallos
del poder establecido, que no permite que este
pueblo crezca y se desarrolle con instituciones político electorales
acorde con los tiempos, acorde con el siglo XXI, en donde las redes sociales no
pasan ni pasaran por el escrutinio, ni las argollas ni los candados que
nuestros “torquemadas” pretendieron imponer.
Que los candidatos a la presidencia de la República, se comuniquen con
la ciudadanía, con su electorado vía el Telégrafo, si es que aún existe, que
los candidatos al senado y los candidatos a diputados federales nos hablen con
señas o clave Morse, de ninguna manera detendrán la participación de la
ciudadanía para reunirse para hacer política, para hacer “grilla”, luego
entonces para que sirven los ejemplos de la Corregidora de Querétaro, de
Ignacio Allende, del generalísimo Morelos,
para hacer política y de la grande, pese los más grave augurios que
pesaban sobre sus reuniones, hoy parece que regresamos a esos tiempos del
obscurantismo kafkiano, en tiempos de las redes sociales, en tiempos del
“Blackberry” y párele de contar.
Digámosle adiós a la tan señalada “intercampañas”, hagámosle una seña con
el dedo “cordial” levantado, con toda la fuerza de que el “zoom politicón”
mexicano puede hacerlo para demostrar que lo hecho por esos legisladores tiene
tanta validez y fuerza como lo que el “viento” le hizo a Juárez, y hagamos
realidad la referencia de Ruiz Massieu, “Hacer política, política y más
política. Email: gernestorivera@gmail.com