sábado, 5 de octubre de 2013

EL AUMENTO DE LA GASOLINA: LAS DOS CARAS DE PEÑA NIETO Ernesto Rivera Rodríguez

El aumento periódico, por no decir mensual desde hace nueve años  del litro de la gasolina, se ha convertido en una grave carga para la economía de la clase trabajadora que somos los más en este país, y que hoy la cereza del pastel del gobierno de Enrique Peña Nieto,  y de sus socios del Pacto por México, “La Cruzada contra el Hambre, y la solidaridad por los miles de damnificados en Guerrero, por la tormenta “Manuel”, es sin lugar a dudas una grave contradicción.

Ante el encarecimiento de los productos básicos, como si estuviéramos en “tiempos de guerra” o algo  peor, propiciado principalmente por el aumento en el precio de los combustibles, la familia mexicana y hoy los guerrerenses ha tenido que ajustar su presupuesto, a su cada vez más precario salario mínimo y en Guerrero a la perdida de todos sus bienes por motivos  de los desastres naturales, que a últimas fechas hemos padecido, salario, que cuando se tiene  se ha convertido en un “salario del miedo”,  para la adquisición de los  productos básicos cada vez de mayor  precio y de poco valor nutrimental.

El presidente de la República desde su visita al municipio de Apango, donde puso en marcha la “Cruzada contra el hambre”, subrayó hasta el cansancio los grandes beneficios de sus 75 acciones, y que hoy la tormenta Manuel hecho por tierra,  cuando en realidad es otra cosa, porque la pobreza no se va a combatir con despensas que hoy tanta falta hacen en pueblos colonias y comunidades que  “Manuel” dejó bajo el agua, el lodo y expuso su gran marginación, en que vivían desde mucho antes de su paso destructor. Y hoy en un sinsentido de la política macroeconómica se anuncia un nuevo aumento a la gasolina lo que hace que se derrumbe   de nuevo cualquier programa social.

Hoy agobiados por los desastres ocasionados por la tormenta “Manuel”, casi el Armagedón para Guerrero, parece inadmisible que este nuevo golpe de mano del gobierno federal, por el aumento del  precio del litro de la gasolina, viene a hundir más no sólo la economía de la entidad sino cualquier esperanza de un pueblo donde uno de cada tres guerrerenses está hundido en el lodo,  camina entre el agua o simplemente  no puede ni acercarse a su hogar, desaparecido en el fango o bajo metros de agua. Sí en Guerrero, hoy uno de cada  tres es damnificado, dos de cada tres viven en la “zona del hambre” y hoy tres de cada tres, es decir al cien  por ciento de los trabajadores guerrerenses, a todos los perjudica gravemente el aumento mensual, como este último de once centavos en el costo por litro de la gasolina.

Este décimo aumento bien a ser un “golpe” no sólo a su economía sino que suma a su desgracia  la doble cara que pareciera tener  Enrique Peña Nieto: una, la de la solidaridad ante los despojos que dejo al tormenta “Manuel”, y con la otra nos golpea: “apriétalos, pareciera decirle a Videgaray”.


Cómo nos preguntamos, la clase trabajadora va a confiar en el programa  de la “Cruzada contra el hambre” o el día de hoy la aplicación del Fonden, que pretende aplicarse de manera rigurosa,  pero que va a pasar  por los mismos trenes de la burocracia, y si se van a utilizar las mismas manos, y se van a tener los mismos corruptos  resultados.