Pese a las indicaciones
concretas del presidente de la república Enrique Peña Nieto, de que tanto los víveres,
ropa, medicina y demás enseres para los damnificados deberán ser entregados por
los presidentes municipales de las cabeceras afectadas por las tormentas de
hace un mes (Ingrid y Manuel) anarquistas
del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Atoyac, tanto dirigentes de
los comités municipales, como síndicos y regidores continúan en la
impertinencia y necedad de que les sean entregadas tanto despensas como ropa y
otras dádivas, para ser repartidas entre sus huestes.
Cuando el mismo gobernador parte
de ese Partido Político, ha conminado a los perredianos a ser conscientes y
congruentes con la política republicana de Peña Nieto; estos con desvergüenza
acometen contra los primeros ediles en la exigencia de apoyos económicos,
cuando el recursos económico del Fonden, es manejado por la propia Secretaría
de Desarrollo Social del gobierno federal, bajo rigurosas encuestas y cotejamiento
de censos entre los damnificados.
La política convenenciera a
que quedaron sujetos estos deshonestos personajes de la política regional de
Guerrero, ha creado problemas al gobierno federal en el desenvolvimiento de su
desempeño en apoyo a los afectados en su patrimonio por los dos meteoros. Incluso
algunos polacos o grillos de la dudosa izquierda (muchos han salido
beneficiados con casas y terrenos o bases de profesores en el magisterio, desde
esa “opulenta izquierda” que les ha dejado traza, sello y figura de delatores, soplones y chivatos, ante los
ojos de quienes nunca han podido engañar.
Propiamente en Atoyac, vemos
al menguado grupo de Carlos Armando Bello Gómez, sobre quien pesan severas
acusaciones de desvíos de dineros de proyectos y programas que nunca se
aplicaron pero que encontraron el apoyo de ex titular de Sedesol federal el
panista Marcos Efrén Parra Gómez, hoy flamante diputado local, quien “toleró”
esas aberrantes desviaciones, cuyo caso lo tiene en sus manos la Contraloría
del Estado de Guerrero.
De ese grupo se desprenden
los perredistas cuya actuación dentro de la comarca cafetalera deja mucho que
desear como ficticios secuestros que fueron pagados con dinero de la comuna;
pero además, hoy pretenden “comprar” votos, con cincuenta despensitas donde se
observa más el lucrar y especular con el dolor que ser humanitario en
circunstancias difíciles que por sociabilidad esas ambiciones de estos
perversos deben quedar en el olvido o tras las rejas.
Ángel Aguirre Rivero,
congruente con la política social del jefe de la nación Peña Nieto, ha obviado
las demandas de estos codiciosos que han hecho del PRD, el instituto político
que más repulsa y contrariedad cuenta en
la costa grande de Guerrero. Es por ello que se ha desmarcado del grupo de
conocido senador perredista que alucina
y fantasea con edificar supercarreteras y grandes edificios que habrán de
pagarse quizás con dinero que defalcó a
los atoyaquenses en complicidad con Carlos Armando Bello Gómez.
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