Fotografía: proceso.com.mx
Este huracán dejó 147 muertos, 60 mil evacuados y la necesidad de disponer de 29 mil albergues para los miles de damnificados de cuando menos 700 comunidades de 19 municipios de la Montaña y del resto del estado, ayunos de los publicitados apoyos de la cacareacada “Cruzada contra el Hambre” la Robles no tuvo más recurso, cuando fue cuestionada por la falta de cumplimiento de sus promesas, que decirle indignada al director del Centro de Derechos Humanos “Tlalchinollan”, antropólogo Abel Barrera: “Para eso me invitaste, para que me ajusticiaran. Te advierto que yo no soy una Ong” y dejó la reunión en Tlapa en manos del subsecretario Javier Guerrero, según reportó puntualmente el diario La Jornada.
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Ahogada en un mar de críticas que evidenciaron el fracaso del mediático, demagógico y electorero programa –fusilado del anquilosado proyecto Cero Hambruna en Brasil de hace 10 años– la secretaria de SEDESOL, Rosario Robles Berlanga, quien apostó todo el capital político que tenía al presidente designado Enrique Peña Nieto, confiado éste en la habilidad izquierdosa y seductora de la ex perredista, lamentablemente para ella y para el pueblo, a esta mujer le quedó grande el propósito de llevar un jirón de la justicia social que tanto pregona y que le fue reprochado enérgica y públicamente por indígenas y comuneros de las regiones más azotadas por la tormenta "Manuel"Este huracán dejó 147 muertos, 60 mil evacuados y la necesidad de disponer de 29 mil albergues para los miles de damnificados de cuando menos 700 comunidades de 19 municipios de la Montaña y del resto del estado, ayunos de los publicitados apoyos de la cacareacada “Cruzada contra el Hambre” la Robles no tuvo más recurso, cuando fue cuestionada por la falta de cumplimiento de sus promesas, que decirle indignada al director del Centro de Derechos Humanos “Tlalchinollan”, antropólogo Abel Barrera: “Para eso me invitaste, para que me ajusticiaran. Te advierto que yo no soy una Ong” y dejó la reunión en Tlapa en manos del subsecretario Javier Guerrero, según reportó puntualmente el diario La Jornada.
Por si fueran pocas las descalificaciones que ha enfrentado desde su impredecible y sorpresivo nombramiento como secretaría de SEDESOL, a Rosario Robles la señala el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) de negarse a publicitar los gastos de la criticada “Cruzada contra el Hambre” a pesar, señaló la comisaria María Elena Pérez Jean, que la citada Rosario, ante 70 solicitudes para que el publico pudiera acceder a la información al respecto, no entrega las informaciones que el pleno del Consejo le demanda sobre el manejo mediático para promover ese programa en los estados, a lo que ha respondido que “no es un programa, sino una estrategia de inclusión y bienestar social que no cuenta con recursos propios”, además de mostrarse muy molesta por requerirle el manejo de los gastos ocasionados por la visita de Luis Inacio Lula da Silva a México, lo cual extraña a muchos, dado que su coordinador de asesores, Enrique González Tiburcio, fue director de relaciones públicas del IFAI y conoce sus obligaciones, lo cual no justifica que Rosario argumente no saber cuál es el gasto real sobre el sistema nacional de dicha “cruzada”, pues las erogaciones que realizan las dependencias del Ejecutivo federal, a cargo de programas como ese, son aprobados en el presupuesto, por lo que debe tener archivos con la información precisa de todas las dependencias participantes que deben expedirlos según lo dispone el decreto que lo creó, por lo cual no debería omitir todos esos datos que controla a través de la subsecretaría, delegaciones y direcciones regionales.
No es posible, precisó por su parte el antropólogo Abel Barrera, que la secretaria de SEDESOL no registre la ironía de los comisarios ejidales que llegaron a la reunión de Tlapa a pie desde sus comunidades, cuando una joven de Tlacotepec le dijo en náhuatl, que el río desbordado se llevó varias casas, el cementerio y unos niños y sólo atino a decir: “No entiendo”, a lo que le respondió la afectada en español: “Así estamos nosotros; no entendemos cuando nos hablan de tantas promesas que no vemos cumplir”. No se, dijo Abel Barrera, qué pensaba Rosario Robles, pues pudo más su ira que su sensibilidad, aunque los representantes de los pueblos hubieran reconocido su jerarquía, pero también fueron firmes cuando reprocharon la inacción del ejército, el trato despótico de las autoridades, la desatención, el aislamiento , el trato cruel y la discriminación de los responsables de los gobiernos ante las demandas para la reconstrucción de sus poblados, pues son excluidos de la toma de decisiones, y los acuerdos tomados los hacen los presidentes municipales con el ejército y las autoridades del estado a puerta cerrada y nunca informan a las comunidades para que pudieran verificar la realización de esos acuerdos.
Por esta razón rechazaron la participación de los alcaldes para representarlos, pues generalmente actúan como caciques con pistola al cinto y toman acuerdos en la capital o en Tlapa, como en esta ocasión, pues cuando llegan a sus comunidades sólo es por las fiestas o para inaugurar obras, pero realmente no hacen nada por ellos, igual que el gobernador Ángel Aguirre también ausente, aun cuando acudió su esposa, pero sólo llegó a Copanatoyac porque argumentó que había una reunión en Acapulco con la esposa del presidente Enrique Peña Nieto y suspendió la gira de evaluación que tenía contemplada. Por cuestiones como ésta seguramente habrá un costo político, pero no hay medios para luchar en contra de los cacicazgos del PRI y de otros partidos, para desgracia del pueblo hasta en tanto no alcancemos una verdadera democracia