JULIO AYALA CARLOS |
Jefezazo….
Siguiendo
con los informes de gobierno, te comento que el de Tlapa, el que rindió el
alcalde Victoriano Wences Real, por cierto, del Partido del Trabajo, es, de
acuerdo a los habitantes de ese municipio, de los más fructíferos, dado que,
señalan, nunca como ahora un presidente municipal había hecho tanta obra
pública como el actual.
Claro,
habrá quien diga lo contrario, porque, tú bien lo sabes, cada quien habla como
le fue en la feria, pero el hecho es que Victoriano Wences Real es un
presidente municipal que sí trabaja, que sí entrega resultados, y que, como lo
dice su eslogan de gobierno, tiene “pasión por servir”.
Como
te digo, habrá quién no vea las obras, quien señale que no hay tal, pero el
negar la realidad no puede explicarse más porque se está ciego, o por
mezquindad política, toda vez que se está frente a un proceso electoral, y en
consecuencia los partidos políticos y los interesados en participar como
candidatos, utilizan la descalificación como una forma de ganar adeptos.
Por
cierto, Jefazo, este domingo 21 del presente, el presidente municipal de
Acapulco, Luis Walton Aburto también rinde su Segundo Informe de Gobierno, de
acuerdo a las invitaciones que ya circulan, en el marco de una sesión pública y
solemne del Cabildo porteño, el cual se desarrollará
en el Salón Teotihuacán del Centro de Convenciones Acapulco. La cita es a las
11 horas.
El
informe, según dicen los que saben, puede ser el arranque que los partidos de
izquierda esperan para unificarse en torno a su persona, pues incluso en el PRD
señalan, y en lo cual coinciden diversos analistas políticos, que Luis Walton
representa el punto de unión de las izquierdas, incluyendo a Morena, el partido
de Andrés Manuel López Obrador.
De
entrada, tú lo sabes, el Partido del Trabajo ya decidió acompañarlo en la
búsqueda de la gubernatura, y si se toman en cuenta los resultados de la
elección interna del PRD, resulta más que complicado que ese partido tenga
candidato de unidad, y más cuando su aspirante estrella, el que decía tener la
candidatura en la bolsa, no tiene ni siquiera en su partido la aceptación que
tanto presumía.
En
fin, este domingo promete muchas sorpresas en Acapulco, y según parece, el
informe de Luis Walton Aburto pondrá al descubierto algunos mitos, y casi estoy
seguro que el más preocupado es el ex alcalde Manuel Añorve Baños. Una cosa sí
es cierta: el presidente porteño también preocupa al jaguarcillo.
Y en
otro asunto, mi estimado Jefazo, ni duda cabe que cuando la perra es brava,
hasta a los de casa muerde, como bien dice el refrán popular, y me refiero a la
embestida que ha emprendido el diputado Germán Farías, del Grupo Guerrero que
pastorea David Jiménez Rumbo, en contra del también diputado, pero de la
corriente Nueva Izquierda, Bernardo Ortega Jiménez, quien es el presidente de
la Comisión de Gobierno del Congreso local, de donde pretende tumbarlo para
ocupar el cargo.
La
embestida, ya te lo dije, tiene que ver con la intención de apoderarse del
presupuesto que maneja el Congreso del estado a través de la Comisión de Gobierno,
toda vez que, al perder el Grupo Guerrero la mayoría en el PRD, será desplazado
de la dirigencia estatal de ese partido, y en consecuencia, ya no podrá manejar
las prerrogativas que tiene asignado el sol azteca.
No.
No es que al diputado Farías le importe la cuestión legislativa, si tomamos en
cuenta que los diputados locales también se enfrascan en el proceso electoral,
ni mucho menos consolidar la independencia del Legislativo ante el Ejecutivo,
pues como bien dicen los legisladores perredistas, quien hoy se asume como
rabioso defensor de la autonomía del Congreso, como regidor del Ayuntamiento de
Acapulco fue el gato más dócil que pudo tener el entonces alcalde Manuel Añorve
Baños, a quien incluso apoyó cuando éste fue candidato a gobernador.
Así
que, el buen diputado Farías no sólo se convierte en mandadero del patrón
cuando tiene que hacerlo, sino que para cumplirle hasta las últimas
consecuencias no le importa convertirse en traidor, aunque claro, él no lo ve
así, y como aquel que gritan “Al ladrón, al ladrón”, le echa la culpa a otros,
como al diputado Ricardo Taja.
En
fin, mientras el diputado Germán Farías amenaza a su compañero de partido para
quedarse con el presupuesto del Congreso, los priístas nomás se ríen del pleito
que se traen sus compañeros de Legislatura, y todo porque ya se acostumbraron a
vivir bien, y a manejar dinero público como si fuera de ellos.
Sí.
Muchos perredistas ya se acostumbraron a vivir bien, y claro, del presupuesto,
y el mejor ejemplo es David Jiménez, quien es de los nuevos ricos del estado,
cuando hasta hace algunos años no tenía ni en qué caerse muerto, de tal forma
que repartía tortas en las elecciones de rector, y como dicen los del
movimiento lésbico-gay, se prostituía con ellos.
Ah,
por cierto, el secretario general del PRD, Evodio Velázquez, dirigente además
de Nueva Mayoría, también pelea el cargo. Jejejé.
Te
escribo mañana. Bueno, eso espero.
julio651220@hotmail.com