SALOMÓN GARCÍA GÁLVEZ |
Pareciera
que existe un plan siniestro para provocar inestabilidad y violencia en
Guerrero, misma que se ha recrudecido y traspasa los límites de su negación
hasta llegar a lo más perverso y ruin: cegar vidas humanas de jóvenes
estudiantes que han sido arrojados como carne de cañón para ser abatidos por
las balas de policías, con y sin uniforme.
¿Los
hechos de Iguala, forman parte de un complot contra el gobierno de Guerrero?
¿Quiénes son los grupos políticos que perversamente pretenden que caiga el
gobierno de Ángel Aguirre?... Ángel, concluirá su periodo constitucional dentro
de un año, pero los enemigos de su régimen ya se frotan las manos.
La
matanza de normalistas de Ayotzinapa en Iguala de la Independencia, podría
tener sus móviles dentro de un plan que tendría como objetivo provocar un
desgaste al gobierno estatal que encabeza el mandatario Ángel Aguirre Rivero,
quien NADA tiene que ver con la autoría de los crímenes no sólo de los tres
normalistas sino de un futbolista, más un chofer del Club Avispones de
Chilpancingo. Un ama de casa también resultó muerta.
Desde
el 12 de diciembre del año 2011, cuando fueron asesinados dos normalistas de
Ayotzinapa –Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús- quedó claro que
el gobierno estatal de Aguirre Rivero, fue objeto de un complot no sólo para desestabilizar
a su administración sino para que él cayera del poder. En aquella ocasión, los
protagonistas de la violencia fueron policías federales, a quienes jamás se les
ha castigado.
Ahora,
los victimados vuelven a ser los normalistas de Ayotzinapa, quienes luego de
perpetrar actos de vandalismo y robar autobuses, volvieron a ser agredidos con
armas de fuego donde perdieron la vida tres estudiantes quienes actuaban sin
armas.
Bajo
ninguna forma se justifica el asesinato de los normalistas, independientemente
que hayan cometido acciones de vandalismo. Los tres “ayotzinapos” muertos no
cayeron en combate, fueron asesinados a mansalva por sus ejecutores.
La
situación de crisis que vive Guerrero como consecuencia de la violencia que se
traduce en seis muertos en Iguala, debe ser atendida no sólo por autoridades
estatales sino por la Federación. Las víctimas de los ataques fueron abatidas
con armas de alto poder. Existen más de medio centenar de “desaparecidos” como
resultado de los atentados a balazos.
Lo
que queda claro es lo siguiente: La policía estatal ni tampoco la ministerial
jamás participaron en los ataques contra los normalistas de Ayotzinapa ni
contra los futbolistas de Chilpancingo. Más claro: El gobierno de Aguirre
Rivero, NO es culpable de la muerte de ninguno de los jóvenes baleados ni de la
ama de casa, víctima colateral.
La
autoridad municipal de Iguala, debe responder de tales acciones por la brutal y
sangrienta violencia que se ejerció contra los “ayotzinapos” donde tres
estudiantes resultaron muertos y hubo graves daños colaterales de víctimas que
nada tenían que ver con esos trágicos hechos.
La noticia
por la violencia suscitada el pasado fin de semana en Iguala de la
Independencia, ya traspasó las fronteras de México. Es nota negativa en medios
internacionales, pero lo que jamás comentan es que detrás de todo ese funesto
escenario existen objetivos perversos, siniestros, cuyo eje es un plan
desestabilizador que tiene como meta derrocar del poder al gobernador Ángel
Aguirre Rivero.
Ese
es el objetivo de los adversarios del régimen aguirrista. No se ve otra
lectura. Este es el punto medular del complot: provocar alto grado de desestabilización
mediante la violencia.
AYOZINAPOS,
DESTROZAN CONGRESO.
Si
hay una instancia que siempre los ha atendido, escuchado y ha sido gestora de
sus demandas (de los ayotzinapos), éste se llama: Congreso Local y sus diputados,
pero ayer otra vez las hordas de ayotzinapos volvieron a agredir las
instalaciones del Poder Legislativo, rompiendo todos los cristales de la
fachada principal del recinto de sesiones.
Los
vándalos ayotinapos no respetan ni a sus muertos; no les guardan luto, ni nada.
Con perdón de los animales, pero éstos de cualquier especie, son más sensibles
que los normalistas de la célula ultra radical, quienes ayer destruyeron
edificios públicos e incendiaron parte de la Biblioteca del Congreso Local.
Todos
esperaban que los ayotzinapos realizaran alguna marcha silenciosa, en señal de
luto por los tres estudiantes caídos, pero no: perpetraron actos de vandalismo
destruyendo instalaciones del Congreso,
que NADA tienen que ver con los hechos de violencia en Iguala.
Las
hordas destructoras de Ayotzinapa, tienen el repudio de la población, por su
actitud violenta y porque politizan sus protestas en vez de exigir justicia por
la muerte de sus tres compañeros, la “desaparición” de más de medio centenar de
“estudiantes” y heridos que convalecen en hospitales.
No
faltarán líderes -de los ayotzinapos- que pretendan exigir indemnizaciones ($),
plazas y privilegios al gobierno, sin importarles en dolor ajeno ni la muerte
de sus camaradas. Muy mal lo que hacen los normalistas, quienes son manipulados
por sus perversos líderes que los arrojan como carne de cañón y a la muerte.
Qué lamentable.
MARIO
MORENO, AUXILIÓ AFECTADOS.
Muy
atento a los trágicos acontecimientos de Iguala, ha estado el alcalde de
Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, quien ha apoyado no sólo a familiares del
joven futbolista fallecido, David García Evangelista, sino a los demás
integrantes del Club Avispones de Chilpancingo, quienes resultaron heridos a
consecuencia del ataque, la noche del pasado viernes.
Mario,
ha auxiliado con gastos médicos a los jóvenes que se encuentran heridos en
clínicas, lo cual denota que el alcalde es sensible y solidario con la gente en
desgracia.
Ayer,
Moreno Arcos recibió a una comisión de enviados de la Federación Mexicana de
Futbol (FMF), de la rama de tercera división, quienes vinieron a Chilpancingo
para respaldar al Club Avispones, que fue atacado a balazos, donde
desgraciadamente resultó muerto el jovencito David Josué García Evangelista…
Punto.