El PRD realizó este
domingo una marcha y un mitin en la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac”
de Chilpancingo, en el que sus dirigentes exigieron justicia para todos sus
compañeros asesinados en diferentes puntos de la entidad.
Para muchos fue una
demostración de fuerza y un claro mensaje a Andrés Manuel López Obrador, dueño de Movimiento Regeneración
Nacional (Morena), quien un día antes estuvo en la misma plaza para firmar un
acuerdo con perredistas sin estructura ni arraigo social y que fueron
abucheados al ser presentados por Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.
Durante su mensaje, Alejandra Barrales Magdaleno, fue
enfática en señalar que el PRD será el que incline la balanza en 2018 y exigió
respeto a los que menosprecian la fuerza del perredismo.
“Los partidos de oposición
tenemos que asumir nuestra responsabilidad, dejemos los egos a un lado, México no puede ser el proyecto de una persona,
de un solo partido, México es plural y la fuerza que derrote al PRI debe ser
una gran alianza plural como el país”, dijo.
Sin lugar a dudas, fue un
claro mensaje a López Obrador, quien siempre canta victoria antes de tiempo y
manda al carajo a todos.
“El PRD va a ser el
factor, no sólo para ganar la Presidencia de la República, sino para cambiar el
país”, agregó la líder nacional perredista.
Cabe destacar que el PRD,
al igual que Morena, tampoco llenó el zócalo de Chilpancingo. Aunque es
necesario señalar que el PRD marchó y realizó un mitin sin ningún aspirante
presidencial.
Morena y algunos
perredistas –como lo señalé ayer– no fueron capaces de juntarle a su mesías las
25 mil personas que anunciaron días previos al evento.
Mientras
AMLO descalifica al PRD, el perredismo sigue de pie en Guerrero,
pues gobierna importantes municipios y tiene una fracción parlamentaria sólida
en el Congreso local, espacios que logró en 2015 sin el apoyo del político
tabasqueño.
Morena, en cambio, obtuvo
el quinto lugar en dicha elección. Su candidato Pablo Amílcar Sandoval no
levantó su campaña, a pesar de que López Obrador lo acompañó en varias
ocasiones.
Le fue mejor al PAN con su
candidato Jorge Camacho Peñaloza, quien sacó más votos y se situó en la cuarta
posición.
Mientras Celestino Cesáreo
y Beatriz Mojica cuestionaron a las autoridades por la situación de violencia
que impera en la entidad y el país, el alcalde
de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, convocó a la unidad, ya que dijo “es
momento de construir los acuerdos que requiere el país”.
Evodio Velázquez ha
reconocido en anteriores ocasiones que gobernar
no es una tarea sencilla y que se requiere el esfuerzo de todos para que a
Guerrero le vaya bien.
En efecto, es tiempo de unidad y no de
descalificaciones que no contribuyen a la armonía social, sin que ello
implique sumisión al gobierno de Enrique Peña Nieto, quien tiene en crisis al
país por sus desatinadas políticas públicas.
El
discurso de odio no ayuda en este momento en Guerrero.
Se entiende que el PRD no
cuenta con un aspirante presidencial que figure en las encuestas. Hay voces del
propio perredismo que proponen una alianza con López Obrador, pero resulta que
el dueño de Morena sigue con su soberbia y despotrica contra la cúpula de su
otrora partido.
Una campaña se gana con
alianzas. Y eso se logra respetando a los futuros aliados y no a través de
chantajes.
En
este momento, López Obrador necesita del PRD. No al revés. Y
el sábado quedó demostrado que Morena no tiene la capacidad de ganar solo la
elección de 2018 en Guerrero. Sus
dirigentes no cuentan con arraigo ni estructura. Los perredistas que han
emigrado hacia ese partido, lo hacen por oportunismo, pues les urge ser
candidatos y colgarse de la imagen de López Obrador.
En el Estado de México es
muy difícil que Delfina Gómez, candidata de Morena, gane la elección de
gobernador sin el apoyo del PRD; es por eso que AMLO condiciona al PRD para que
sus candidatos en el Estado de México, Coahuila y Nayarit declinen a favor de
Morena, y así tomarlos en cuenta para una alianza en 2018.
“¿Quieren la unidad de las
izquierdas? ¿La unidad para el 18?... Ya, ahora, que se deslinden de Peña
Nieto, que se deslinden del PRI, que se separen de la mafia del poder…
“Si no lo hacen en estas
elecciones del Estado de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz, ¿saben qué?,
vamos nosotros con los militantes del PAN, del PRI, del PRD, con todo el
pueblo… La alianza va a ser con el pueblo de México, no con los partidos
corruptos”, dijo este sábado en Cuernavaca, Morelos.
¿Y
así quiere convencer, a base de chantajes? No, pues no.
Si
sigue con su soberbia se va a quedar nuevamente con las ganas de ser presidente
de la República. Si en 2006 y 2012 que tuvo de su lado al
PRD no logró llegar a Los Pinos, así
menos.
Luego entonces, ¿quién
necesita a quién?
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