A todo efecto le corresponde
una reacción, reza la ley de causa y efecto, vetusta sentencia filosófica de lo
común: “Toda Causa
tiene su efecto, todo efecto tiene su causa, producto de la acción-reacción”.
Esta ley natural la han
puesto de moda los personeros del tricolor y blanquiazul con virulencia y
desparpajo. Los arpones mediáticos han reprobado a la ex panista Eva Cadena por
recibir 500 mil pesos de parte de “Adán”, cachada mediante magivideo.
De todos es sabido que
los recursos extraoficiales a partidos políticos vienen de empresarios y
narcos. Los primeros, por futuros favores, los segundos también y además
insertar en la administración pública a miembros de sus células.
Por las hemorrágicas
declaraciones del presidente de PRI, Enrique Ochoa Reza, el primer chafirete de tres colores, y Ricardo
Anaya, del PAN, que no se sabe de donde saca para vivir en Estados Unidos,
viajar cada fin de semana en aeronave de lujo y tener dos plazas comerciales en
Querétaro.
Se infiere que el
asedió a Cadena pretenden convertirlo en una “cadenita” y llegar a AMLO, no es
un símbolo de fuerza, sino de debilidad de ambos partidos que trajinan en
alianzas y la probable repartición del país y de la corrupción.
Aquí no se trata de
estar con tal o cual partido. No. Hay un trasfondo más escabroso que la entrega
de recursos a miembros de los partidos políticos, la débil democracia mexicana,
la partidocracia y el manejo sucio de las elecciones al no existir un arbitro
apartidista que vigile los comicios, antes, durante y después, y ponerle fin a
la fiesta de la abundancia en tiempos electorales de dinero que corre como la
sangre de miles de mexicanos asesinados en tan solo este año.
Las sanciones a
recursos millonarios que superan los “topes de campaña permitidos por la ley”,
es una falacia. Una pregunta infantil ¿Cuánta plata le ha metido el gobierno
federal y estatal a la campaña en el Edomex sin contar a los foráneos?
La fortaleza y debilidad
del tricolor, la demuestra al señalar los errores del principal contrincante
para el 2018, MORENA, un partido joven, pujante, frente a un monstruo con
ochenta años de vida y dueño de medio país y una estructura que no la tiene
ninguno de los otros partidos, pero con descrédito nacional, y la chiquillada
residual a su alcance.
La magnitud del efecto
estriba en que 20 gobernadores y ex gobernadores son perseguidos por la ley,
unos fugados y otros en la cárcel. Pero lo sintomático es que están en la
picota social por una corrupción flamígera que se ha extendido a lo largo y
ancho de México; de Baja California a Chiapas, de Nuevo León a Quintana Roo y
cuyos principales actores están enclavados hasta la chanclas en actos de desvíos
de recursos, la mayoría pertenecen al PRI.
En la mira de
gobernación y del patíbulo se haya el “perredista” Graco Ramírez Garrido Abreu
gobernador de Morelos quién se encuentra sumamente preocupado si le quitan el
chaleco protector y lo convierten, como maneja la prensa nacional, en otro de
los Duarte Jáquez y Duarte de Ochoa; Rodrigo Medina de la Cruz, ex de Nuevo
León; Guillermo Padrés Elías, Mario Villanueva Madrid, y una larga lista de “nombres
célebres”.
En estas
circunstancias, la guerra contra MORENA, no es un desafío, se lee como un rasgo
de impotencia que de baluarte.
¿Eva Cadena incurrió en
un acto ilegal? que la metan al frescobote, lo que es sinónimo de debilidad y
no de fuerza es que llegué hasta AMLO, mientras la hija de Eruviel Ávila
entregó 167 millones de pesos en monederos sufragistas a cambio de la
credencial de elector. El pase de lista a empresarios que se mochan con millonarias
aportaciones en cash. O el “señor de las ligas”, o la maleta millonaria que llevaron
a Toluca de parte de Duarte de Ochoa para la campaña de EPN.
Parece un acto de
justicia escenográfica que hayan quitado la foto de Moreira del recinto priista
donde están los ex presidentes de ese partido, pero ¿y todos los millones que defraudó
a Coahuila Moreira y su hermano?.
Los millones de Juan
Sabines, de Chiapas, los millones de la esposa “cómoda” de Duarte, Karime
Macias Tobilla, ¿Qué dicen al respecto?
En el “liguero” de
Macias Tobilla hay mucho más, mucho más que miles de millones de pesos birlados
a los veracruzanos. Y lo máximo, la fracción parlamentaria del tricolor, salva
a Tarek Abdala, quién fuera tesorero de Javier Duarte al cubrirlo para evitar
el juicio de desafuero, lo detengan y cante todo lo que sabe sobre la telaraña
que tejió Duarte de Ochoa y su conyugue con funcionarios de alto nivel del
gobierno federal.
En respuesta los
diputados de MORENA aprueban hacerle juicio a Cadena y quitarle el fuero. ¿Es
una muestra de ética política, o un golpe más letal contra los que han
protegido a senadores y diputados, como es el caso del ya mencionado Tarek
Abdala salvado del desafuero por su propia bancada?
El priismo en pleno
debería hacer un auto de fe y quemar a los herejes con leña cortada en Almoloya
de Juárez y ponerse las pilas para defender al país ante los embates de Trump.
Es obvio que se trata
de una andanada mediática para minar al candidato puntero.
Lo que no han leído es
que dentro de la burbuja del poder, hay una fuga de gas butano que con un
cerillo va a chamuscar a la clase gobernante y sacar a la luz pública la boñiga
en la que se encuentra México, como ya lo están haciendo desde los Estados
Unidos.
Y el efecto de la ley
de causa y efecto, les puede estallar en el rostro, no solo en el Edomex, donde
todo está planchado, si no en otros estados controlados por el partido de
Calles. El efecto bumerang, podría sacar a flote la verdad sobre lo que
realmente acontece en el agujero negro de la política, que llegaría hasta la
caja negra donde se haya la verdad de este sexenio siniestrado.
Están gastando la
pólvora en infiernitos, deberían apostarle a la prudencia, la acción-reacción
electoral podría ser adversa y la magnitud del efecto, los podría dejar fuera
de la jugada.
Si hay que ponerse de
acuerdo, como lo plantean muchas voces, el presidente y sus amigos deberían ceder
y negociar la transición a un gobierno de coalición porque de lo contrario la
debacle está mas cerca que la tercera guerra mundial en manos del príncipe de
la guerra, un riquillo que nunca, al igual que muchos políticos mexicanos
“aprendices”, han sabido lo que es el hambre.
La magnitud del efecto
de no abrir los ojos, sería desastrosa para los mexicanos. Piénsalo Enrique.
DE REOJO
Todo lo que se ha esgrimido
sobre el origen de la violencia en Guerrero, no es de ahora. Héctor Astudillo
Flores, no es el causante de esta pandemia.
Es el estado y su incapacidad
para acabar con el hambre y el negocio de las drogas, como en Tamaulipas,
Sinaloa y Michoacán, por citar a tres entidades emblemáticas, la violencia no
es de ahora en Guerrero, sus raíces son muy
profundas y añejas, de mucho antes de la mota y la amapola, del despegue
de Acapulco y del primer violín de Juan Reynoso.