La
espiral de la violencia en el país impide que las campañas políticas en tres
estados –Coahuila, Nayarit y Estado de México- logren tener tal difusión y
penetrar en el ánimo de la opinión pública nacional. La nota política ha sido
rebasada por la información policiaca.
La
nota que más ha acaparado la atención, son: Los enfrentamientos entre el Ejército
Mexicano, La Marina y la Policía Federal (PGR) contra bandas de la delincuencia
organizada, con saldos de heridos, muertos y detenidos en distintas entidades
del país.
El
otro enfrentamiento del Ejército Mexicano contra ladrones de combustible en
Puebla –Huachicoleros- también es lo que más llamó la atención de la opinión
pública.
Asimismo,
la supuesta ejecución de un pillo a manos de un soldado, quien vio antes cómo
el detenido había sacado un arma corta, disparó y mató a un miembro de la tropa
por la espalda. El soldado supuestamente mató al huachicolero en venganza
porque éste había asesinado a uno de sus compañeros. El caso es investigado.
Y
para variar, en Guerrero, la semana pasada la región de tierra caliente se
convirtió en un infierno cuando delincuentes incendiaron vehículos y bloquearon
en diversos tramos y municipios la principal carretera que une a Iguala con
Ciudad Altamirano. La fuerza del Estado Mexicano restableció el orden y la paz
en la región calentana.
Todo
lo anterior fue nota nacional e internacional, pero más por la detención,
asalto y amenazas de que fueron objeto siete periodistas de medios nacionales e
internacionales en un retén instalado por un grupo del crimen en el municipio
de Acapetlahuaya. Afortunadamente a los 7 periodistas les perdonaron la vida,
pero se llevaron enorme susto.
En
este contexto, el asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez, es otro
hecho sangriento que llamó poderosamente la atención de la población del país,
que condenó tal crimen. El periodista y escritor asesinado era experto en temas
de narcotráfico.
Como
puede verse, los hechos de violencia en México hasta cierto punto opacan las
campañas políticas de los candidatos en tres gubernaturas: Estado de México,
Coahuila y Nayarit. En Veracruz habrá comicios para alcaldías y diputaciones
locales. Las votaciones serán el domingo 4 de junio próximo.
MARCO
LEYVA, EL PEOR ALCALDE.
Mientras
siga fungiendo como presidente municipal de Chilpancingo Marco Antonio Leyva
(MAL), la capital del estado seguirá “luciendo” en estado deplorable: Montones
de basura por todos lados, sin agua entubada, zonas oscuras por la noche, miles
de baches sin tapar, vialidades destruidas y la inseguridad latente con
asesinatos impunes y todo tipo de delitos.
Chilpancingo
está convertido en un desastre, mientras el voraz alcalde Marco Leyva hace su “cochinito”
($) bien gordo. A la comuna capitalina ingresa más de medio millón de pesos por
día. Échenle cuentas.
Son
más de 15 millones de pesos mensuales. En el año y medio que lleva como alcalde
Marco Leyva ha ejercido más de 324 millones de pesos. ¿En qué se han invertido?
No se ve ninguna obra de relevancia en Chilpancingo.
La
comuna NO compra vehículos nuevos para recoger basura; la limpieza está concesionada
los de “la jefa”. Y la remodelación de la Avenida Alemán fue una verdadera
porquería, pero el alcalde se llevó su buena “tajada” (doble diezmo) que le
entregó una corrupta constructora que contrató.
Total:
El alcalde MAL, tiene a la capital como la peor del país, pero practica
nepotismo y tiene a su padre el médico Ronaldo Leyva Adame, cobrando súper
salario. A Ronaldo lo repudian en las clínicas municipales, por déspota.
Y
el “Vicepresidente” de Chilpancingo, un tipo de nombre Fabián Yáñez (concuño de
MAL) también engorda su “cuche” pues cobra en media docena de nóminas y se
lleva el “diezmo” ($) por las adquisiciones, compras y otros negocios que hace.
¿A
QUIEN PRETENDE ENGAÑAR, EVODIO?
Cartagena
de Indias, Colombia, está peor que Tierra Caliente: el alcalde Manolo Vicente
Duque, fue suspendido tres meses por la Procuraduría de Justicia de aquel país,
porque autorizó 55 construcciones fuera de la norma y ley; pero además decenas
de funcionarios son investigados.
Con
ese alcalde suspendido se reunió Evodio Velázquez, munícipe de Acapulco y hasta
tuvo la desfachatez de tomarse una fotografía que presumió en un diario de
Acapulco, para “hermanar a las dos ciudades”. Pura simulación.
En
Cartagena, hubo granadazos y un puesto de la policía atacado a balazos, con saldo
de muertos y heridos; hubo una explosión en un complejo industrial. ¿Eso fue a
ver Evodio?
Si
Evodio tuviera un ápice de honesto, mejor declare que fue de vacaciones a
Colombia, con cargo al erario, y que no ande engañando a la gente, con la foto
que mandó publicar con su homólogo de Cartagena, Manuel Vicente Duque, quien
fue separado del cargo, por corrupto y marrullero. ¿Quién le cree a Evodio?...
Punto.