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La
inversión es de 10.2 mdp. a través del Programa de Vivienda Rural
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El
Gobierno Federal atiende las necesidades de las zonas de alta marginación
La historia del pueblo se divide
en El Aguacate Viejo y El Aguacate Nuevo. Hablar del viejo es referirse a la
comunidad Me'phaa que habitaba un caserío de adobe fracturado por una falla
geológica que puso en riesgo la vida de sus habitantes, quienes tuvieron que
desplazarse hace tres años a las tierras que ahora ocupan.
La zona Me´phaa es de las más
marginadas históricamente en Guerrero; a El Aguacate se llega por un maltrecho
y solitario camino de tierra que sube y baja por varios cerros, en el que sólo
cabe un vehículo. A un lado está la inmensa pared de la montaña y, del otro, un
imponente vacío que en su parte más baja rebasa los 50 metros de altura.
Situado más cerca del municipio de
Ayutla, en la Costa Chica, que de su cabecera municipal, Acatepec, el trayecto
de dos horas hasta la comunidad ubicada en lo más alto de la región de la montaña
permite contemplar el caserío de adobe. Al llegar, las casas tienen pisos de
tierra y hay familias que habitan en algún paraje bajo una lona amarrada a
estacas o en los árboles cercanos.
El nuevo Aguacate tiene 167 pies
de casa, construidos mediante el Programa de Vivienda Rural de la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol), a cargo de Heriberto Félix Guerra, que está en
proceso de electrificación.
Los nuevos hogares que ahora
albergan a esas familias indígenas del municipio de Acatepec, en la Montaña
Alta del estado de Guerrero, se construyen con ladrillos de concreto, varilla y
techos de lámina; tienen dos habitaciones, estancia y un baño con retrete y
lavamanos, además de un tinaco, porque el nuevo Aguacate cuenta con red de agua.
El delegado de la Sedesol en
Guerrero, Marcos Efrén Parra Gómez, explicó que cada vivienda tiene una
superficie construida de 38.26 metros cuadrados y un costo de 94 mil 400 pesos,
de los cuales el Gobierno Federal aportó 61 mil 200 pesos, para un total de 10
millones 220 mil 400 pesos.
El funcionario federal fue
recibido en la entrada del pueblo con collares de flores y humo de copal, por
las familias beneficiadas. Le acompañaban el alcalde Federico Cantú Guzmán, el
síndico Faustino Rodrigo Cariño, y los regidores Reynaldo Rafael Bolaños,
Rodrigo Espinoza Bolaños, Eliseo Emiliano Francisco y Juvenal Díaz.
Tras la inauguración simbólica de
dos de las nuevas casas, el delegado de la Sedesol dijo que El Aguacate es una
comunidad privilegiada, pues además de las casas de material tiene jardín de
niños, escuela primaria y telesecundaria.
El funcionario federal pidió el
apoyo de los maestros para hacer de El Aguacate una comunidad ejemplar, en la
que no se arroje basura a las calles, los niños asistan a clases, se destierre
la violencia intrafamiliar y no se tome alcohol.
Respecto a las casas, dijo que
son una muestra de que el gobierno de la República atiende las necesidades de
las familias que habitan en zonas de alta marginación "como esta comunidad
donde sus habitantes orgullosamente hablan me'phaa y que ahora tendrán una
vivienda digna para sus esposas e hijos".
Por su parte, el alcalde Federico Cantú pidió al delegado
ser el conducto para agradecer al Presidente Felipe Calderón Hinojosa y al
titular de la Sedesol, Heriberto Félix Guerra, el apoyo otorgado al pueblo Me'phaa
de Acatepec.