jueves, 2 de febrero de 2012

MIRADA INTERIOR. LA PROVOCACIÓN, Isaías Alanías



Miércoles 2 de febrero
año del setenta y dos,
un día de la Candelaria
Genaro Vázquez Murió.

Cómo lloran las campanas
Ay de duelo como tocan,
gritando a los cuatro vientos
hay balas que se equivocan.

En Tenerife, territorio de las Islas Canarias donde también tienen su moreneta, que se le apareció a un Juan Diego canario, nace la celebración mariana de la Candelaria. Basado en el antiguo testamento, Jesús es presentado en el templo y María es purificada después del parto. Si Cristo fue hijo de Dios, de nada valió que María fuera purificada, ni el niño Dios presentado en el templo, pero bueno. Eso dice la ley mosaica.
Acá entre nos, el 2 de la Candelaria, o de la Luz, se celebra en Zumpango del Río.  Y en toda la grey católica, que pese a la cuesta de enero, se levanta al Niño Dios y se hacen los tamales.
Pero en el templo de la política, se han tramado provocaciones. El gobierno federal, puso en jaque mediático a los tres reyes magos tamaulipecos: Manuel Cavazos Lerma, Tomas Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores. La triada panista: Chepina, Cordero y Chago Creel, no le atinan al gordo ni con billetes cibernéticos cargados. Se profetiza una alianza entre dos, para tumbar al uno.

En Guerrero, la provocación, tiene nombres y apellidos. Las huestes que bloquearon la autopista del sol y la carreta federal 95 el martes 31 de enero durante seis horas, no precisamente fueron por honor a la justicia, sino por amarres electorales. Otra embestida contra el gobierno de Aguirre. Una provocación burda y fácilmente detectada. El contingente llegó de Acapulco. Y mientras escribo este comentario, en la oscuridad, se prepara la marcha de hoy 2 de febrero. Presión bajo el influjo de esquemas ya superados.
El aniversario del maestro Genaro Vázquez Rojas, debería de desenmascarar a los que utilizan su nombre para servir a los intereses más oscuros de Guerrero. Genaro es el pretexto, no la bandera. La lucha del maestro de Acatlán, tuvo su tiempo y su circunstancia histórica.  Los intereses que mueven a los que en unas horas se manifestarán, no son los mismos que llevaron a Genaro a la clandestinidad, en un tiempo distinto, con coordenadas de lucha igualmente diferentes. Genaro no le sirvió a nadie ajeno al pueblo.
Él se lanzó a la sierra. Los de hoy, se quedan cómodamente en su casa a esperar los resultados. No hay congruencia ni comparación. No los merece Genaro. Nunca entrarían a la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria y posteriormente con Lucio Cabañas al  Partido de los pobres.
Los provocadores, llevan en la frente la señal de la traición. El pueblo lo sabe. Que no sea tarde para que lo entiendan.