jueves, 16 de febrero de 2012

TERCERA VÍA. CAOS Y MIEDO EN LA PGJE GUERRERO, Ernesto Rivera Rodríguez



Cómo si fueran agentes de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad o de la KGB rusa, jefes,  directores, coordinadores y agentes de la  Procuraduría  General de Justicia de Guerrero y hasta el  ex Procurador de Justicia, Alberto López Rosas, andan con “el rabo entre las patas”, pues ya no sienten “lo duro sino lo tupido” y no duermen porque “sienten” que en cualquier momento “tocan a su puerta” o simplemente les presentan la  orden de detención…por su probable responsabilidad en los acontecimientos del desalojo contra normalistas de Ayotzinapa, del pasado 12 de diciembre donde murieron dos estudiantes y un trabajador de la gasolinera Eva 2, en la capital del estado.
La situación de ninguna manera es sencilla,  se trata sin lugar a dudas de una “cacería de brujas”, contra todos aquellos que siendo funcionarios y/o agentes ministeriales en ese  día y momento bajo las órdenes del ex procurador Alberto López Rosas, y que se prestaron por ordenes estrictas recibidas de sus autoridades superiores, a participar en los hechos, con los resultados sangrientos y mortales de la opinión pública conocida, hoy son o pretenden que sean “chivos expiatorios” por la omisión histórica del mismísimo “anciano” secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez, quien no sólo ese día, sino desde mucho antes y posteriormente ha mostrado una conducta y actitud política gris, irresponsable,  mediocre,  incompetente,  y permanentemente “cobijado” por su jefe político, pese al grave daño político, social y humano que se ha causado a la sociedad guerrerense por estas actitudes “paternalistas” de cuidar hasta la ignominia, al responsable político de la política gubernamental y del quehacer ciudadano, que debió estar atento y dar respuesta no solo política sino intelectual  y  material a las demandas exigidas durante años por los estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
Juan Manuel Herrera Campos, ha cumplido por lo ordenado por su “jefe”, -y con ello deslindar aún más, como para perderse en el olvido de la impunidad- de la participación y responsabilidad de las fuerzas federales, señaladas desde el primer momento como los responsables dado el peritaje extra oficial, llevados a cabo por el ex procurador Alberto López Rosas. Hoy con estas acciones de detener en “masa” a más de una veintena de mandos superiores, medios y agentes ministeriales, deja a la Procuraduría de Justicia del Estado, a merced de la incertidumbre por la inseguridad creciente entre su personal, sea del área que sea, pues todos han de sentir la “espada de Damocles”, ahora de “Ángel Aguirre Rivero” sobre su cabeza, en este caso, ejercida por el Juan Manuel Herrera Campos, encargado de despacho de la Procuraduría, en tanto  sin dudas la delincuencia de todos los talantes se pasea como Juan por su casa haciendo de las suyas, con la creciente inseguridad que ello conlleva, con todo y los boletines maquillados del vo-cero oficial del gobierno del estado, Arturo Martínez Núñez.
De esta manera y al mejor estilo de la “Gestapo alemana” o la “Guardia Civil Española” en tiempos del franquismo, los ministeriales guerrerenses fueron los responsables de detener a sus propios compañeros,  como si fuera un grupo “especial interno” de intachable  ética y probada confiabilidad en la corporación. Pero quien le va a creer esto al encargado de despacho, Juan Manuel Herrera Campos, si a todas luces lo que se busca es deslindar hasta la ignominia al mismísimo gobernador del Estado, cuando tiene bajo la manga escondido, protegido por su casi “divina” autoridad al hombre al funcionario que por su incapacidad, por omisión en el cumplimiento de sus deberes y responsabilidades, llevo el movimiento de demandas estudiantiles hasta el derramamiento de sangre y la perdida de dos vidas, tres, sin olvidar la del gerente de la gasolinera.
Herrera Campos vino a limpiar a como de lugar y cueste lo que cueste, la figura del gobierno del estado, más allá de ya conocer a los supuestos autores materiales, la sociedad guerrerense sigue exigiendo a los responsables intelectuales y políticos “por omisión” de esos lamentables hechos, y que hoy pretenden  cínicamente mostrar según el superfluo boletín donde ratifica que “a quienes tengan alguna responsabilidad administrativa o penal se les aplicará le ley”….bla, bla, bla. Y por que no comienzan por citar al “anciano” secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez…para que suelte la sopa, funcionario que a todas luces se ha visto rebasado por las circunstancias y lejos ha estado de actuar hasta hoy y decidir con eficiencia y honestidad, como lo exige la sociedad, una sociedad, la guerrerense, que vive el siglo XXI, no la década de los ochenta en la cual se encuentra atorado el anciano funcionario responsable de la política interna del  estado de Guerrero, que sueña con verse protegido  y cobijado cuando menos por una candidatura plurinominal a diputado federal, porque su sueño siempre a sido el ser “Senador de la República. Email:gernestorivera@gmail.com