Cómo si fueran agentes de la
desaparecida Dirección Federal de Seguridad o de la KGB rusa, jefes, directores, coordinadores y agentes de
la Procuraduría General de Justicia de Guerrero y hasta
el ex Procurador de Justicia, Alberto
López Rosas, andan con “el rabo entre las patas”, pues ya no sienten “lo duro
sino lo tupido” y no duermen porque “sienten” que en cualquier momento “tocan a
su puerta” o simplemente les presentan la orden de detención…por su probable
responsabilidad en los acontecimientos del desalojo contra normalistas de
Ayotzinapa, del pasado 12 de diciembre donde murieron dos estudiantes y un
trabajador de la gasolinera Eva 2, en la capital del estado.
La situación de ninguna manera es
sencilla, se trata sin lugar a dudas de
una “cacería de brujas”, contra todos aquellos que siendo funcionarios y/o
agentes ministeriales en ese día y momento
bajo las órdenes del ex procurador Alberto López Rosas, y que se prestaron por
ordenes estrictas recibidas de sus autoridades superiores, a participar en los
hechos, con los resultados sangrientos y mortales de la opinión pública
conocida, hoy son o pretenden que sean “chivos expiatorios” por la omisión
histórica del mismísimo “anciano” secretario general de gobierno, Humberto
Salgado Gómez, quien no sólo ese día, sino desde mucho antes y posteriormente
ha mostrado una conducta y actitud política gris, irresponsable, mediocre,
incompetente, y permanentemente
“cobijado” por su jefe político, pese al grave daño político, social y humano
que se ha causado a la sociedad guerrerense por estas actitudes “paternalistas”
de cuidar hasta la ignominia, al responsable político de la política
gubernamental y del quehacer ciudadano, que debió estar atento y dar respuesta
no solo política sino intelectual y material a las demandas exigidas durante años
por los estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa.
Juan Manuel Herrera Campos, ha
cumplido por lo ordenado por su “jefe”, -y con ello deslindar aún más, como
para perderse en el olvido de la impunidad- de la participación y
responsabilidad de las fuerzas federales, señaladas desde el primer momento
como los responsables dado el peritaje extra oficial, llevados a cabo por el ex
procurador Alberto López Rosas. Hoy con estas acciones de detener en “masa” a
más de una veintena de mandos superiores, medios y agentes ministeriales, deja
a la Procuraduría de Justicia del Estado, a merced de la incertidumbre por la
inseguridad creciente entre su personal, sea del área que sea, pues todos han
de sentir la “espada de Damocles”, ahora de “Ángel Aguirre Rivero” sobre su
cabeza, en este caso, ejercida por el Juan Manuel Herrera Campos, encargado de
despacho de la Procuraduría, en tanto sin
dudas la delincuencia de todos los talantes se pasea como Juan por su casa
haciendo de las suyas, con la creciente inseguridad que ello conlleva, con todo
y los boletines maquillados del vo-cero oficial del gobierno del estado, Arturo
Martínez Núñez.
De esta manera y al mejor estilo de
la “Gestapo alemana” o la “Guardia Civil Española” en tiempos del franquismo,
los ministeriales guerrerenses fueron los responsables de detener a sus propios
compañeros, como si fuera un grupo
“especial interno” de intachable ética y
probada confiabilidad en la corporación. Pero quien le va a creer esto al
encargado de despacho, Juan Manuel Herrera Campos, si a todas luces lo que se
busca es deslindar hasta la ignominia al mismísimo gobernador del Estado,
cuando tiene bajo la manga escondido, protegido por su casi “divina” autoridad
al hombre al funcionario que por su incapacidad, por omisión en el cumplimiento
de sus deberes y responsabilidades, llevo el movimiento de demandas
estudiantiles hasta el derramamiento de sangre y la perdida de dos vidas, tres,
sin olvidar la del gerente de la gasolinera.
Herrera Campos vino a limpiar a como
de lugar y cueste lo que cueste, la figura del gobierno del estado, más allá de
ya conocer a los supuestos autores materiales, la sociedad guerrerense sigue
exigiendo a los responsables intelectuales y políticos “por omisión” de esos
lamentables hechos, y que hoy pretenden
cínicamente mostrar según el superfluo boletín donde ratifica que “a
quienes tengan alguna responsabilidad administrativa o penal se les aplicará le
ley”….bla, bla, bla. Y por que no comienzan por citar al “anciano” secretario
general de gobierno, Humberto Salgado Gómez…para que suelte la sopa,
funcionario que a todas luces se ha visto rebasado por las circunstancias y lejos
ha estado de actuar hasta hoy y decidir con eficiencia y honestidad, como lo
exige la sociedad, una sociedad, la guerrerense, que vive el siglo XXI, no la
década de los ochenta en la cual se encuentra atorado el anciano funcionario
responsable de la política interna del
estado de Guerrero, que sueña con verse protegido y cobijado cuando menos por una candidatura
plurinominal a diputado federal, porque su sueño siempre a sido el ser “Senador
de la República. Email:gernestorivera@gmail.com