jueves, 16 de febrero de 2012

PRIMOS Y PRIISTAS AMOROSOS, Rodrigo Huerta Pegueros*


Los políticos son una clase de animales distintos a los conocidos y todo lo que les convenga hacer para quedar bien o librarse de problemas o conflictos no dudan en llevarlo a cabo, ya que la lógica les indica que no podrián estar peor como lo estaban en esos momentos.
Y esto no es mas que el resultado o la consecuencia de un discurso político inaugurado hace meses por el abanderado de los partidos de ‘’izquierda’’, Andrés Manuel López Obrador, quien al ser convencido de que si continuaba por la ruta de la confrontación, los señalamientos y las denuncias contra sus adversarios, poco podría lograr para obtener el triunfo electoral el primero de Julio próximo y por lo tanto le recomendaron cambiarlo.
El resultado fue verdaderamente sorprendente y hasta cierto punto gracioso y hasta jocoso. Del odio pasó al amor y se dijo convencido que quería fundar en México la República del amor. Cursi o no, el caso es que la propuesta ha tenido ya sus consecuencias cuando menos entre los políticos del estado de Guerrero.

En días pasados, en un acto público en el puerto de Acapulco, el gobernador Ángel Aguirre se mostró ‘’amoroso’’ con su ‘primo hermanito’ Manuel Añorve Baños a quien le perdonó todo lo pasado.
Cuando menos lo esperaba—aunque desde el principio de la administración estatal lo andaba buscando—Añorve fue sorprendido por su ‘primazo’ con su discurso de reconciliación, de dejar pasar lo pasado y voltear la página para volver a los buenos tiempos cuando los dos eran uno.
El gobernador Aguirre entraba al círculo de la República Amorosa. A partir de entonces no le importaba lo que le había dicho Añorve en la pasada campaña electoral, ni los epítetos que le hizo público a él y a su familia y tampoco lo inquietaban los videos denigrantes que se utilizaron para dar al traste con su imagen de hombre de bien y de valores.
La actitud asumida por el gobernador Aguirre se puede interpretar de muchas formas y una de ellas es que no estamos del todo seguros si fue en realidad una declaración ‘amorosa’ o una ironía. No queda claro si con ello le estaba asestando una bofetada con guante blanco o en realidad quiere que todo vuelva a ser como antes—lo que es casi imposible que esto suceda, ya que lo que se rompe difícilmente vuelve a su estado original por mas y que la restauración se realice con éxito.
Los primos ometepequenses se fundieron en el acto público aludido en un abrazo protagonizado ante una audiencia ‘sui géneris’ y frente a las cámaras y micrófonos de los medios de comunicación masivos que cubrían la gira del mandatario estatal y que por lo mismo les sirvió como noticia de color.
Los primos belicosos se convirtieron en amorosos.
Las repercusiones de este suceso político solo puede medirse entre los que en realidad creyeron que la lucha electoral por la gubernatura era entre dos tipos diferentes y por ello se lanzaron con todo para ganar simpatías, apoyos pero sobre todo, votos.
Ahora, estas personas o grupos que quedaron confrontados por las circunstancias que se dieron en ese patético proceso electoral no sabrán que hacer y cómo llegar a la reconciliación.
¡Vaya lío en que están metidos!
La pregunta ante este evento espectacular cuanto cursi es:
¿Usted le cree a los primos amorosos?
Y es que este espectáculo verdaderamente desagradable se ha venido a replicar en otros políticos guerrerenses quienes no solo se creen y se autocalifican como ‘la esperanza’ para Guerrero sino como los portadores del ‘amor’.
Cuando menos eso es lo que consignan varios medios de comunicación regional pues dicen que tanto Claudia Ruiz Massieu Salinas como René Juárez Cisneros han abrazado la política del ‘amor’ como propuesta electoral.
Y si a López Obrador se le criticó por promover la República del Amor tras años de promocionar y fomentar el odio entre los mexicanos, a los aspirantes a la senaduría de la República por parte del PRI Guerrero no se le puede decir más que plagiaron al ‘morenazo’.
La declaración de los priistas sonó hueca. No tiene contenido ni sustento. Lo de ser la esperanza es debatible y lo del amor es descartable. Los ciudadanos no quieren escuchar cursilerías sino propuestas serias y sobre todo realizables y aterrizables.
Los ciudadanos desean mejores leyes para superar los problemas estructurales que enfrenta el país y en particular el estado de Guerrero. No pueden estar a estas alturas los aspirantes a senadores diciendo cosas que a nadie le interesan. No olviden los aspirantes que sus biografías  las que los visten y su paso por los puestos de elección popular, como mandatarios o como representantes populares, son lo que les apuntala.
Estamos casi seguros de que la República del Amor es tan solo una anécdota más para la historia política nacional. No existe ni existirá en el mundo ni una República Amorosa como nunca ha existido el Mundo Feliz de Aldo Huxley.    
Pero como se trata de perder el tiempo, particularmente en este periodo de inter campañas, pues entonces hablemos de esto y lo otro y lo otro sin interesarnos de lo que están hechos los aspirantes a un puesto de elección popular ni que es lo que proponen ni si traen o no proyectos, pues al parecer los aspirantes creen que a los ciudadanos les interesa más volver a los años sesentas para que de alguna u otra forma renazca la República del Amor y la Paz.

Periodista y Analista Político*