Hoy
en día, Manuel Añorve Baños y Héctor Astudillo Flores, están considerados por
muchos, como los jefes de jefes de los
chapulines existentes dentro del
PRI. Los chapulines son insectos que
se caracterizan por tener sus patas traseras más grandes que las delanteras,
que las utilizan para saltar o brincar a grandes distancias, en relación a su
cuerpo. En una palabra, los chapulines
son chochitos (dijeran en Tierra
Caliente), saltarines. Me explico el por qué de estos señalamientos a estos dos
ex – funcionarios municipales: Hasta hace algunos días, fungían como
presidentes municipales de nuestro estado de Guerrero. El primero era alcalde
de Acapulco, mientras que el segundo lo hacía en la capital de la entidad,
Chilpancingo. El periodo administrativo de estos especímenes, terminaba en
pocos meses. No obstante, factores como la ambición, el agandalle, el oportunismo, la mezquindad y el egoísmo, afloraron
fuerte e intensamente una vez más en ambos y cerraron la puerta del sitio donde despachaban y ahora son
candidatos a diputados federal y local, respectivamente. Es innegable que son
privilegiados los dos, en un ambiente partidista donde muchos priístas tienen
que batallar duramente para verse en
las preciadas listas de los aspirantes a algún puesto popular o administrativo,
e incluso, varios de los soñadores
se han inconformado notablemente con su
partido al no lograr ver satisfechas sus pretensiones de elección. A estos
amigos (A Añorve y a Astudillo), les gusta vivir a expensas del erario público,
de estar pegados a la ubre gubernamental.
Se podría decir de qué ahora solo tres caciques tiene el PRI, pues los hechos
priistas más recientes tocante a la selección de los candidatos de ese partido,
así lo demuestran. Mandaron a la fregada
al de Huitzuco Rubén Figueroa Alcocer, al impedirle que su cachorro Rubén Figueroa Smutny, apareciera en la marquesina de las
candidaturas al Senado de la República. Los tres caciques protagonistas del
PRI, son: Manuel Añorve Baños, Héctor Astudillo Flores y el ex - gobernador del
estado René Juárez Cisneros. Los tres son los que reparten el pastel de las
candidaturas en ese añejo partido. El que la hace de presidente allí Víctor
Valencia de los Santos, simplemente les da el visto bueno ($$$) a los palomeados por los jerarcas
mencionados. Hay que checar bien, a los que queden como candidatos priístas
para comprobar lo anteriormente expuesto. No se vale, que por la ambición del
dinero, se dejen los cargos así nomás por qué sí, debiera haber una ley que
impida a un uncionario o legislador, brincar a otro puesto, pues aparte de que
se ve mal, está mal. Desafortunadamente, seguramente pasarán algunos años para
verles recortadas las patas traseras a estos insectos. De cualquier forma,
debemos de “chuchar”, de empujar en esta
idea hasta observarla como ley. Los ciudadanos de a pie, estamos hartos de
estos gandules e indolentes que nomás
se la pasan queriendo estar pegados de las arcas públicas a costillas de los impuestos que pagamos. Después de esas fregaderas de Añorve y Astudillo, ¿Qué
seguirá? La elecciones de 2015, nos lo dirán. Mientras tanto, los priístas
rasos, ilusamente seguirán haciendo fila, para ver si alcanzan una rebanada de pastel. En el PRI, hay
que ser jefe no simulado, o cacique, o perrito faldero de estos para asegurar
algo relativo a una cuestión electoral y si no, hay que preguntarle al diputado
local por el Distrito 04 de Acapulco, Francisco Torres Miranda, por qué
renunció al PRI. Repito: Los dos mencionados inicialmente (Añorve y Astudillo),
son los megachapulines del PRI, pero
esta situación no tan solo se da en el vetusto partido mencionado, pues también
en otros partidos políticos podemos ver esas fregaderas. Por lo pronto, nos detenemos en estos especímenes del
PRI, pero de ninguna manera significa que la similar situación que impera en el
PRD o el PAN, no será temas torales en
esta columna.
Las candidaturas independientes
en cada elección Presidencial, su respiración se torna más fuerte, más
agitada y de mayor intensidad, signo inequívoco de su acercamiento al entorno
legal, y no se descarta de ninguna manera que en los próximos años, veamos de manera normal, la inclusión d estas
candidaturas ondeando en el entorno electoral de nuestro país, de sus estados y
de sus municipios. Por ahora, no pasa de ser una queja constante del
padecimiento actual de los partidos políticos, tanto de credibilidad, como del
aspecto financiero que observan. Hoy en día, no se le dedica un presupuesto que
solventen y apuntalen estas necesidades
sociales, por lo que difícilmente, alguien pudiera realmente alcanzar la
meta propuesta. Aun así, en este proceso electoral, se tienen 25 registros ante
el IFE, de ciudadanos que aspiran a la Presidencia de la República. De estos,
sobresalen los nombres de dos; Manuel Clouthier y de Juanito,…HASTA PRONTO