Al cumplir 83 años de existencia (1929), el Partido Revolucionario Institucional desplegó sus banderas de guerra para enfrentar con todo al partido en el gobierno, esto es, al Partido de Acción Nacional y por ende al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, a quien se culpó de haber sumido al país en una gran pesadilla al fomentar la violencia, el odio y la muerte.
Por lo tanto, dijo ufano y cursi Pedro Joaquín Coldwell, al PRI le corresponde hacer que los mexicanos entonemos el himno a la vida.
Para unos, el discurso del dirigente formal del partido fue contundente y marca desde ahora la ruta a seguir en cuanto a la forma como deben actuar los candidatos a puestos de elección popular que estarán en disputa el primero de Julio próximo, desde la presidencia de la República hasta las alcaldías, pasando por los aspirantes a senadores, diputados federales y locales. Los tambores de guerra han aparecido. Después que no digan que los otros son los agresivos, pues si algún partido tiene ‘’cola’’ que le pisen es precisamente el Revolucionario Institucional.
Y es que para otros, el discurso de Pedro Joaquín fue insustancial, sobre todo cuando quiso enmendarles a los gobiernos panistas los problemas heredados por ellos mismos como son la pobreza y la corrupción, sin olvidar la violencia generada por sus actitudes intolerantes y autoritarias.
El PRI en si no tiene calidad moral para estar ofreciendo a los mexicanos un cambio en el futuro cuando en el presente ellos mismos no han logrado tenerlo, pues si no falla la memoria, la mayoría de los candidatos propuestos para los puestos de elección popular que se disputarán el próximo primero de Julio son más de lo mismo.
El único que hace la diferencia es el candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, pero con el prurito de estar rodeado de dinosaurios, lo que irremediablemente lo llevará a actuar—en caso de ganar la elección—como un bebesaurio y lo peor del caso es que las políticas de antaño serán recicladas pues no se puede esperar que los dinos actúen contra su propia naturaleza.
Solo habrá que revisar con detenimiento quienes han sido propuestos como candidatos a senadores y diputados federales por la vía plurinominal y nos encontraremos con lo más rancio del priismo como son los casos ejemplares de los dirigentes petroleros Carlos Romero Deschamps o Ricardo Aldana, ambos involucrados en el famoso ‘’pemexgate’’ del año 2000 y por lo que el PRI tuvo que pagar una multa multimillonaria de mil millones de pesos. O está el caso del ‘’rey’’ de la pepena, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre o el mismísimo dirigente de Antorcha Campesina—grupo de choque del priismo—Brasil Acosta Peña.
Y si alguna duda se tenía de que el PRI y Peña Nieto tiene vínculos estrechos y negocios nada claros con las dos televisoras mas importantes del país y denunciado una y otra vez por el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, esto ha sido confirmado al darse a conocer que Tristán Canales y Jorge Mendoza, altos directivos de Televisión Azteca han sido ‘’palomeados’’ para que por la vía plurinominal se hagan de una curul en el senado y en la cámara de diputados, respectivamente, mientras que para Televisa se les otorgaron dos posiciones políticas también a favor de Arely Gómez González Blanco y Hanna de la Madrid Téllez.
Ese y no otro es el ‘’nuevo’’ PRI del cambio que prometen va a resolver los problemas del país.
No lo creemos y sí en cambio esperamos que regresen las viejas prácticas de hacer política y de negociar con todos para que se lleve la ‘’fiesta en paz’’, importándoles poco o nada que la política sea depredada por la infiltración de los ‘’capos’’ de las drogas y que los cuerpos policiacos continúen sirviendo más a la delincuencia que a la propia sociedad quienes pagan a través de sus impuestos los salarios que perciben.
La pesadilla que se vive en el país, según Joaquín Coldwell, desaparecerá cuando arribe al poder el PRI en Diciembre del 2012. Lo que no dijo, es cómo lo harán y si tienen la fórmula para resolver el problema que hoy enfrentamos, entonces podríamos desde ahora culpar a los tricolores de ser egoístas y no compartir con el poder ejecutivo federal la manera de evitar que se continúe con la violencia que hoy critican. Serían entonces cómplices de la política gubernamental que desdeñan.
Pero podríamos decir que el discurso del tricolor en su 83 aniversario es controvertible, sin embargo, lo que no pueden esconder es que su apuesta para el 2012 es más de lo mismo. Los jóvenes del PRI han sido marginados y su inconformidad se ha dado a conocer. Lo mismo han hecho los integrantes del llamado movimiento territorial quienes quedaron fuera de las listas de candidatos plurinominales para el senado y para la cámara de diputados federal.
En su lugar eligieron ‘’cartuchos quemados’’ o como dijera el clásico, se impuso la nomenklatura y esa es la carta de presentación del PRI. Quizás lo que quieran hacer los tricolores es recordarle a las nuevas generaciones que van a votar por vez primera quiénes eran y quiénes son los priistas históricos.
¿Recuerdan ustedes a Manlio Fabio Beltrones o a Emilio Gamboa Patrón o a Jesús Murillo Karam, Fernando Castro Trenti, Francisco Arroyo Vieyra, Manuel Añorve Baños, Joel Ayala Almeida, María Cristina Salazar? Pues bien, estos personajes no solo son candidatos reciclados sino doblemente reciclados, pues si le echan un ojo al pasado reciente, podrán comprobar que estos personajes han pasado de una cámara a otra o han ejercido el poder en entidades o ayuntamientos, sin tener límite para volver a ocupar una posición política electoral como si en su partido no existieran nuevas generaciones que deseen participar y quizá lograr hacer la diferencia con sus antecesores.
Sin embargo, a diferencia de cuando el PRI tenía las riendas del país en sus manos, las reglas del juego electoral eran otras. Los participantes en levantar los votos son distintos y los que los contarán no son parte de ninguna fuerza política sino personajes con historia y experiencia y sobre todo con el reconocimiento de la propia sociedad. Esto validará los resultados electorales y por lo tanto, quienes emitan un sufragio deberán estar seguros de que no están cometiendo ningún error o equívoco al depositar su sufragio a favor de uno u otro partido político o por uno u otro candidato.
Y también, habrá que decirlo desde ahora, que a diferencia de lo que ocurría en el pasado priista, las reformas legales que se han introducido para dar mayor participación a la sociedad en los asuntos públicos y la libertad de expresión que se tiene tutelada, serán un freno para que el autoritarismo tricolor no vuelva a repetirse tal y cual lo fue y se les inhiba su intolerancia que tienen a la rendición de cuentas que no es mas que su responsabilidad de dar a conocer lo que han dispuesto hacer con los recursos y bienes públicos.
La apuesta del PRI está clara. Van con todo por la presidencia de la República, por la mayoría en el Congreso de la Unión y por la mayor parte de las gubernaturas que estarán también en disputa, sin olvidar ganar ayuntamientos y congresos locales, que como en Guerrero, serán electos en la misma fecha del primero de julio.
Si es verdad que la sociedad mexicana está harta de tanta violencia, también está harta de que los gobiernos—de todos los niveles—no hagan bien su trabajo y si en cambio abonen con sus actitudes irresponsables a que México no pueda escalar la situación que hoy nos ocupa y preocupa.
El PRI le apuesta al cambio de estrategia para combatir al crimen organizado. El PAN ha dicho que se continuará en el combate contra la delincuencia y el PRD ha ofertado que en 6 meses las policías d este país serán renovadas y reformadas y que se creará una policía nacional que sea la que se encargue de ofertar la seguridad a todos los que habiten o visiten la República Mexicana.
Las ofertas están a la orden del día. Los ciudadanos tendrán que optar por una u otra. Si en cambio se dispara el abstencionismo, esto nos dará una nueva pista en el sentido de que ninguna oferta fue bien recibida y si en cambio se rechazaron por increíbles o inviables.
Lo que no queremos es que el PRI nos vaya a recetar una nueva pesadilla, diferente a la que hoy le critica al PAN, pero al fin y al cabo pesadilla, pues no podemos olvidar que su paso por el poder presidencial desde 1929 al 2000 fue una muy larga, pero larga pesadilla.
Periodista y Analista Político* observar@gmail.com